Roier se paseaba por la casa mientras esperaba. Natalan tenía la costumbre de llegar tarde, y no planeaba cambiar el irritante hábito en su último encuentro. Las bolsas con sus pertenencias estaban apiladas en la cocina, y Roier trató de no pensar en el lado vacío del armario del dormitorio.
Sonó el timbre y Roier respiró hondo para tranquilizarse antes de ir a abrir. Natalan estaba en el umbral con un ramo de flores. Sus ojos estaban caídos con tristeza, y su cabello negro estaba despeinado.
-Estasson para ti.
Empujó las flores hacia Roier, y no tuvo más opción que tomarlas. Observó los pétalos, dorándose en los bordes, y luego vio la etiqueta de descuento en medio del ramo.
-Gracias. Adelante.
Natalan sonrió y se limpió los pies con entusiasmo en la alfombra. Miró alrededor del pasillo, luego asomó la cabeza en la sala de estar.
-Me alegro de que quisieras hablar.
Roier negó con la cabeza. -No dije que quería hablar, dije que quería devolverte tus cosas. Están en la cocina.
-No seas así...
-¿Así cómo? Dije que habíamos terminado, y lo dije en serio.
-¿Podemos por lo menos hablar de eso?
-Ya hablamos por teléfono.
Natalan resopló, luego caminó hacia la sala de estar.
-Dije que tus cosas están en la cocina -espetó Roier.
-Ya te oí.
Roier miró con furia cuando Natalan se derrumbó en el sofá y puso los pies sobre la mesa de café.
-Lo arruiné. Me porté como un imbécil y te lastimé. Lo sé, pero no tenemos que acabar todo. Fue una sola vez, lo juro.
-Una sola vez que se prolongó durante meses.
Natalan gimió y presionó su cuello contra el sofá. -Estabas estresado y distante.
-Estaba tratando de obtener la aprobación de este estudio, ya sabes lo difícil que fue.
-Siempre sobre el estudio.
-Era importante para mí.
-¿Más mportante que tu novio?
Roier se dio la vuelta. -No es justo.
-Eras feliz antes de empezar. Éramos felices.
-Admito que me estresé, y tal vez fui brusco y no te presté mucha atención.
Natalan asintió y luego murmuró-: Si no fuera por ese estudio, no te habría engañado.
-Entonces, ¿estás diciendo que es mi culpa?
-Había fallas de los dos lados, y ahora estás haciendo el estudio, unos meses y se acaba. Podemos fingir que nada de este lío sucedió.
-No puedo olvidarlo. Me rompiste el corazón.
-¡Rompiste el mío primero al elegir este estudio sobre mí! -Natalan se dio la vuelta y suspiró lentamente-. No vine aquí a pelear.
-Tus cosas...
-Tampoco vine aquí por eso. Vine para ver si podíamos dejar esto atrás y seguir adelante.
-Yo no puedo.
Natalan se llevó las manos a los muslos y se puso de pie. -Bueno, espero que no trates al próximo hombre que se te presente como menos relevante que tu trabajo, o terminarás solo.
Roier se tragó el nudo que tenía en la garganta y salió de la habitación. -Tus cosas están aquí.
Natalan salió al pasillo, echó un vistazo a las posesiones embolsadas en la cocina y luego negó con la cabeza. -Guárdalas, para que recuerdes lo que tenías y perdiste.
Se puso los zapatos y salió de la casa, dejando la puerta abierta a su paso. Roier la cerró lentamente y se retiró al sofá. Se sentó en el borde y miró solemnemente al suelo. Una repentina necesidad de ir tras Natalan se elevó en su pecho, y se detuvo agarrándose del sofá. Las palabras de Spreen resonaron en su cabeza, y luchó contra el impulso de salir corriendo y disculparse una y otra vez por no poner a Natalan primero.
****
Spreen entró en la habitación con el ceño fruncido y los ojos entrecerrados. Miró el reloj de Roier, luego se hundió en la silla y se rio levemente.
-Graciasa Dios.
-Todavía tengo mi reloj dorado.
-Me preocupaba que Natalan te hubiera envuelto alrededor de su dedo y te hubiera puesto el reloj en la muñeca.
Roier agarró el reloj y negó con la cabeza. Había pasado casi una semana y todavía se sentía en conflicto.
-No lo hagas -dijo Spreen en voz baja.
Roier miró hacia arriba y levantó una ceja. -¿Que no haga qué?
-Lo que sea que él te haya dicho, no te detengas a pensar en eso.
-Dijo que puse el estudio por encima de él, y que se sintió aislado. Por eso me engañó.
-Qué idiota.
-Es cierto. Puse tanta energía en lograr que este estudio fuera aprobado y descuidé nuestra relación. -Roier levantó la vista y miró alrededor de la habitación-.Pongo esto primero. No es de extrañar que buscara en otra parte...
-Detente-dijo Spreen con firmeza-. Te engañó porque era un imbécil y no podía mantenerlo en sus pantalones. Cualquier otra persona sería de apoyo, no desaparecería por rapiditos con el Señor Ojos Grises.
Roier hizo una mueca y apretó su mano alrededor de su reloj. -Yo tenía tanto la culpa como él.
Spreen gruñó al techo. -Tienes una mente destructiva y él sabe cómo jugar contigo.
-¿Qué?
-Apuesto a que sus palabras han estado dando vueltas en tu cabeza toda la semana. Apuesto a que pasaste el pulgar sobre su número y miraste las fotografías de tu teléfono. Apuesto a que te sientes cada vez más tentado a perdonarlo y decirle que tuviste la culpa.
-Tienes razón...
-¿Qué te detiene? ¿Por qué no lo has hecho?
-Dijiste que yo valía más.
Spreen abrió mucho los ojos. -Y lo dije en serio. ¿Se llevó sus cosas?
Roier frunció el ceño. -No, dijo que quería que me las quedara.
-Tu exnovio está muy seguro de que vas a aceptarlo de nuevo o es un idiota completo. ¿Qué has hecho con sus cosas?
-Todavíae stán apiladas en la cocina.
-Quémalas.
-¿Qué?No, no puedo.
-Le diste la opción de llevárselas y no se las llevó, así que son tuyas para que hagas lo que quieras con ellas. Quémalas.
-Eso no es muy bueno para el medio ambiente.
Spreen resopló y puso los ojos en blanco. -Está bien, no las quemes, solo deshazte de ellas. Deshazte de Natalan de tu vida.
-Para alguien que nunca tuvo una relación, sabes mucho sobre cómo romper.
-Telo dije. Estudio a la gente, observo. Veo lo que ellos no ven. Mi mamá dejó sus cosas y mi papá mantuvo su armario como un santuario. Tenía poder sobre él, al igual que las pertenencias de Natalan tienen poder sobre ti. No dejes que sea así. En algún lugar, hay un hombre más adecuado.
-Quizás tengas razón.
Spreen miró fijamente a los ojos de Roier. -Oh, estoy en lo cierto, y tal vez ese hombre está más cerca de lo que crees.
-Creo que te gustan mucho los juegos mentales. Ni siquiera deberíamos estar hablando de esto... el estudio...
-El estudio -repitió Spreen.
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PSICOPATA [SPROIER] {ADAPTACION}
FanfictionEl psicólogo Roier Alt le realizará un estudio a seis psicópatas muy peligrosos. Pero uno de ellos representa un gran riesgo para él. Es inteligente, observador, manipulador... Gracioso, carismático y... sexy. ¿Roier confiará en lo que sabe acerca...