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"Me has quitado el brillo"

Ya era por la mañana, me quedé dormida demasiadas horas. Sinceramente, no sabía que estaba tan cansada.

Madame Promfrey me había dicho que ya podía irme a mi habitación porque ya estaba bien. En nada sería la competición y me estaba alistando, no tenía ni idea de cómo iba a derrotar a un maldito dragón.

Miré mi reloj, las once de la mañana, dentro de muy poco empezaría el partido. Salí de mi habitación y en la sala común me encontré con Harry, que también estaba alistado.

—¿Estás mejor? —preguntó él.

—Si, muchísimo mejor. ¿Nervioso?

Harry asintió con la cabeza y salimos de la sala común, llegamos al campo de quidditch y nos metimos en una especie de caseta rara, allí estaban todos los participantes.

—Mucha suerte, ___ —declaró Cedric.

—Suerte a ti también, chico Hufflepuff.

Cedric sonrió y me dio un pequeño beso en la frente, pero, de repente, el sonido de una cámara sonó por toda la habitación, la entrevistadora, Rita Skeeter, nos había hecho una foto a mi y a Cedric y también a Harry y a Hermione.

—¡Dos parejas encantadoras! Qué bonito es el amor de los adolescentes...

Cedric la miró mal y comentó:

—Usted no puede estar aquí, así que váyase.

Alcé las cejas y la señora obedeció a Cedric rodando los ojos.

—Le cae mal a todo el mundo y ni se entera —dije y Cedric rió.

Bartemius Crouch entró al lugar con una bolsa extraña, todos nos acercamos a él y vimos que detrás de él estaba Dumbledore.

—Bien chicos, debéis de meter la mano en esta bolsa y sacar a un pequeño dragón, que luego no será tan pequeño. Señor Diggory, por favor —habló el señor del ministerio y Cedric sacó un dragón amarillo—. Un hocicorto sueco, perfecto. Señorita Delacour —Fleur agarró un dragón—. Galés verde Común...

Los nervios se apoderaban de mí, después de Viktor me tocaba.

—Señor Krum, su turno —Viktor tomó a su dragón—. Bola de fuego chino, genial.

Las manos me temblaban.

—Señorita Lupin...

Metí mi mano dentro de la bolsa y sentí un pequeño ardor en mis nudillos, mis manos envolvieron a un dragón y lentamente lo saqué. Sus escamas eran plateadas, tenían fuertes garras y los ojos de color rojo intenso.

—Dios mío... un Ironbelly ucraniano, debes de tener cuidado, son lentos pero demasiado peligrosos.

Tragué saliva demasiado asustada y Harry sacó su dragón.

—Colacuerno, usted también debe de tener cuidado, señor Potter.

Los dragones volvieron a estar dentro de la bolsa, todos se dispersaron por el lugar y Dumbledore me puso una mano en el hombro.

Grey Eyes / Draco Malfoy (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora