El mundo no estaba preparado para que el tigh end más reputado de los Kansas City Chiefs se metiera en la vida de la cantante del momento y que tal vez terminasen en un fenómeno mediático.
El jugador de fútbol americano, Travis Kutcher; está dispu...
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21 de marzo, 2024 Nueva York
Era inevitable no voltearme hacia a él y preguntarme constantemente ¿Cuál fue el golpe de suerte para que cayese rendida en sus brazos? Lo cierto es que a medida que pasaba el tiempo, lo que sentíamos por el uno al otro se afianzaba en un terreno cada vez más firme. Atrás quedaban esas inseguridades y temores que tantos nos perseguían. Supe que era el momento de avanzar hacia delante sin mirar atrás y prosperar con él, un nuevo capítulo juntos; nuestro compromiso.
De pequeña nunca tuve en mente como quería que fuese mi enlace nupcial. Siempre anhelaba estar junto a un príncipe caballeroso y lleno de bondad con el que pasaría una vida eterna.
No era nada fácil empezar a trazar un boceto de como quería el vestido o simplemente la selección de invitados ya que al ser una celebridad podía acaparar todo tipo de riesgos. Tanto Travis como yo, sabíamos de antemano la magnitud que tendría este enlace de ser un evento mediático. Por ello, decidí organizar cada detalle de manera intimida y sin armar eco para que todo saliese según lo planeado.
Días después de que Travis anunciase su retirada del juego, acudí a John Claude Catering; una empresa de catering dinámica que contaba con un equipo muy práctico que no aceptaba nada menos que la perfección de sus rigurosos platos y la satisfacción de sus clientes más selectos de la alta sociedad. Esa filosofía la seguían desde hace muchos años en la industria alimentaria por lo que me sentía segura y con cierta satisfacción contar con las mejores manos.
Al entrar al edificio de hormigón oscuro con una gran sensación de brutalismo, un ayudante de personal se encargó amablemente de sostenerme el abrigo en cuanto saludaba a los miembros del equipo de cocina. Estaba impaciente por probar los platos que iban a formar parte del resultado final pero no necesitaba un apoyo emocional, alguien que diese el punto idóneo a mi visión.
—¡Blake! No sabes cuanto me alegro que de hayas venido. Descartaba la idea de poder contar contigo por tu ajetreada agenda cinematográfica —la abracé nada más verla salir de un pasillo luciendo un enorme sombrero de diseño en cuanto se quitaba las gafas de sol.
—¿Bromeas, Tay? —tronchó sacando una carcajada —Cuando leí tu mensaje no dudé ningún segundo en ayudarte a preparar el que será tu día más emocionante. Me complace enormemente formar parte de este capítulo en tu vida —asumía Blake muy emotiva en cuanto caminábamos hacia una gran mesa en donde los cocineros colocaban los platos que iban elaborando.
—Francamente...todo se ve muy precipitado, pero nunca antes me había sentido tan segura con un hombre de como lo estoy ahora mismo con Travis. Es una sensación indescriptible —revelé conteniendo mi emoción mientras metía mis manos en los bolsillos. Blake no dudó en acercarse y darme un achuchón de los suyos para reconfortarme.
—Te mereces el amor que te da. Es un hombre con los pies en la tierra —reconocía Blake muy segura de mi decisión por casarme con él sin cumplir un año de relación. —Escucha, se lo mucho que todo esto significa para ti —me tomó de la mano en cuanto noté que se estaba poniendo muy seria —Puedo percibirlo en tus ojos. Ahora mismo tengo un hueco hasta la grabación de mi próxima película y me encantaría ofrecerme a ser tu wedding planner si me lo permites.
