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Minho, a sus 14 años, lo cambiaron de escuela a una, donde según sus padres, tenía mejor excelencia académica, y obviamente debían aprovechar que su hijo era inteligente y poder darle los mejores estudios que pudieran.

Cuando ingreso al recinto se sentía muy abrumado, aparte de que no le gustaba hablar mucho con las personas, se resignaba a preguntarle a alguien donde quedaba su salón.

No llegó nadie a salvarlo como hubiera pasado en otra historia, sino que Lee Minho miró los horarios de diferentes estudiantes hasta que encontró a una chica con el mismo horario, y simplemente la siguió hasta llegar al salón. Ahí fue cuando odió el cambio de escuela, era obvio que entre muchos estudiantes ya se conocían y ya tenían diferentes grupos, pero muy lejos de aquello, Lee Minho no le importó y fue a tomar asiento donde estaba vacío.

Pasaron un par de minutos hasta que llegó un profesor, se presentó como Do Kyungsoo, y era profesor de literatura, Lee Minho esperaba que esta escuela, los profesores no tuvieran el hobby de hacer pasar adelante a los estudiantes nuevos, pero vaya que estaba equivocado.

— Mi nombre es Lee Minho, espero podamos llevarnos bien— dijo, era el único alumno nuevo en el salón.

— Gracias Minho, puedes sentarte- habló el profesor.

Pero cuando estaba a punto de ir a su asiento, escucho como la puerta se abrió bruscamente, dejando ver a un chico rubio, jadeante y sudado, era obvio que haber corrido una maratón era poco respecto a la gran carrera que hizo para no llegar tan tarde.

— Creí que el año pasado ya habíamos llegado a un acuerdo con tu pelo, Hwang— habló el profesor Do.

— Lo que pasa es que no encontré tinte negro- dijo riendo.

Y Dios, aquella sonrisa fue la perdición de Lee Minho, ver a aquel chiquillo todo sudado, jadeante, pero sonriendo porque no había encontrado tinte negro, e incluso había retocado sus raíces de un rubio, era el tipo de chico que a Lee Minho no solía atraerle, era muy desprolijo para su gusto, y se notaba que ni siquiera prestaba atención a clases. Hwang Hyunjin era el tipo de chicos que prefería vivir tranquilamente, y si eso significaba sacar malas calificaciones, lo haría.

Minho obviamente no prestó mucha atención a su intranquilo corazón, simplemente fue de nuevo a su asiento y espero que la clase comenzara, nunca espero que Hwang fuera tan bullicioso durante clases, nunca hubiera esperado que el rubio le llamara más la atención que las clases.

Y así fue como pasaron 2 años, en los que Minho pensó que aquella atracción disminuiría con el tiempo, al contrario, sólo se convirtió en un enamoramiento más fuerte. Se seguían topando en clases, pero para Hwang, Lee Minho era prácticamente invisible, nunca había hablado con él, sabía que era un chico inteligente, sacaba buenas notas y participaba en clases, ni siquiera en dos años les había tocado hacer un trabajo juntos. Lee Minho no le importaba en lo absoluto, seguía con la firme idea que aquellos sentimientos por Hyunjin pronto se terminarían, no buscaba acercarse ni menos llamar su atención, simplemente lo admiraba de lejos y así simplemente era un poco más feliz.

Yuqi, la mejor amiga que se había hecho Minho en la escuela, estaba totalmente frustrada, ya que ella además de querer que su amigo viviera su romance adolescente, quería ver a un Lee Minho más humano, más emocional y no al frío y calculador. Había perdido la cuenta de cuántas veces intento incentivar una pizca de curiosidad en el mayor, el "qué pasaría" era lo que menos le preocupaba a Minho, pero era lo que más emocionaba a Yuqi.

Obviamente Yuqi nunca perdió la esperanza, además de perder la cuenta cuántas veces le había dicho a Lee Minho que intentará algo, también le decía al profesor Do que pusiera a ese par juntos para un proyecto, pero el simplemente se reía para luego ignorar su petición. Do Kyungsoo sabia todo, había estado con los chicos durante los dos años para darse cuenta que Lee Minho siempre perdía su atención cuando se trataba de Hwang, pero él no era nadie para decidir, menos Yuqi.

Hyunjin en cambio, amaba experimentar la vida, intentar diferentes talleres para descubrir cuál era realmente su propósito en el mundo, una de sus más grandes preguntas. Por ello es que siempre tenía un grupo de amistades variados donde pudiera aprender de cada persona alguna cosa que lo ayudara a encontrar la respuesta.

Estaba inscrito en el taller de arte, baile, incluso se había inscrito a uno de origami que no terminó por convencerle, también lo intentó con el teatro, algún deporte, aunque en verdad no era bueno en ninguno, también intentó tocar la guitarra o el piano pero sus manos no funcionaban para eso. Y es que era absurdo que iba a encontrar su propósito a sus cortos 16 años, lo único que sabía es que amaba pintar cuadros y su pelo, que milagrosamente seguía en su cabeza después de pasar por varios cambios.

Y es que Hyunjin, al ser tan contrario a Minho, fue lo que más le llamó la atención, aquel chico que emanaba tanta libertad era algo con lo que Minho anhelaba, y amaba profundamente. Minho amaba cómo Hyunjin podía ser el mismo, mientras que él se esforzaba por ser el hijo y alumno perfecto.

— Les dejaré un proyecto final, quiero que lo hagan con algún compañero o compañera con la que nunca han hablado, o al menos no hayan hablado mucho— habló el profesor Do.

Y Minho maldijo, para él no era difícil esa parte, pero prefería hacer el trabajo con Yuqi a que con cualquier otra persona.

— Les dejaré el resto de la clase para que puedan juntarse en parejas.

Para Yuqi este era el plan perfecto, dejar a Lee Minho con Hyunjin, nunca habían hablado y esta podía ser la ocasión perfecta. Pero apenas miró a su amigo, notó como este quería degollar ahí mismo.

— Ni se te ocurra pensarlo más— aclaró.

— Vamos Min, está puede ser tu oportunidad, Hyunjin habla con la mayoría del salón, tienes que ser tu.

Pero Minho se resignaba a escuchar su plan, porque él sabía que, de lo que sea que fuera el proyecto, no podría prestar mucha atención y lo más seguro es que sacaría mala nota.

Minho no se movió de su asiento, Yuqi dejó de luchar y fue hacia Nicha, una estudiante de intercambio, con la que no había hablado mucho. Hyunjin miró todo el salón, y era difícil porque él hablaba con la mayoría de las personas, y tenía sólo dos opciones, a Sana, que la conocía por ser hermana de un amigo, y a Lee Minho, un chico con el que nunca había intercambiado una palabra, pero le pareció mejor opción cuando vio a Sana hablar con otra chica.

Él ya conocía de que se trataría el trabajo, de hecho, le había propuesto unas partes a su profesor, el cuál sentía que Hyunjin sería un buen profesor de mayor, así que lo dejaba participar de aquellas cosas.

— Hola, ¿hacemos el trabajo juntos?

Y si, aquella fue la nota más baja que tuvo Lee Minho en todos sus años escolares, sólo pudo decirle que si a todo a Hyunjin sin contradecir lo que estaba malo. Aquella vez el Do Kyungsoo prohibió que Lee Minho y Hwang Hyunjin hicieran un trabajo juntos nuevamente porque Hyunjin era una mala influencia para las notas del otro.

Y aquella fue la única instancia en 4 años donde ambos compartieron palabras, Minho era muy callado y Hyunjin muy ruidoso, a Minho le encantaba todo el ruido de Hyunjin, lo hacía sentirse vivo, pero más allá de eso nunca lo demostró. Yuqi con Nicha, la cuál se había hecho amiga del par, se habían rendido luego de tanto tiempo intentando que Minho hiciera algo con su amor platónico, pero era imposible para ellas, incluso habían creado situaciones para que ambos hablaran, pero no llegaban a intercambiar mayores palabras.

Así fue hasta el último día de clases en la escuela, Minho salió con notas sobresalientes, podría optar a estudiar cualquier cosa si se lo propusiera, pero prefería seguir el camino de Do Kyungsoo, aquel profesor que lo inspiraba tanto y lo hacía sentir más libre escondiéndose en escritos. Si, Lee Minho quería ser profesor de literatura, amaba enseñar y amaba la literatura como amaba a Hyunjin, porque gracias a ambos podía aspirar a la libertad.

Y hyunjin también decidió estudiar para ser profesor, pero de artes, era algo que le encantaba, podría pintar todo el tiempo que quisiera y poder enseñarle a los demás cómo hacerlo.

Así fue como ambos, separaron sus caminos, pero a la vez se juntaron de nuevo en la Universidad Estatal de Seúl en la facultad de Pedagogía.

Amor Platónico | HYUNHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora