El mundo no estaba preparado para que el tigh end más reputado de los Kansas City Chiefs se metiera en la vida de la cantante del momento y que tal vez terminasen en un fenómeno mediático.
El jugador de fútbol americano, Travis Kutcher; está dispu...
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2 de abril, 2024 Los Hamptons
Las gélidas aguas del Atlántico surcaban entre los dedos de mis pies mientras caminaba sin rumbo a lo largo de una costa de Los Hamptons luego de haber guardado todos los regalos. El bridal shower fue todo un éxito rotundo, a los invitados les gustó tantísimo asistir pero a mi me dejó mal sabor de boca.
Con la mirada perdida observando como las olas rompían frente a mi, me quité el sombrero de paja y quedé plasmada sin quitar vista del horizonte. Travis volvía a casa y asomaba consigo una brecha entre ambos. Separarnos de nuevo no estaba entre mi lista de prioridades justo cuando quedan semanas para el gran enlace. Aposté por tu felicidad y su nuevo rumbo, solo pretendía devolverle la sonrisa entre los dientes.
«¿Qué espejismo necesito ver para darme cuenta que con él tengo todo lo que realmente necesito para ser plenamente feliz? » pensé mientras sostenía el sombrero en mi pecho y mantuve los párpados cerrado, escuchando simplemente el vaivén del mar hasta que Selena reaparecía a lo lejos, corriendo hacia mí. Dibuje una estrecha sonrisa en mi rostro seguido de un leve suspiro.
—¡Taylor! Los invitados están esperando despedirse de ti —informaba Selena luego de quitarse las gafas de sol. Se percató de mi seriedad y no dudó en cogerme de la mano —¿Ocurre algo, Tay? Te noto dispersa desde por la mañana...
—Es por Travis, ha decidido volver con su familia para arreglar su situación con su hermano —declaré cabizbaja mientras caminábamos por la orilla —¿Debería estar orgullosa? Por supuesto que lo estoy pero temo que le ocurra algo en su contra.
—Es un hombretón, Taylor —animaba Selena tomándome de los hombros —Podrá defenderse de cualquier obstáculo que se le cruce. Le conociste siendo una bestia del campo, un temerario sin miedo, un caballero que siempre está protegiéndote —asimilaba Selena intentando sacarme una sonrisa de felicidad.
—Siempre le he deseado lo mejor para él pero siento un mal presentimiento... —elevé mi antebrazo y toqué el brazalete que me hizo Travis cuando nos conocimos —Sea lo que sea, solo espero tenerlo de vuelta —suspiré profundamente.
—Te preocupas demasiado, amiga —concretaba Selena poniendo su mano bajo mi barbilla —Se la presión que puedes tener con el enlace matrimonial, el embarazo y toda la prensa volcada ahora que has decidido dar el paso más grande de tu vida junto a él pero... eres más que eso, Taylor. Has vivido peores batallas —sonreía Selena destacando mi poder como persona por encima de las cosas y asentí con la cabeza confiando en sus reconfortantes palabras.
—A veces debo abrir más los ojos y darme cuenta de lo que hay a mi alrededor, Selena —alcé una mueca en cuanto ella comprendía mi situación —Oye amiga, quiero proponerte algo muy especial.
Nunca estaba de más recibir un consejo de alguien en los peores momentos pero Selena tenía algo en particular que los hacía únicos y personales. Siempre fue mi pilar más considerado en el que apoyarme cuando estaba viviendo mis momentos más frágiles. Supe que ella debía formar parte de mi boda de alguna manera exclusiva como gratitud por tantos años de amistad.
