Choso se encontraba caminando por un bosque durante el día, cualquiera pensaría que es un humano normal de no ser porque iba por la sombra.
-¿Ahora donde estoy? No creo estar tan lejos pero tampoco tan cerca.
Cayó la noche y Choso seguía caminando.
-Diablos, creo que si estoy muy lejos, si estuviera cerca podría escuchar los sonidos de la batalla.
Choso pudo sentir como algo se lanzaba hacia el, rápidamente Choso se agachó dándole una patada a una persona de piel gris.
-¿Qué es esa cosa?
Se preguntó Choso mientras aquella criatura le gruñia como si fuera un perro.
-Bueno, sea lo que sea no es nada amigable.
Sangre se disparó hacia aquella criatura que no pudo esquivar el ataque de Choso siendo erradicada al instante.
-Eso fue sencillo.
Pero más de esas criaturas llegaron rodeando a Choso.
-Hable muy rápido.
Cayó el día y Choso de una sola patada lanzó a una de esas cosas fuera del bosque luego viendo como está misma se quemaba hasta su muerte.
-Supongo que estas cosas no soportan la luz del sol, debo seguir buscando, quizás pueda encontrar a mi hermano o a los demás.
Choso empezó a correr en múltiples direcciones pero luego de poco se dio cuenta de que se perdió, bueno más o menos, a la distancia Choso pudo notar unas vías que el empezó a seguir, encontrando una estación de trenes.
-Bien, esto me sirve.
Sin que nadie se diera cuenta, Choso subió al techo de aquel tren que empezó a avanzar, luego de asegurarse que nadie se diera cuenta de que se coló, el entró luego sentándose, el recorrido debía ser normal, pero de normal no tuvo nada cuando ya todo había empezado a salir mal, Choso se dio cuenta de que todos se durmieron así que decidió revisar que pasaba viendo que unos niños lo miraban asustados pero Choso al notar que aquellos niños iban en su contra con armas decidió noquear a todos, vio a varios sujetos con Katanas intentando despertarlos con éxito total.