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El escenario.

Mi brazo estaba enganchado al de Draco, él cual me seguía mirando asombrado.

Estábamos esperando a entrar de nuevo al baile, ya que, como participaba en el torneo de los tres magos, tenía que hacer una entrada. Harry y Parvati Patil estaban enfrente nuestra, sin hablar. El chico de gafas estaba tenso, se notaba mucho. Detrás nuestra se encontraban Cho y Cedric, quienes no paraban de hablar en voz baja y reír, los últimos en esa fila eran Hermione y Viktor Krum, una pareja que nos sorprendió a todo, al principio se encontraba la francesa Fleur Delacour acompañada por Roger Davies.

Las puertas se abrieron y la música comenzó a sonar. Miré a Draco, sonriente, y comenzamos a caminar. Al llegar al círculo amplio que había en el medio del Gran Comedor, ahora convertido en una sala de baile, la música cambió y Draco y yo comenzamos a dejarnos llevar por ella.

Mis ojos estaban conectados a los suyos, grises e intensos. La magia del baile nos envolvía, creando un mundo propio donde solo existíamos nosotros dos. Los demás parecían desvanecerse, y solo percibía la suave melodía que nos guiaba.

Draco me tomó delicadamente por la cintura, y sus hábiles movimientos nos llevaron por el salón. La elegancia de sus giros y la suavidad con la que me sostenía me hicieron sentir como si estuviéramos flotando en un sueño encantado. Cada paso estaba sincronizado con el latir de la música y la pulsación de nuestros corazones.

En ese momento, el mundo exterior se desvaneció, y solo existíamos Draco y yo, inmersos en la magia del baile. La luz de las velas creaba destellos en sus ojos grises mientras girábamos y nos movíamos al compás de la melodía.

La noche avanzaba, pero el tiempo parecía detenerse en ese instante mágico. Las risas y conversaciones de los demás se mezclaban con la música, formando una sinfonía de alegría y celebración. La conexión entre Draco y yo era palpable, y en cada giro, en cada mirada, se fortalecía.

El baile continuó, llevándonos a través de diferentes ritmos y emociones. La complicidad entre Draco y yo se reflejaba en cada movimiento, en cada gesto compartido. La gente comenzó a meterse a bailar, y cuando la música se acabó todos tomaron un camino independiente y divertido.

—¡Vaya bombón! —exclamó Theo llegando enfrente mía.

Reí y le dije:

—Tu también estás muy guapo, Theo.

—Eh, que es mi novia, Nott —bromeó Draco.

Mi mejor amigo me agarró de la mano y me llevó a la mesa de las bebidas. Sacó un pequeño frasco con un líquido y se lo echó a las bebidas, era alcohol.

—Hoy nos vamos a divertir —afirmó.

Nos servimos un vaso y nos lo bebimos de un sorbo. Fuimos a la pista de baile, donde sonaba la canción Shut Up and Dance y comenzamos a bailar y a saltar, fundidos en risas y diversión. Agarré de las manos a Theo y los dos nos miramos con una sonrisa.

¡Shut up and dance! —gritamos los dos a la vez.

Theo soltó una de mis manos y con la otra me hizo dar un giro.

La canción cambió, ahora sonaba Ripitide.

Matty se unió a nosotros y bailamos felices, sin ninguna preocupación.

I just wanna, I just wanna know —comenzó a cantar Theo.

—If you're gonna, if you're gonna stay —siguió Matty.

—I just gotta, I just gotta know —canté yo.

—I can't have it, I can't have it any other way
I swear she's destined for the screen
Closest thing to Michelle Pfeiffer that you've ever seen, oh
Lady, running down to the riptide
Taken away to the dark side
I wanna be your left-hand man
I love you when you're singing that song
And I got a lump in my throat
'Cause you're gonna sing the words wrong —cantamos los tres a la vez.

Grey Eyes / Draco Malfoy (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora