27 de marzo, 2024
Nueva YorkTodo estaba orquestado para organizar y sacar toma de la sesión más importante que Vogue hubiese registrado en los últimos años. Anna Velour estaba a cargo de cada detalle detrás de los fotógrafos más prestigiados de la editorial para que cada toma estuviese en perfectas condiciones antes de formar parte de la edición especial. Me sentía verdaderamente arropada por la calidez que transmitía el equipo de la revista para que se sintiese como un sueño anhelado.
Verme de blanco significaba muchísimo para cualquier mujer y para mi era un salto en mi vida personal y profesional. Un nuevo capítulo, un pasar de página de manera simbólica que solo podía ocurrir una vez en la vida si la toma de decisiones fuese la correcta. Aquella jornada de trabajo la vivía junto a Blake, quien no se soltaba de mi mano ni por un segundo y sintiéndose muy nerviosa por todo el enredo que había en el estudio.
Un gran decorado giratorio formulaba cuatro sets con diferentes estilos y lugares. El primero, un enorme salón de estilo inglés renacentista y romántico con ventanales que simulaban el exterior de un jardín floral acompañado de lámparas colgantes en color oro y cuadros pintorescos.
Maquillada con tonos claros y rosados, llevaba puesto un peinado que sostenía un tocado de estilo vintage con flores. Blake me apoyaba como nunca detrás de cámaras en cuanto pisé el set y los presentes quedaban anonadados por mi vestido, el primero de los ocho seleccionados por Anna para lucir en la colección.
Un diseño espectacular diseñado por Solace London en corte sirena podía ser el favorito de muchas, con una asimetría del hombro abullonado que le daba elegancia y singularidad. Y ya si se combinaba con complementos llenos de un sutil brillo, como unos tacones satinados de Mach & Mach, el clutch de Rosantica y unos pendientes de cristales de Yun Yun Sun, daban como resultado un conjunto deslumbrante. Recostada sobre un diván de lujo, dejé caer miradas ante las cámaras mientras los flashes iluminaban el set.
—Divina Taylor, eres una auténtica musa —alegaba Anna sentada en una particular silla como si fuese directora de una película, observando las instantáneas.
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Sacred Touch © (UD #2)
FanfictionEl mundo no estaba preparado para que el tigh end más reputado de los Kansas City Chiefs se metiera en la vida de la cantante del momento y que tal vez terminasen en un fenómeno mediático. El jugador de fútbol americano, Travis Kutcher; está dispu...