Cuando termino de ducharme y salgo del baño, mientras me envuelvo en una toalla mullida y con olor a suavizante, decido cotillear un poco su habitación. La cama está hecha, con unas sábanas bastante serias pero bonitas, simples, pero con pinta de agradables. Además, me doy cuenta de que la cama es enorme, debe tener como 2 metros de ancho o así. Aunque, teniendo en cuenta el rollo que lleva Gael con Merry, no me sorprende tanto. Abro la cómoda y veo su ropa interior: todo bastante revuelto, lo que me hace gracia. No le pega ser demasiado ordenado, la verdad. Digamos que hace juego con su aspecto un poco desaliñado, y sexy a rabiar.
Elijo unos bóxers negros con la goma roja y me los pongo. Me permito unos segundos para oler su ropa y me siento feliz. Luego cojo una camiseta, me la pongo y voy al salón. Cuando estoy muy cerca de la entrada les oigo hablar y no puedo evitar quedarme en el recodo, escuchando. "...pero ahora que has vuelto me siento pleno." Una pausa y luego habla Merry: "Joder, Gael, te quiero. Ven aquí". Luego oigo cómo se besan con pasión y, deseando volver a verles hacerlo con mis propios ojos, entro en el salón.
- En serio chicos, me parecéis adorables. Cada vez me alegro más de haber aceptado el trato.
No puedo evitar la sonrisa al verles. Me parecen súper dulces y también les envidio... Espero que la confianza entre nosotros crezca y pueda yo también sentirme parte de ese amor y ese cariño. Ambos me miran sonrientes también, y me siento en el sofá de nuevo mientras me enciendo un cigarro. Gael me da un repaso valorando la ropa que he escogido y noto que le complace. Y a Merry también:
- Estas muy guapa. Me gusta cómo te queda su ropa.
- Sí, esos bóxers te favorecen mucho. – Dice Gael. Hace una pausa en la que la picardía brilla en su mirada. - Si no estuviéramos ya bastante saciados te los arrancaría ahora mismo para poder hundirme en ti.
- Mmm... Me gusta la idea, pero necesito descansar al menos un rato, si no quiero morir de tanto... sexo.
Los tres nos reímos, y ellos se muestran de acuerdo. Después, empezamos a charlar tranquilamente de todo un poco, con intención de conocerlos mejor, sobre todo a Merry, y de que ellos me conozcan. Gael me pregunta en un momento dado:
- ¿Trabajas mañana? - Yo siento el regocijo de poder contestarle que no, y sobre todo de las posibilidades que eso ofrece.
- Pues la verdad es que tengo el día libre, porque me debían la libranza de una guardia y me la han dado mañana.
- Eres cirujana igual que Ibon, ¿no? - dice Merry.
- Sí, por eso nos conocimos, en la residencia. Pero ahora trabajo en otro hospital, ya sólo nos vemos en ocasiones especiales, como la del otro día.
- Tremenda ocasión, ¡sí señor!
Me carcajeo con el comentario de Gael al recordar los dos polvos sublimes que echamos en el baño el día de la despedida de Ibon. Merry me mira con un punto de lascivia, y sé que Gael le ha contado lo suficiente.
- Ya me dijo este que eras una diosa, aunque... la verdad es que me sorprendes bastante. Para bien, ¿eh? O mejor dicho... para muy bien. – Me halaga el comentario, y nuestras miradas se encuentran y veo que sus ojos increíbles me sonríen. - Yo también estoy cansado, pero tengo que reconocer que me pones mucho, y espero que te quedes un rato más y podamos jugar luego otra vez. De hecho, habíamos pensado...– Hace una pausa para darle emoción. - que puedes quedarte a dormir si te apetece.
Me quedo callada unos segundos pensándolo, y miro a Gael, que vuelve a hablar en ese momento.
- Sí. Nosotros mañana trabajamos, pero yo estoy de tarde así que puedo desayunar contigo si quieres. -Lo pienso un poco más y decido que me apetece, y me alegro de que haya sido idea suya, y no lo consideren excesivo.
- De acuerdo, me gusta la idea. Y ahora, ¿os apetece un café para recargar las pilas?
- Sí. Espera que lo preparo en seguida.
Gael se levanta de nuevo sin que me dé apenas tiempo de ofrecerme a hacer algo, y no puedo evitar darle un repaso cuando se levanta y se aleja. Ese torso perfectamente esculpido y el tatuaje, y sus ojos oscuros... "Delicioso".
Cuando se pierde de vista, Merry se acerca a mí y me susurra:- Tuyo y mío, linda. Todo nuestro.
Y yo no puedo evitar que el estómago se me estruje y mi interior se humedezca con la anticipación.
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Tres son compañía
General FictionLore lleva una vida tranquila, dentro de lo que cabe. Sin embargo, pronto alguien de su pasado aparecerá y trastocará su mundo, lo que la llevará en una espiral de sentimientos desenfrenados. Descubrirá que puede haber mucho más de lo que jamás imag...