XVI. 𝒕𝒉𝒆 𝒌𝒊𝒏𝒈

5.1K 513 47
                                    

꒰ 🔥🐉 ꒱ᘡ CAPITULO DIECISÉIS ᘞ108 D

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

꒰ 🔥🐉 ꒱
CAPITULO DIECISÉIS
108 D.C
EL REY

C❝EL REY❞

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ALICENT

—Princesa.— pronuncia Amarys con desaprobación, acercándose a la joven para quitarle el peso de sus manos.— ya le he dicho que estas ya no son sus labores. Me corresponden solo a mi.— es completamente un regaño, pero con mucho cariño.— no solo por su nuevo título, si no por las seis lunas de embarazo que tiene.— dice rápidamente cuando nota que ella quiere protestar. Deja aquellos dos libros gruesos sobre la mesa del escritorio.

—Estoy embarazada, no enferma.— se defiende Alicent de todas maneras con una mueca.

Definitivamente no estaba acostumbrada a toda la atención. Si bien, antes ella misma tenía algunas personas de las servidumbres para servirla en algunas tareas debido a su posición de noble, pero ahora era completamente distinto. Como la princesa consorte no la dejaban hacer nada por sí misma y era difícil adaptarse a eso.

—El príncipe Rhaegon ha dado una orden explicita.— le recuerda y observa de reojo a Baelon quien estaba tomando su siesta.

—Mi esposo se preocupa de más.— suelta frustrada, pero luego de unos segundos se queda callada sintiéndose mal por quejarse de toda la atención que estaba recibiendo. Estaba tan absorta en su supuesto problema, que olvido lo más importante. Rhaegon no quería que sufriera el mismo destino que tuvo la reina.

Dioses, piensa Alicent. Ella realmente amo y aprecio a la reina, pero nunca paso por su cabeza que su esposo podría tener miedo por ella en el momento del embarazo. No lo pensó, porque las mujeres de su familia son conocidas por ser fuertes a la hora del parto, por lo que, aquel suceso jamás creyó que podría ocurrirle.

—¿Ahora lo entiende, verdad? — inquiere Amarys al notar el rostro de su princesa.

—Yo... yo no lo había pensado de esa manera.— admite con tanta vergüenza.

—No se preocupe mi princesa.— la tranquiliza la doncella, mientras la guía hacía el sofá que está en los aposentos del príncipe Baelon.— no se quejaba con malas intenciones. Así que, no debe sentirse de esa manera.— le besa la frente con cariño. De alguna manera, había comenzado a verla desde hace un tiempo como su propia hija. Sintiéndose feliz, cuando Alicent parecía tan cómoda como ella ante las muestras de afecto.— le pediré a la servidumbre que traiga fruta para usted.

𝐭𝐡𝐞 𝐚𝐫𝐜𝐡𝐞𝐫 ; house of the dragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora