𝐏𝐥𝐚𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐚 𝐦𝐞𝐬𝐚🔞ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ🔞

PRÓLOGO

—TaeHyung, TaeHyung... ¡cielos!...TaeHyung... 

Me abracé a su espalda como pude mientras lo sentía tan adentro, tenía la sensación de que me iba a derrumbar en cualquier instante... siempre era así con TaeHyung, todo. Las conversaciones, las discusiones, el sexo, los desayunos.

Él era intenso y yo me había acostumbrado a él, incluso si a veces me había costado noches largas sin dormir y días llorando, él me había hecho a su voluntad... o tal vez yo me dejé hacer.

Pero no me arrepentía. Desde la primera vez que TaeHyung me miró y me tocó como lo estaba haciendo ahora, supe que haría hasta lo imposible para mantenerlo a mi lado, así tuviera que abandonarme a mí mismo las veces que fueran necesarias, incluso para siempre.

—¿Esto está bien? —gruñó en mi oído mientras apretaba mi cintura y luego procedió a besar mi oreja.

—Más fuerte... ¡Ah! Más fuerte. —pedí sin vergüenza y él concedió. Esa era otra cosa que amaba de Kim TaeHyung. Era un hombre de verdad, no un niño; cuando le pedía que lo hiciera más fuerte, lo hacía más fuerte y no más rápido.

—Salta, JeongGuk. —me ordenó, sacándome un chillido cuando jaló mis bragas hacia arriba, haciendo que rasparan mi interior. Hice lo que me dijo y salté sobre su regazo, totalmente perdido, complacido y desgraciadamente enamorado.

Me agarré de sus hombros y no pude evitar enterrar mis uñas en su piel mientras lo miraba desde arriba. Era demasiado guapo para pertenecer a este mundo, siempre lo pensé. Y yo me sentía tan afortunado de tener al menos unas horas de su tiempo, me sentía en el cielo cada vez que me miraba así, sólo a mí... ver mi reflejo en sus ojos era mucho mejor que los orgasmos, mucho mejor que el placer físico.

Grité cuando lo sentí en ese punto al que sólo él llegaba, y no me quejé cuando clavó sus largos dedos en mi trasero momentos antes de correrse junto a mí.

Entonces caí exhausto sobre su pecho y abracé su cuello como si TaeHyung fuera mío.

Como si no supiera que en tres días se casaría con su prometida, Jennie Kim.

¿Cómo fue que mi vida llegó a esto?

Déjenme recordar...