Capítulo 18

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No lo despertó el sol entrando por la ventana, mucho menos la inquietud de salir huyendo de ahí como lo había hecho aquella vez. Simplemente despertó como cualquier persona despertaba en su cama el fin de semana, abrió los ojos con lentitud y visualizó la escena a su alrededor; La habitación de Jaekyung. Pensó dejando salir un prolongado suspiro, Abandonó su pesado sueño y parpadeó porque sabía que si cerraba los ojos dormiría de nuevo.

Comenzó escuchando el silencioso zumbido del viento que chocaba contra las ventanas, sentía todo el cuerpo descansando en una cómoda posición y con las suaves sábanas manteniendo el calor y el aroma de una conocida fragancia envolviéndolo tranquilamente. Se negaba a despertar por completo, quería permanecer de esa un poco más, para siempre si era posible.

Bostezó y la visión de una cabellera negra lo hizo parpadear hasta esclarecer la imagen. No sabía en qué momento habían quedado en esa posición, pero justo ahora sabía que estaba en problemas, no podía moverse y la verdad era que no había forma de resistirse al ver a Jaekyung abrazado de él como un niño, ocultando el rostro en su cuello mientras dormía plácidamente. Dan se preguntaba si esa postura no era sofocante para él, pero imaginaba que de ser así se hubiese separado mucho antes.

Intentó no moverse demasiado, pues no quería despertarlo, o provocar que se apartara, pero logró acomodarse lo suficiente para observar su rostro. La luz era suficiente para notarlo, y aunque las cortinas le impedían que la habitación quedase completamente clara, lo único que necesitaba ver estaba ahí.

Con los ojos cerrados y el cabello cayéndole en la frente. Esa expresión relajada lo hacía ver tan atractivo que sin ser capaz de contenerse extendió la mano y acarició esas ojeras bajo sus ojos con la yema de los dedos, siguió hasta el puente de su nariz y se posó con suavidad en sus labios. Suspiró en silencio y sonrió besándole la frente para después cerrar los ojos, debido a que se sintió avergonzado de esos extraños impulsos a primera hora de la mañana.

Jaekyung se movió y se aferró aún más a él, haciéndole cosquillas cuando volvió a ocultar el rostro en su cuello.

—Si estas despierto, deberíamos salir de la cama— protestó entre risas, estremeciéndose por un par de besos en su cuello.

—¿Salir de la cama?... No tengo pensado hacer eso en las próximas horas. Es tu culpa, me despertaste de la mejor manera en que podías haberlo hecho— le dijo todavía adormilado, quedándose quieto cuando no pudo escabullirse más—. Quiero quedarme así.

—¡Imposible! Jaekyung tenemos que...

—Shh... deja dormir a los que despertamos tarde.

—Debí a provechar para salir corriendo cuando tuve la oportunidad.

—¿Correr? — Jaekyung se incorporó y adoptando una nueva postura, se acercó hasta él haciendo que sus frentes rozaran y sus miradas se conectaran ante la extinción de la distancia.

—Oye— la voz le tembló—. Jaekyung...

—¿En serio hubieras salido corriendo?

Cualquiera que fuera el verdadero significado de esa acción, sabía que estaba perdiendo la batalla. Sintió los labios de Jaekyung sobre los suyos y su cuerpo perdió la capacidad de reacción, sintió esas cálidas manos acariciando su espalda y su piel se erizó ante el nuevo contacto como si le paralizara de por vida.

Sus bocas se fundieron apasionadamente en un beso que parecía que ninguno de los dos quería cortar, intentaba seducirlo ¡A esa hora de la mañana! ¡Y cuando aún estaban desnudos!

Dan pensaba tenía que salir de la ensoñación y reaccionar lo antes posible.

—Espera... Jaekyung... oye— escuchó la forma en que Jaekyung suspiraba en su oído y luego se apartaba para mirarlo.

Falso culpable (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora