Cap2 Primer contacto

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El horrible sonido del despertador empezó a sonar. Me desperté de mal humor. Fui a alistarme, y esta vez decidí salir temprano. No quería perderme mi segundo día de instituto.

Llegué a clase. Me sente en mi sitio de mal humor. Además, no había visto a Ela desde que llegué. Así que me toco sentarme sola al final de clase.Llegaron todos los compañeros, pero Ela seguía sin aparecer.
Entonces, entró un chico por la puerta que no había visto el primer día, y me llamó bastante la atención. Era un chico alto, de cabello rubio y rizado, con ojos verdosos.

Me quedé mirándolo por un buen rato, como si estuviese enbobada con él. Pero entonces, al lado mío, se sentó un chico. Un chico que si había visto el primer día. Y comenzó a hablarme

-Por fin llego, pensaba que llegaría tarde.Uy, lo siento por no presentarme. Soy Mateo. Eres nueva en este instituto, ¿verdad? Porque no te había visto antes por aquí.

-Hola, encantada. Yo me llamo Ami. Y pues sí, soy nueva. De hecho, este es mi primer año aquí.

-Oh, pues si quieres, podemos ser amigos. Si te sientes sola o algo, puedes contar conmigo y hablar. A mí me gusta mucho ser amigo de la gente. Aunque tengo pocos amigos, siempre intento ser majo con todo el mundo.

De pronto, mi mirada volvió, volvió a ese chico que me había llamado tanto la atención. Estaba sentado tres mesas más adelante de mí, en la fila de al lado. Podía verlo perfectamente desde mi sitio. Me quedé embobada, mirando su cabello rubio y sus ojos. Él estaba hablando con su compañero.Pero entonces Mateo volvió a interrumpir. —Oye, ¿hola? ¿Estás ahí? —Tierra llamando a mí. —Te veo muy embobada mirando al frente. —¿Qué pasa?
Lo siento, Mateo, le respondí. Simplemente me había quedado embobada. Son cosas que a veces me suelen pasar. Le dije sin explicarle lo que realmente estaba mirando.

Terminaron las clases y salía del instituto hablando con Mateo. Bueno, mejor dicho, escuchándolo, ya que era un chico que siempre tenía tema de conversación. Cuando lo volví a ver, era ese chico otra vez. Ese niño que había entrado en clase y me había llamado tanto la atención. Ese niño en el que no podía parar de pensar y en el que no podía parar de fijarme.
Conforme andábamos, íbamos detrás de él. Parecía que seguía el mismo camino que el de mi casa. Me despedí de Mateo. Él vivía a dos calles del instituto. Continué andando sola. Seguía detrás del chico.
Entonces, a él lo recogió un coche. Y se marchó. Durante todo el camino seguía pensando en él. No me lo podía sacar de la cabeza. Llegué a mi casa, y aún seguíamos con la mudanza. Continué desempacando mis cosas, intentando que mi habitación pareciera una habitación, ya que aún faltaba mucho por colocar. Pero en todo esto, nada de lo que hacía conseguía distraerme de pensar en ese chico.

Se hizo de noche. Y mi padre me llamaba para la hora de cenar. ¡Ami! ¡Vamos, ven, baja! Te estoy preparando la cena. Avisa también a tu hermano.
Logan, te llaman para cenar ,le grite . Y junto a mi hermano, bajamos al comedor. Estuve cenando con mi familia. Cenamos pizza casera. A mi padre se le da muy bien cocinar.

Durante la comida, no pensé mucho en ese chico. Pero sí que es verdad que de vez en cuando se me venían imágenes de él hablando con su compañero en clase.Terminamos de cenar y todos nos fuimos a dormir.

A la mañana siguiente sonaba la alarma  otra vez. Esta vez me desperté emocionada, con ganas de ir a clase. Estaba nerviosa por si iba a volver a ver a ese chico o no, y estaba dispuesta a hablar con él. Me levanté rápido, me preparé, y fui la primera en salir. Ni siquiera esperé a mi hermano.

Por el camino fui lo más rápido que pude al instituto. Llegué a la puerta y ni siquiera me acordé de esperar a Ela o a Mateo. Entré directamente a clases. Estaba ansiosa por llegar a clases y ver a ese chico de nuevo. Y dispuesta a hablar con él. Llegué de las primeras a clase. Aún no estaba la profesora. Me senté y me dispuse a esperar a que llegaran los compañeros.
Entonces llegaron todos los compañeros, Ela seguía sin aparecer, y Mateo volvió a sentarse al fondo de clase conmigo. Y ahí estaba él. Era el último en llegar a clase. Me quedé embobada nuevamente mirándolo.Estuve todas las clases pendiente a él ,esperando a que sonara el timbre del recreo solo para ser la primera en salir y hablar con él.

¡RIINNNG,RIIING!

Mateo- Y entonces sabes lo que pasó ¿no? No te lo vas a creer... ¿EY A DONDE VAS?!!!
Ami- !PERDON MATEO HABLAMOS LUEGO!Salí corriendo hacia la puerta, justo antes de que saliera él. Ni siquiera se había levantado. Y me dispuse a esperarlo.
Hice como que me chocaba con él, solo para tener una buena excusa para iniciar una conversación.

Ami- u...uy..lo-lo-lo siento jeje. No te preocupes me respondió
Ami- Oye como te llamas? Es q estamos en la misma clase y aún no me se tu nombre jasja
Gavin me llamo gavin y tu eraaas.... Ami?
En ese momento no me lo podía creer. Dijo mi nombre. Se sabía mi nombre. ¿Cómo se sabía mi nombre? ¿Cómo? ¿Sabía de mi existencia? Mi corazón se aceleró. Y mi mente estaba muy confusa. Pero me emocionó mucho que supiera mi nombre. O que por lo menos se hubiera fijado en mí.

-Ami- Siii vaya me sorprende eh -le respondí
-Gavin-Sí, bueno... estamos en la misma clase. Pasan lista y yo me quedo con el nombre de los compañeros. Ya nos veremos más tarde.

Entonces se marchó y ya no volví a hablar con él durante el resto del día. Finalizaron las clases. Salía con Mateo del instituto y otra vez. Ahí estaba él, delante mío. Como que el destino me lo ponía en la cara. Pero ¿para qué? Si total, nunca iba a tener una amistad con él. O por lo menos de eso pensaba yo. Continuamos andando. Me volví a despedir de Mateo y la misma rutina de la última vez. Se volvió a ir en un coche. Llegué a mi casa sin poder parar de pensar en él. Llegó la noche y sin más me dormí.

Inevitablemente tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora