Las clases habían terminado, me encontraba guardando los cuadernos en mi bolso cuando un papel doblado cayó de uno de ellos, dejé el cuaderno en la mesa y me puse en cuclillas para recoger la hoja. No estaba demasiado arrugada, tampoco la había visto antes, así que probablemente era de hoy.
La desdoblé para poder revisar qué contenía y, justo como suponía, era una carta ¿Quién la dejó en mi lugar? ¿Cuándo? ¿Habrá sido en uno de los recreos? Leí el texto, era un agradecimiento por haber ayudado a una chica, según parecía.
Realmente no recuerdo a quien...
Un suspiro salió de mis labios antes de ponerme de pie nuevamente y guardé el papel en un compartimento aparte del bolso. No creo que fuera necesario hacer una carta sólo por haberle echado una mano, pero lo agradeceré y guardaré. Después de todo, gastó tinta y tiempo en ello.
Tomé mis cosas, me despedí de mis compañeros y compañeras y salí del Colegio. Recién eran las 3:45 PM, quedan pocos días de clases ¿qué se supone que haré en este tiempo? Debería tratar de entrenar o estudiar, tal vez ambos.
Eh, ahora que lo pienso, Keishin me comentó que estaba entrenando a un equipo de voleibol de un colegio cercano a su trabajo y de mi Academia, podría ir a...
Hey, I just met you And this is crazy But here's my...
ーEse maldito tono de llamada ーgruñí, haciendo algo de fuerza en el celular, pero contestando para que dejase de sonar.
Hablando del Rey de Roma.
ーKeishin, ¿Qué sucede? ーhablé, poniendo el teléfono en mi oreja para continuar en lo que caminaba a casa.
ーAh, ¡Yūichi, pensé que no contestarías!
¿Ahora qué querrá? Suena con energía...quiero decir, dentro de sus estándares.
ーYo también pensé que había presionando el botón de rechazar.
ーOye, no seas así con tu tío... ーdijo deprimido, pero su ánimo regresó rápidamente, haciendo que suelte una risaー. Bueno, ¿recuerdas que te dije que estaba haciendo de entrenador? El viejo del Nekoma me retó a otro partido.
ーVaya...Eso suena genial, supongo que aceptaste el desafío, ¿no? ーle pregunté, levantando una ceja.
Es muy competitivo, sería raro que no lo haya tomado de inmediato. Seguro quiere ganarle al tatarabuelo que no pudo con el Nekoma...que ya debería estar en su tumba o en el asilo, en su defecto.
Creo que él nos va a terminar enterrando a todos los de la familia.
Seguro se ríe en el funeral de Keishin.
ー¡Claro que acepté! ーlo escuché dar algunas carcajadas, en verdad le ponía alegre esta clase de cosasー. Pero necesito ayuda. Tú ayuda, más específicamente.
ー¿Eso de qué te serviría? Dejé de jugar, seré como una máquina vieja y mal cuidada ーcuestioné al oír su petición, ¿está tan desesperado que recurre a mí? No lo creoー. No soy el adecuado.
ーDeja de decir idioteces... Ah, llegó un cliente. ¡Te veré en el gimnasio del Karasuno mañana en la mañana!
ー¡Ey, no acepté nada!
Pero cortó la llamada, sin siquiera alcanzar a escucharme.
Llamé, llamé, llamé y llamé de nuevo. El resultado fue el mismo: no contestó, probablemente sabiendo lo que le diría.
ーKeishin ーdije su nombre con rencor, apretando el celular, pero dejé de hacerlo debido a casi romperlo.
Inhala, exhala. Inhala, exhala.
Ya está, todo está bien y... me tendré que levantar temprano un sábado...
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Creo que no recuerdo una mañana de primavera -casi verano- más fría que esta. Estoy parado como un trozo de hielo del polo al frente del gimnasio aún cerrado, casi tiritando y tan abrigado que parezco un oso. Y bueno ¡¿En qué estación estamos?!
Estaba tan concentrado quejándome, que no me dí cuenta cuando Keishin llegó con una amplia sonrisa, aunque tenía ojeras, seguro se quedó viendo alguna serie otra vez. Me saludó y yo a él.
ーEntonces, ¿decidiste venir? Aún guardas algo de gusto por este deporte, ¿no es así? ーme miró feliz, con esa sonrisa de "ya lo sabía".
Una vena sobresalió de mi frente. Maldito manipulador.
ーNo me dejaste muchas opciones. No contestabas el teléfono de vuelta ーuna de mis cejas desarrolló un tic momentáneo por el enojo, a pesar de tener una sonrisa tranquila en mi rostroー. No es que haya querido venir.
ーNo hagas eso. Das miedo ーdijo, dando un paso atrás y abrazándose a sí mismo.
¡¿Yo soy el que da miedo?!
ーAdemás, yo creo que habrías venido por tu cuenta de todas formas ーcomentó, ya volviendo a la normalidad y abriendo el gimnasio, eso me sorprendió un pocoー. Después de todo ¿Qué te detenía de poner una excusa y no salir?
Me quedé sin palabras mientras él giró ligeramente su cabeza para verme antes de entrar.
...No quiero admitirlo, pero tiene razón.
Ya se parece al tatarabuelo, hablando como si te estuviera dando una lección de vida todo el día.
Sacudí mi cabeza, no debería pensar en ello. Entré al lugar, era amplio, no demasiado, pero lo suficiente. La iluminación también era agradable...bueno, lo que se espera de un colegio.
Me quité el abrigo con tranquilidad, dejándolo en una de las sillas a un lado de la cancha. Debería entrar en calor, ya que estamos. No me agrada ser de los profesores que hablan y no hacen.
Empecé a calentar los hombros luego de ello y miré a Keishin, parecía estar ordenando algunas cosas.
ー¿Cuándo se supone que llegarán ellos? ーle pregunté, observando la puerta, estoy curioso, quiero saber quiénes son.
ーLes dije que estén aquí a las 8:00 AM, pero también les mencioné que tendrían un nuevo entrenador, así que tal vez lleguen antes ーme explicó tranquilo, sacando algunos balones de voleibol.
ーOh, ¿Entonces ellos también me esperan? ーlo decía más para mí mismo que otra cosaー. Qué divertido.
. . .
Hola chavalesss. Los capítulos serán un poco cortos para mí gusto, pero así no me estreso por llegar a una cantidad de palabras mínima y me relajo más.
Por otro lado, tomen este fanfic como un espacio, no sé si inexistente, pero en dónde ya conocieron a todos los equipos y ahora sólo se están preparando para este partido con el Nekoma, es decir, está literalmente fuera de la serie.
