Amor Platónico | HYUNHO

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Hyunjin siempre fue una persona de tener muchas amistades, amaba estar rodeado de personas y poder hablar sobre cualquier tontería o tema profundo. Los primeros síntomas de ser profesor en Hyunjin se manifestaron a sus 16 años, cuando el profesor Do le dio una oportunidad para proponer una actividad, no era para nada bueno en literatura, pero hacía su mejor esfuerzo.

Ahí fue cuando se empezó a dar cuenta de la gente que lo rodeaba y como todos sus compañeros interpretaban la parte de la actividad que él le propuso al profesor. Cada respuesta era diferente, y amó como cada persona dio su punto de vista a una actividad tan simple como que escribieran un texto en relación a las estrellas. Aquello fue de gran inspiración para un cuadro de su clase de artes, y fue gracias a un pelinegro que leyó su relato y lo inspiró profundamente, aquellas palabras habían calado tan hondo en su corazón que incluso escribió lo que más se acordó de aquello.

"Una estrella nace con un corazón roto"

El relato era más largo, pero con suerte se había acordado de esa parte textual, siempre se preguntó quién había dañado tanto a esa persona para escribir aquel relato tan inspirador para él. Pero fue después, con el tiempo, que empezó a darse cuenta que aquel chiquillo escribía muy bonito, tan bonito que cada relato que lograba escuchar, le servía de inspiración para luego pintar, se sentía tan extasiado que juró que podía morir ahí mismo y sería feliz solo con escuchar unas palabras más.

Lee Minho siempre tuvo un don para escribir, las palabras fluian tan suavemente por sus dedos que lo hacía ver tan simple y complejo a la vez, por eso siempre amó la literatura, poder escribir y leer era transportarlo a otro lugar donde podía ser más libre, más él mismo, donde nadie lo juzgaría. Y Hyunjin no era ajeno a eso, siempre le llamó la atención la escritura de Lee Minho y cómo lograba inspirarnos con un par de palabras, Minho era arte para Hyunjin, y por ello se intentó acercar a él a través de algún proyecto escolar.

Pero vaya fue su decepción cuando Minho parecía no querer compartir su dote por la escritura, el proyecto era simple, hacer una infografia sobre algún libro que leyeron, Hyunjin propuso un libro y Minho lo aceptó,  Hyunjin decía algo sobre el libro y Minho también aceptó, incluso respondió una pregunta mal a propósito y Minho la aceptó igualmente.

Y después de eso, el profesor Do le dijo en privado que no volviera a juntarse con Lee Minho porque claramente era una mala influencia para el pelinegro. Pero ahora que no estaba el profesor Do, y eran mayores, esperaba que la situación fuera diferente, pero Minho se la estaba dejando cada vez más difícil.

Durante esa reunión llegaron a un acuerdo, que los días martes y viernes serían suyos, donde ambos compartirian clases y luego podrían hacer cualquier cosa, pero menos ir a fiestas, eso ya le quedó claro a Hyunjin. El rubio quería aprovechar cada oportunidad para escuchar cualquier cosa de Minho. aunque el mayor apenas hablaba, pero para él, aquellas migajas eran más que suficientes. Minho tenía una forma particular de expresarse, y eso le llamaba la atención, a veces simplemente quisiera meterse en su mente y saber qué pensaba.

Aquel viernes Hyunjin pasó todo el día pensando donde podrían ir después de clases, quería salir a algún lado donde Minho se sintiera cómodo,  había incluso pensado en ir simplemente a una biblioteca y dejar que el mayor se explayara ahí mismo, pero dudaría mucho que Minho le hablaría si iban allá. Hasta que encontró por Internet una cafetería perfecta para ir, era una cafetería donde además de servir café,  tenían diferentes lienzos y pinturas, dudaba mucho si Minho tuviera algún talento para aquello, pero dejaría que hablara la mayor cantidad de tiempo, lo haría hablar.

— ¿Cuál es tu libro favorito?— preguntó para empezar la conversación luego que sus pedidos fueron dejados en la mesa.

— Es algo difícil de elegir...— contestó hipnotizado mirando como el rubio comenzaba a pintar.