Capítulo 5

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La cantidad de veces que Ibai se había casado aturdía la mente de Roier. Estaba convencido de que había un error en su archivo y le preguntó a Ibai solo para estar seguro.

-Entonces, um... trece esposas...

Ibai sonrió con orgullo y luego se rascó la barbilla. -Qué puedo decir, amo demasiado.

-Trece esposas y trece divorcios.

-Impresionante, ¿verdad? Espero una decimocuarta vez tras las rejas.

-¿Qué? ¿Cómo?

Ibai se encogió de hombros. -Recibo correo de fans. A las mujeres les gustan los chicos malos.

-¿Por qué crees que tus matrimonios no funcionaron?

Ibai resopló profundamente y luego murmuró-: Por lo fastidiosas que se ponían ellas.

-¿Fastidiosas?

-Constantemente haz esto, haz aquello. A dónde vas, cuánto tiempo vas a estar. Me encanta la seducción, y la etapa de luna de miel, pero luego se vuelve aburrida, y otras me llaman la atención. Soy un hombre apasionado y era inevitable que las engañara.

-Los divorcios debieron haber sido costosos.

Ibai se rio entre dientes y se golpeó la rodilla con la mano.-En serio. Me dejaron limpio.

-¿Entonces por qué seguiste casándote?

-La propuesta y la parte de la boda eran adictivas. El sexo fue lo mejor durante ese tiempo. Amo a las mujeres, esa es mi debilidad.

La cara de Ibai decayó, y su postura se puso rígida. -Pero no a las que se hacían pasar por mujeres. Eran tentadoras. Alimañas en las esquinas de las calles.

-Háblame de tus esposas -dijo Roier, rápidamente.

Ibai parpadeó para salir de sus pensamientos, luego se pasó la mano por el cabello. -Por supuesto...

Cada esposa fue descrita físicamente, pero no emocionalmente. Ibai describió su forma con las manos y toqueteó el aire cuando dijo que tenían grandes pechos. Se centró en el sexo, más que nada, y cada mujer se superpuso con otra.

Cuando los ojos de Ibai comenzaron a dilatarse y la hinchazón en sus pantalones se hizo evidente, Roier terminó la sesión antes de tiempo. Ibai se fue a toda prisa, dejando la puerta abierta.

Jaiden asomó la cabeza dentro. -¿Quién le calentó los pantalones?

Roier se estremeció e hizo una mueca. -No digas eso, porfavor... no.

Jaiden echó un vistazo a las notas sobre la mesa. -Trece veces, y yo ni siquiera puedo encontrar un hombre que se case conmigo.

-¿De verdad querrías estar casada con alguien como Ibai?

-No exactamente. Sin embargo, es mi tipo.

-¿Los asesinos en serie son tu tipo?

-Quise decir que se ve inteligente.

Roier entrecerró los ojos y la fulminó con la mirada. El peso desu mirada hizo que Jaiden retrocediera fuera de la habitación.

-No me juzgues.

-Te estoy juzgando, y duro.

Jaiden sonrió y luego desapareció por el pasillo.

****

-Oh, ¿te estoy aburriendo?

Roier terminó de bostezar y luego negó con la cabeza. -Lo siento, ha sido una semana larga.

PSICOPATA  [SPROIER] {ADAPTACION}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora