ː͡➘₊̣̇ 𝐖𝐚𝐲 𝐡𝐨𝐦𝐞【𝐉𝐢𝐧𝐬𝐮】

𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟕

Jueves, 9: 15.

Los días anteriores, ambos hermanos se dedicaron a repasar y enseñar el uno al otro cosas básicas sobre sus vidas y familia, para no cometer errores y levantar sospechas.

—Él es Hoseok, socio y amigo de papá.—Señalo Soobin mostrándole a su hermano una foto del hombre cabellera rojiza en su celular.—Mm y él es primo de mi papá, su nombre es Namjoon.—Le explicó.—Suele ir a casa algunas veces a cenar o desayunar con nosotros.—Comentó.—Éste de aquí es nuestro chef Oh, y esté de acá es nuestro guardaespaldas Huang.

Yeonjun asintió tratando de memorizar todos los nombres y rostros de las nuevas personas que debía de conocer en su vida, fingiendo ser el otro.

—Bien. Es mi turno.—Le dijo Yeonjun con diversión al otro, comenzando a buscar imágenes que tenía guardadas en su celular.—Mira.—Le pidió, a lo que Soobin rápidamente obedeció.—Él es el abuelo Min.—Señalo la foto del anciano que no se miraba tan mal, de hecho se miraba bien conservado, y casi una replica exacta de su papá Yoongi, solo que en viejo.—Y él...—Dijo buscando en el celular nuevamente.—¡Es Kookie!

La fotografía era actual. A un extremo estaba el llamado Kookie , a su lado Yeonjun y del otro lado Yoongi, los tres abrazando amorosamente al chico, con grandes sonrisas en sus rostros mientas besaban la mejilla del chico.

Soobin abrió sus ojos con sorpresa, sintiendo que algo en su interior se apretaba. Porque tal foto parecía ser la típica familia perfecta.

Una muy feliz.

—¿Él y papá...?—Balbuceó Soobin al borde del llanto, haciendo reír a Yeonjun quien negó rápidamente.

—¡Iuk! Claro que no.—Contestó riendo, dándose cuenta de lo que su hermano estaba pensando.—Él es mejor amigo de papá.—Le explicó.—Es el Tío Kookie o mejor dicho Tío Jungkook.

Soobin asintió más tranquilo.

Lo que menos necesitaba en este momento era que sus padres realizaran nuevamente su vida amorosa, por más egoísta que sonara.

Su plan estaba en marcha, y no podía dejar que todos se echaran a perder por un simple error.

Volverían a reunir a sus padres y regresar a donde siempre pertenecieron ambos.

Cueste lo que cueste.

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Jueves, 10: 30 pm.

—¡La hora de irse ha llegado!—Exclamó el director del campamento.—Espero que hayan hecho buenos recuerdos y amigos, y que cada experiencia que vivieron aquí les sirva para ser buenas personas.—Fue lo último que dijo el mayor, haciendo que los jóvenes y padres que habían llegado por sus hijos aplaudiera.

—Soobin, siento que esto no es tan correcto, mira que somos tan diferente y...

—Cállate.—Le cortó rápidamente el otro.—Prometiste llegar al fondo de esto, ambos lo hicimos.—Le recordó.—¿Acaso no quieres hacerle pagar a nuestros padres por separarnos durante dieciséis años?

Yeonjun se sintió desesperado cuando notó el auto color blanco familiar que conducía el chofer de su padre aparcar a unos metros de ellos.

Divisó a su tío Kookie salir de este haciendo una mueca al no poder encontrar a su querido sobrino por la cantidad de jóvenes que estaban esperando por sus padres.