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—¿Qué mierda haces? —me quejé cuando TaeHyung me obligó a bajar del coche jalándome por el bazo.

Él no me respondió, en cambio siguió arrastrándome por la calle hasta que llegamos a su coche.

—Súbete. —me ordenó, pero yo estaba muy confundido para hacerle caso.

—¿Para qué? 

—Sólo súbete.

—Charlie va a estar buscándome, no puedo irme sin decirle nada ¿qué es lo que quieres? —al decirle eso, me sentí extraño, como culpable.

Pocas veces había estado en contra de TaeHyung, y las veces que peleábamos o discutíamos eran totalmente ajenas a nuestra relación; nunca había puesto a nadie por encima de él.

Y honestamente, puede que el estado en el que me encontraba esa noche me haya afectado, pero pareció que eso que le dije lo hizo enfurecer porque rápidamente se acercó a mí, mirándome con unos ojos terroríficos y abriendo la puerta para meterme a la fuerza en el asiento trasero, cosa que logró sin muchas más complicaciones. 

Quise bajarme pero pensé que ese sería un buen momento para terminar lo que sea que tuviéramos, para dejar las cosas claras y quedar como amigos... amigos normales.

Tan pronto como él entró en el auto junto a mí, me agarró del saco y me hizo subir a su regazo, besándome violentamente y apretando mis piernas con sus manos.

Quisiera decir que me resistí, que lo aparté y lo abofeteé mientras le gritaba que no lo quería volver a ver. Pero claro está que acepté todo, dejé que me besara y lo besé de vuelta, dejé que me quitara la ropa y yo le quité la suya. Dejé que se metiera entre mis piernas y lo abracé con el mismo ímpetu de siempre.

—¡Ah! ¡Ah! —rezaba para que los ruidos que salían de mi boca se quedaran dentro del auto, pero con cada salto que daba sobre TaeHyung, mis gemidos aumentaban hasta volverse pequeños gritos.

—JeongGuk —él susurró y después mordió mi cuello suavemente, plantó besos mojados a lo largo de mi clavícula y finalmente mordió mi hombro, haciéndome suspirar totalmente perdido y esconder mi cabeza sobre su hombro —. Déjame besarte, vamos.  —yo, como siempre, lo obedecí y me acerqué a él para entregarle mis labios.

Estaba llegando muy profundo y sentía mi cabeza dando vueltas, mirando todo borroso. Mientras balbuceaba su nombre, inundado de placer, detrás del vidrio algo empañado pude ver a Charlie caminando por la calle buscándome, mirando hacia todos lados, y me avergüenza decir que la culpa que sentí se desvaneció tan rápido como TaeHyung me embistió con fuerza.

Me olvidé de todo y sólo pude dejar caer la cabeza hacia atrás, moviendo mis caderas tratando de emparejarlas con el ritmo que marcaba el hombre debajo de mí. Me sujeté de su cuello con fuerza y finalmente me corrí, chillando su nombre.

Siempre era su nombre todo lo que podía pensar cuando tenía esta sensación.

Me quedé abrazado a su cuerpo en lo que recuperaba el aliento al igual que él, cuya respiración tibia podía sentir chocar en mi oreja.

—TaeHyung... —murmuré.

—¿Sí?

—No podemos seguir con esto.


𝐏𝐥𝐚𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐚 𝐦𝐞𝐬𝐚🔞ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora