Amor Platónico | HYUNHO

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Las siguientes salidas se basaban en terapias artísticas para ambos, Hyunjin se la pasaba dibujando o pintando algún lienzo, y Minho llevaba su libreta para escribir diferentes cosas que se le pasaban por la cabeza. Y tal como dijo Hwang Hyunjin,  él ha sido el jurado de las palabras del mayor, el cual está totalmente extasiado de leer y escuchar las metáforas y palabras del mayor, como cada frase temcontenia una historia tan profunda y se recitaba tan sutilmente que parecía como un aleteo de mariposa.

Por otro lado, Lee Minho se ha sentido tan afortunado de poder ver las pinturas de Hyunjin, sabía desde la escuela el amor que tenía el menor por el arte, y como cada cuadro parecía contener toda una historia detrás,  como la gran mayoría se trataban de amor. Fue descubriendo en esas semanas el gran amor que tenía Hyunjin con respecto al tema del amor, y como parecía idealizarlo tanto que le daba miedo la gran desilusión que se llevaría con la realidad de las relaciones.

Cada día iba descubriendo nuevas cosas, y su enamoramiento por el rubio solo se hacía cada día más fuerte, cada día aguantaba sus ganas de llorar por el amor que sentía, por su amor no correspondido y que jamás pasara, porque aunque Lee Minho nunca intentará tener algo más con él menor, no significaba que no sufriera por ello, cada día se lamentaba por cosas dichas y no dichas, cada día deseaba que el rubio lo abrazara más fuerte, deseaba mirar sus ojos por horas y poder decirle cuánto lo amaba. Porque Lee Minho era intenso, él quería mostrar su amor  sin vergüenza alguna, pero no había intenciones de hacer aquello.

Hyunjin no era tanto, sé daba cuenta que a ratos Minho se le quedaba mirando minutos eternos, pero se autoengañaba pensando que realmente estaba mirando al cuadro, a la pintura en busca de una inspiración para escribir. Se dio cuenta por los escritos de Minho que estaba enamorado, describía a una persona de una forma tan bella que por un momento quiso ser él esa persona afortunada de poder gozar de las lindas palabras que él mayor escribía.

Yuqi y Nicha estaba al tanto con la situación del par, Nicha estaba emocionada por cada avance en la relación de ellos, y Yuqi no paraba de decirle a Minho que fuera algo más directo con sus sentimientos y se le insinuaba al menor para que supiera de sus intenciones. ¿pero que insinuaria si no habían intenciones de algo más? Minho estaba feliz como estaban las cosas hasta el momento, no anhelaba que sucediera algo más,  estaba feliz con Hyunjin a su lado revoloteando como un huracán.

— ¿Puedo proponer un tema para hoy?— preguntó Hyunjin.

— ¿Cuál sería el tema?

— Yo dibujo algo que me inspires, y tu escribes algo con respecto a mi.

Y Dios, cómo iba a negarse a esa oportunidad, si bien. le daba miedo que Hyunjin descubriera de su enamoramiento, quería ver esa pintura lo más pronto posible, como Hyunjin lo veía a él,  a que le inspiraba. Tomó su libreta y lápiz y comenzó a escribir.

"La Luna sigue observando mi nombre,
acusándome de lo que nunca pude nombrar"

No quiso escribir más por miedo a que algo se revelara, pensó mil veces antes de mostrarle el final de todos los bocetos de palabras que había escrito antes de llegar a eso. Hyunjin también se sentía nervioso de mostrar el dibujo, había elegido dibujar un retrato de Minho pero con detalles únicos que hacían el retrato un poco más fantasioso, era su rostro con cientos de rosas a su alrededor, pero se sentía ansioso de ver la reacción del mayor al ver el retrato, podía sentir como su almuerzo se revolvía en su estómago y quisiera vomitar ahí mismo, no sabía por qué se sentía así, había mostrado sus dibujos a muchas personas y nunca había llegado a sentir náuseas por mostrar uno.

Sin mucho que pensar le entrego con cuidado el cuadro a Minho, y él le entregó su agenda de notas, leyó la frase mil veces y no llegó a comprender lo que decía, las palabras del mayor eran muy rebuscadas. obviamente debía tener un significado, pero no se atrevió a preguntar. Alzó su vista y pudo contemplar el rostro de Minho, tenía la boca levemente abierta, sus ojos parecían brillar más de lo normal, pudo admirar muchos más detalles del mayor, sus delgados labios, un lunar que se encontraba en su nariz, sus ojos rasgados y como su pelo caía sutilmente por su frente.

Se había dado cuenta de tantos detalles que sentía que el retrato no le hacía juicio a Minho, y se sintió avergonzado por no darse cuenta de eso primero, quiso quitarle el cuadro al mayor, pero él lo alejó de sus manos, Minho se quedó mirando a Hyunjin, obviamente le iba a exigir ese cuadro, era lo único que podría apreciar del menor. Según Minho aquél cuadro había quedado maravilloso, Hyunjin sabía ver a las personas de una manera diferente.

— Me lo voy a quedar— dijo decidido.

— No está bien, me faltaron muchos detalles— se excusó.

— Mentiroso, está terminado, me lo voy a quedar— dijo mientras lo guardaba en su mochila.

— Entonces yo me quedo con tu libreta— la guardó en su mochila.

— ¿Qué? No, ahí tengo muchas cosas escritas.

— Una cosa por otra, Lee.

— No es justo, yo solo me llevo un dibujo tuyo y tu te estas llevando toda mi libreta.

— Toma, llorón.

Hyunjin no era muy apegado a sus dibujos, así que sacó una libreta y se la dio a Minho, sintió por un momento como si le estuviera pasando su vida entera, pero ignoró esa sensación que se armo en su corazón y continuó dibuja Do en otra libreta. Minho simplemente se quedó viendo cada uno de los dibujos, admirando como el menor era capaz de expresar tanto en sus obras, Minho siempre había admirado ese talento que tenía Hyunjin, y como cada día se esforzaba en perfeccionar sus cuadros y en trasmitir cada vez mejor lo que quiere. Minho, a pesar de no saber dibujar, había admirado y analizado cada cuadro de Hyunjin desde que estudiaban, nunca se acercó así que solo admiraba sus pinturas desde lejos o cuando había una muestra artística en la escuela.

Y para Hyunjin igual, solo que él no podía deleitarse de las palabras del mayor, ahora tenía su libreta completa, no sabía desde cuándo Minho la había comenzado a usar ni cuánto tiene escrito, pero la tenía y eso le hacía enormemente feliz, después de dibujar un poco más aquella salida llegó a su fin. Se despidieron y cada uno fue a su casa. Hyunjin inmediatamente llegó a su casa a leer la libreta, habían muchos borradores, palabras sueltas, párrafos más largos, otros contando alguna historia, se había dado cuenta que Lee no sólo había escrito cuando ellos estaban juntos, sino que también practicaba en sus tiempos libres.

Pero lo que más le llamó la atención fueron sus escritos con referencia a la luna y sus emociones, Lee Minho, a pesar de mostrarse como alguien más que frío, se notaba que amaba a alguien con cada texto que escribía, no salió el nombre en ninguna parte, ni siquiera un indicio de quién podría ser. Y ahí fue cuando comenzó su gran curiosidad, a qué persona se estaba refiriendo Minho en cada nota, a quién le pertenecían esos sentimientos tan lindos y bien escritos.

Así que tomó una decisión,  descubrir quién era esa afortunada persona y lograr que ambos estén juntos, Hyunjin era amante del amor, y le encantaría la idea que el escritor tenga su historia de amor. Él también deseaba tener la suya, pero todo a su ritmo, a él no le interesaba nadie hasta el momento. Pasó gran parte de la noche ideando algún plan para descubrir los secretos del mayor, Lee Minho le daba mucha curiosidad, siempre había sido así,  como una clase de enigma para el menor. Un enigma que debía descubrir y resolver.

Al día siguiente buscó al mayor, a pesar de que no era el día que ambos compartían lo busco de igual manera, tenía su horario y sabía a la hora que saldría de su clase. Por suerte tenia la mayor parte del día libre y cuando finalizó su clase fue al salón de Minho a esperarlo. Y ahí lo vio salir con el rubio, Se scordaba que su nombre era Felix, se habían conocido en la universidad ya que ambos estudiaban la misma carrera. Y por un momento pensó que quizás era el rubio del que se trataba, recordaba algunas notas donde Lee Minho hacia muchas referencias al amarillo y pensaba de que se trataba de alguien rubio. Además que el de pecas, desde lejos, se trasmitía mucha calidez.

No quería adelantarse, pero haría que Minho terminara jubto a ese gran amor que describía.