03 | CRAZY SCRIPTED LOVE 🌹

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30 de enero, 2024Los Ángeles

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30 de enero, 2024
Los Ángeles

Tan pronto como regresábamos de nuestra escapada romántica en París, Travis decidió quedarse a mi lado un par de días en mi mansión de Beverly Hills. Al principio suponía una bengala de emergencia, que encendía la mecha de nuestra intensa relación como comidilla entrante a la prensa pero era todo lo que anhelaba en ese instante sin importar los estragos, me había quedado con ganas de más. Aunque ambos vivíamos una apología de ensueño cargada de sensualidad y encanto, debíamos regresar a nuestros trabajos como estrellas mediáticas.

Por un lado tenía que asistir a la ceremonia anual de entrega de los Premios Grammy y al frente, Travis debía disputarse la victoria en el Super Bowl LVIII contra los Philadelphia Eagles. Dos eventos importantes y muy significativos en nuestras agendas, pero en medio del caos quisimos permanecer unidos, sin preocupaciones que prevalezcan.

Una mañana soleada de un martes de enero, despertaba con su ausencia en la cama. Él siempre se despertaba temprano para irse a correr o hacer ejercicio en el pequeño gimnasio que tenía la mansión. Confusa, estiré los brazos y me reincorporé al borde de la cama. Me mantuve en calma y paseé por el dormitorio hasta ponerme una bata de seda en color crema antes de bajar a la cocina. Al bajar, seguía sin verle por ningún lado y cada vez me atemorizaba que le pasase algo.

En cuanto me adentraba a la cocina escuche un salto inminente en la piscina. Podía intuir que era él. Abrí la puerta de la terraza y le encontré nadando a lo largo de la piscina, de punta a punta como si fuese un nadador olímpico. Ladeé la cabeza al darme cuenta que tenía energía para regalar y sutilmente, caminé hasta ponerme en el borde.

—Ay Travis, solo a ti se te ocurre darte un chapuzón a las ocho de la mañana... —consideraba mientras nadaba hacia mí cuando me percaté de un detalle significativo pero nada relevante.

Estaba desnudo.

—¿Decías algo, nena? —inquiría él poniendo sus brazos en el costado del borde de la piscina ante mis pies descalzos —. Enseguida salgo a desayunar.

Asentí observando su silueta desnuda bajo el agua hasta que se apoyó en el muro, elevó una pierna sobre el suelo de piedra y puso una mano para elevarse del agua. Me quedé perpleja al verle al descubierto.

—¿Sorprendida? —fruncía el ceño mientras pasaba sus manos por su rostro para deshacerse de las gotas de agua que escurrían de su cabeza —. Me apetecía experimentar.

Su porte tan varonil rompía aguas en mi interior pero debía mantener la compostura.

—Muy precavido por tu parte pero te recuerdo que tenemos vecinos, no estamos aislados como en Kansas City —alerté de la poca privacidad que teníamos aunque el jardín estuviese recubierto por una gran muralla de abetos y árboles.

Travis siguió detrás de mi tras escuchar mi aviso, de cuclillas para no resbalarse y nos adentrábamos nuevamente en el interior. Yo marché hacia la cocina a preparar algo de café en cuanto él subía al baño para ducharse rápidamente.

Sacred Touch © (UD #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora