Capítulo 12

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—Fit va a estar devastado —susurró Jaiden.

Roier se removió en su asiento. Se sentaron frente a la mesa, esperando a que llegara Fit. Había pasado el fin de semana pensando y pensando sobre su decisión, y cada vez recordaba la mirada en los ojos de Spreen. La preocupación y la honestidad.

—Simplemente no cumplía con los criterios.

—¿Estás seguro?

—Sí...

Fit entró en la habitación y se congeló al ver a Jaiden sentada a la mesa.

—Toma asiento —dijo Roier.

Fit no apartó los ojos de Jaiden mientras se sentaba frente a Roier. —¿Estoy en algún tipo de problema?

—No, no hay ningún problema. No hay una manera fácil de decirlo, pero te sacaré del estudio.

Fit parpadeó y Roier se preparó en caso de que se lanzara sobre la mesa. En cambio, Fit se encogió en su silla y frunció el ceño. Pasaron unos tensos segundos y Roier esperó pacientemente la respuesta de Fit.

—¿Qué hice mal?

—No hiciste nada malo. Es mi culpa. No cumplías con los criterios para continuar.

—Dijiste que lo estaba haciendo bien.

—Lo hiciste genial. Solo es algo que no te sé explicar —dijo Roier.

Fit levantó la cabeza y el estómago de Roier se contrajo cuando vio lágrimas en sus ojos. Se preparó para una tanda de insultos, o para que Fit le lanzara un puño, pero le sonrió y le tendió la mano.
Roier lo miró fijamente, sin saber si dársela, pero Jaiden le dio un codazo en las costillas y él respondió, agarrando con fuerza a Fit.

—Muchas gracias por las charlas, Roier, y gracias por ponerme primero. Voy a extrañar estas sesiones.

Roier tragó y asintió. —Sí, yo también.

—Si alguna vez necesitas un participante para otra cosa, soy tu hombre.

Roier asintió. —Serás el primero al que me dirija.

Fit le lanzó una sonrisa con los ojos llorosos a Jaiden y luego salió de la habitación. Sus lentos pasos resonaron en el corredor, y luego la puerta del final resonó.

—Eso salió mejor de lo que esperaba —murmuró Jaiden.

—¿Qué estabas esperando?

—Que llorara, mucho. Pensé que por eso me pediste que te acompañara, para poder abrazarlo.

—No, te lo pedí en caso de que se pusiera desagradable.

Jaiden alzó una ceja. —¿Fit? Es un amor.

—Además de quemarle la cara a su papá...

—Bueno, sí, pero eso fue fuera de aquí. Ha sido el prisionero perfecto, educado, servicial, no haría daño a una mosca. De hecho, se angustió bastante cuando una polilla voló hacia el matamoscas...

Roier se hundió en su silla y cerró los ojos. Había estado esperando que Fit gritara, exigiera más sesiones o amenazara. Tenía la mano lista sobre la mesa para pulsar el gran botón rojo, pero no lo había necesitado. Fit le dio las gracias y sonrió cálidamente mientras se estrechaban la mano.

—Entonces, ¿a quién tienes después?

—Luzu.

—Prefiero pasar cuarenta minutos con Fit que con Luzu cualquier día.

Roier dejó caer la cabeza entre sus manos. No pudo evitar sentir que había cometido un error estúpido.

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PSICOPATA  [SPROIER] {ADAPTACION}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora