Capítulo 8

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Spreen llegó tarde, y la anticipación en el pecho de Roier se intensificó con cada minuto que pasaba. Entró en la habitación, con el pecho hinchado y la barbilla levantada. Su chaleco se adhería a su cuerpo, y sus bíceps se abultaron sin que él lo intentara. Se había echado el pelo hacia atrás. Roier no tenía idea de dónde mirar y terminó mirando la mesa, jugueteando con su lápiz.

-Está bien. Puedes disfrutar las vistas sin sentirte culpable ahora.

Roier levantó la mandíbula y sacudió la cabeza. -No tengo permitido mirar.

-¿Reglas de psicólogo-participante o reglas de visitante-prisionero?

-Simplemente no está bien.

-Relájate. Crees que soy sexy y yo creo que tú también, así que, ¿qué vamos a hacer al respecto?

-Absolutamente nada.

-Pero ambos sabemos que queremos más que nada. ¿Qué tal si te hago un pequeño striptease?

-Spreen... -murmuró Roier.

-Aguafiestas. Lo siento, llegué tarde, estaba demasiado ocupado discutiendo.

Roier parpadeó rápidamente ante el cambio de tema.

-¿Discutiendo? ¿Acerca de qué?

- Policías y Tiendas. El programa detelevisión, la nueva temporada comienza el sábado, y es de lo único que se habla.

Roier trató de no sonreír, pero no pudo resistir el tirón de sus labios.

-Ah, ¿entonces has oído hablar de eso? -murmuró Spreen.

-Sí, solía verlo junto con...

-Natalan-terminó Spreen.

-Sí.

-¿Vas a ver esta temporada?

Roier se encogió de hombros. -No sé, no será lo mismo verlo solo.

-Que sepas que cuando lo veas, toda el ala lo estará mirando, incluyéndome a mí. No estarás solo.

-Sin embargo, no es como si pudiera llamar a la prisión y hablar sobre el episodio, ¿verdad?

-No, tendrás que esperar hasta nuestra sesión del viernes.

Roier tamborileó con el dedo sobre sus papeles. -Esto es lo que se supone que debemos hacer en nuestras sesiones, no hablar de la televisión.

-¿Qué le pasó a tu mano? -preguntó Spreen.

El cambio de tono sobresaltó a Roier y se quedó boquiabierto.

-Tu mano -repitió Spreen.

Roier frotó los rasguños. -Fue mi gato.

-Es agresivo, ¿verdad?

-Sí -asintió Roier-. Tenemos una relación de amor-odio. Yo lo amo, él me odia. Todo es justo en el amor y en la guerra.

-Creo que tu gato está ganando la guerra.

-Tienes razón.

-Puedes ver Policías y Tiendas con tu gato.

-Gracias por hacerme sonar como una persona loca por los gatos.

Spreen se rio, y Roier sintió cosquillas en el pecho con el sonido. Hizo un gesto hacia la silla de enfrente y deseó que sus mejillas no se pusieran rojas como un tomate.

-Hoy quiero preguntar sobre el alcohol.

Spreen se sentó y arrastró los pies hasta que estuvo cómodo.-Adelante, pero mantengamos esto breve y suave.

PSICOPATA  [SPROIER] {ADAPTACION}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora