9

69 3 0
                                    


Draco y yo tenemos algo.

Ya eran las cuatro de la tarde, y a las cinco había quedado con los chicos. Seguía sin saber qué iba a hacer con Cedric, pero suponía que en ese momento lo descubriría. Opté por ducharme y vestirme con un suéter azul y unos pantalones blancos. Acomodé mi pelo y, al consultar la hora en mi pequeño reloj de agujas, noté que eran las cinco menos cuarto. ¿Cómo había pasado tanto tiempo? Alcé las cejas, bajé a la sala común y me encontré con Hermione, con quien me senté.

—¿Qué tal, Hermione?

—Bien, supongo. Lo de Ron me tiene saturada.

—Si... hoy me he peleado con él.

—¿Por qué?

—Porque se comporta como un idiota inmaduro y tiene que aprender a no serlo.

—Ron es idiota por naturaleza.

Sonreí ante el comentario de Hermione, y empezamos a reírnos, pero las risas se detuvieron cuando apareció Harry a mi lado.

—Hola, chicas.

—Hola, gafotas.

—Tiene una obsesión rara con los apodos, ___ —comentó Harry.

—Lo sé.

Hermione y Harry sonrieron y al minuto llegaron los demás, los gemelos, Ginny y... Ron. El recién nombrado nos miró a Harry y a mí con desprecio y yo apreté los labios.

—¿Vamos? —preguntó Ginny.

Todos asentimos y salimos del castillo, llegamos a hogsmeade y me quedé asombrada, el ambiente era húmedo y los árboles no tenían nada de hojas y, aunque parezca raro, me parecía hermoso.

—___, ve a tu cita —dijeron los gemelos guiñándome un ojo.

—¿Cita? —preguntó Harry con una sonrisa.

—Me han organizado una cita que no quería con Cedric.

—A por él, fiera —comentó Ginny bromeando y yo sonreí.

Los gemelos me indicaron donde estaba la casa de los gritos y fui ahí, cuando llegué me encontré a Cedric, me miró y con una sonrisa me acerqué a él.

—Hola, chica Gryffindor.

—Hola, chico Hufflepuff.

Cedric soltó una pequeña carcajada.

—Y... ¿a dónde quieres ir?

—Ni idea, nunca he venido aquí, así que... a donde tú quieras.

—¿Qué te parece si nos quedamos aquí dando un paseo?

—Está bien.

Empezamos a andar hasta que vimos un sitio perfecto para sentarnos y, claramente, nos sentamos.

—¿Nerviosa por lo de mañana?

—Un poco... ¿tu?

—Un poco.

De mis labios salió una sonrisa pequeña.

—Me enterado de que Ron está enfadado, ¿cómo estás tú?

—Bueno, digamos que bien, pero sinceramente hace unas horas quería pegar a Ron así que no lo sé, me da mucha rabia que no nos crea.

—Solo tienes que dejarle un tiempo para que piense y cuando piense con la cabeza sabrá que no fue tu culpa.

—Eso espero...

Nos quedamos callados por unos pocos segundos, mirándonos, de repente Cedric posó su mano en mi mejilla y me la acarició, no sentía esa sensación como con Draco, solo sentía nervios.

Grey Eyes / Draco Malfoy (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora