Capítulo 7.

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— Vegetto. . . — El metamoru le susurraba con torpeza por los labios invasores. El alcohol había agudizado su sensibilidad. Aquel poderoso guerrero siendo tomado con posesión por su contraparte.

Después de todo ¿que les impedía satisfacer sus necesidades juntos? Ambos eran de una raza proveniente de monos. No debían tener pudor por tener relaciones sexuales con alguien de su mismo sexo ¿pero esto sería una bendición o el inicio de una pesadilla?

Los rayos de luz se colaban por las persianas iluminando el rostro del pothala, ¿por qué tan pronto se le comenzaba a hacer simpático? Sus facciones se marcaban más, la luz reflejaba más sus facciones y Gogeta se sintió atraído por su aroma, por su voz. . . Pero rechazaba totalmente la idea de sentir "algo".

Poco a poco sus besos comenzaban a aumentar el grado pasional. Algunos suspiros se colaban en el acto, algunos jadeos se ahogaban en ese dulce jugueteo.  En un movimiento rápido Gogeta volvió en sí y se detuvo.

—No puedo. . . Hacer esto—  el metamoru frenó sus caricias y tomó un poco de aire.

— Hahaha. . . No digas estupideces Gogeta— el pothala lo tomó de la mano y la llevó hasta su propia intimidad.

Rápidamente Gogeta sintió el tamaño de la creciente erección sobre la prenda.  Después de esto Vegetto se deslizó por el cuerpo de este y alcanzó con el ápice de su lengua  uno de los pectorales de su compañero; chupó y succionó a su antojo. Delineando el contorno de la tetilla asegurándose de dejar bien estimulada esta zona. Gogeta reaccionó, pequeños estremecimientos abrigaron su anatomía. Ahí era una de sus zonas más erógenas.  Gogeta siguió oponiendo resistencia, intentó quitarlo de ahí pero joder. . . Que bien sentía el saiyan.

Y la misma acción la repitió en el pectoral izquierdo, quedando completamente hinchados y húmedos ambos pezones.

Vegetto se detuvo y se levantó del lugar. Gogeta aún no era capaz de mirarlo a los ojos por más atractivo que le pareciera. Y entonces comenzó a deshacerse de todas sus prendas, liberó su erección para luego abalanzarse hacia su querido y apetitoso hermano.

— Chúpalo — Vegetto le ordenó demandante mientras una sonrisa lasciva se dibujaba en las comisuras. Inclinó levemente su torso y le dejó una fuerte mordida sobre su hombro. La sangre inmediatamente comenzó a brotar brevemente, Vegetto extasiado por la imagen lamió con necesidad la herida que le dejó. 

Por alguna razón a Gogeta le excitaba el dolor infringido en su cuerpo, pero no pensaba admitirlo tan fácilmente. Primero medio muerto a elevarle la arrogancia a su homólogo.

—¿Así si vas a cooperar o. . .? — el pothala dijo ronco. Sin pudor alguno también tomó la erección de su hermano y comenzó a masturbar esta, golpeteando y rozando ambos penes.

—No te hagas el difícil, maldito mira como estás — Vegetto agregó extasiado.

— Que humillación estar en esta posición contigo — Gogeta reprochó, el tinte de sus mejillas se hizo más carmesí. Era una desventaja tener piel blanca, hacia más evidente su vergüenza. A Vegetto le irritó la voz de su hermano y le introdujo a la fuerza su índice y el dedo de en medio en su boca. Vegetto comenzó a tantear la profundidad de la boca de su acompañante.

—Quiero que los lamas bien — habló posesivo el pothala.

Gogeta comenzó a lamerlos con torpeza. Era su primera vez teniendo sexo con un varón. Por un momento se sintió tan humillado al ser el muñeco de desahogo de su rival. Así que los lamió como lo indicaba, abarcando toda la extensión de los mismos. Dejándolos completamente húmedos e impregnados de su saliva.
Vegetto se inundó de un placer sin igual, para ser la primera vez de su hermano lo hacía bastante bien.

[ Dulce adiós] Vegetto x Gogeta. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora