1-Dios está con nosotros

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Si algo he aprendido, es a abandonarse en el Señor. Nosotros nunca lo vamos a ver claro, detrás de cada una de nuestras preocupaciones o dilemas, hay otra preocupación más. Con esto quiero decir que, si estamos esperando a estar bien para creernos que Dios nos quiere, dejémoslo ya. Dios nos quiere ahora, nos quiere débiles, es ese padre que disfruta pudiendo ayudar a su hijo. Y la sonrisa de un hijo es siempre motivo de alegría más que suficiente para un padre. Así que dejémonos ayudar y sonriamos, aunque cueste, que esa sonrisa nuestra además de alegrar a los que haya a nuestro alrededor, alegrará a Dios y nos ayudará a nosotros mismos. Pero que sea una sonrisa auténtica, porque sabemos que es verdad que Dios está con nosotros. Dios mide la espalda y luego pone la cruz, confiemos en Él.

Acordémonos por las mañanas de rezar el "Oh Señora mía", que así el día empieza diferente. De esta manera somos conscientes de que lo que hagamos se lo estamos ofreciendo a la Virgen, así que no valen chapuzas. Pero te recuerdo que lo nuestro son las chapuzas bonitas, que sí que valen. Estas chapuzas son el típico regalo del día de la madre, que es un dibujo que, aun buscando hacerlo lo mejor posible, parece de todo menos lo que de verdad es, o sea que es medio buratacho; pues esos regalos están hechos con un montón de cariño, y para nuestra madre tiene un valor incalculable. Así que atrévete a, hoy y cada día, hacer las cosas con tu mejor intención, aunque luego, sin haber dejado de buscar la perfección, queden como queden, pero eso ya no importa tanto.

Quiero Ser SantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora