THE ARCHER ━━ ❛ Rhaegon Targaryen se convirtió en heredero del trono de hierro desde el momento en el que nació, lo que significo que todas las responsabilidades cayeron sobre él, pero eso no fue impedimento para que disfrutara de los goces de la vi...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
꒰ 🔥🐉 ꒱ ᘡCAPITULO CINCO ᘞ 105 D.C ❝EL PAJARITO COMIENZA A INTENTAR VOLAR❞
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ALICENT
La mañana estaba radiante, por lo que, se levantó con gran ánimo para comenzar un nuevo día. Apenas estuvo lista, dio aviso que tomaría desayuno en los aposentos del príncipe Baelon, gracias al pequeño había podido evitar más a su padre. Además, la mano del rey no estaba demasiado contento con su nuevo puesto, pues creía que no se esforzaba lo suficiente en complacer al príncipe heredero y por eso solo la veía como una criada. Pero ella estaba segura de que eso no era cierto, porque Rhaegon era bueno y amable con ella, la saludaba cada vez que la veía por los pasillos y también le dijo que estaba feliz con que tuvieran una amistad. Sin embargo, ese tipo de cosas prefería guardarlas para sí misma, porque era mejor si su padre no lo sabía.
Aunque no podía evitar que le hiciera gracia que su padre la mandará allí, a pesar, de que por años lo escucho decir lo mala influencia que era el príncipe heredero, pero resultó ser ella la primera en tener conductas poco acordes a sus títulos. Después de su sueño que fue hace una luna, no pudo borrarlo de su mente, por más que fuera a rezar al septón. Incluso durante algunas noches comenzaba a recordarlo y sentía que, si se concentraba lo suficiente, aún podía sentir como el la tocaba.
Sin embargo, era demasiado temprano para pensar en aquellas cosas, ya se disculparía con los dioses más tarde por su mal comportamiento.
—Buenos días, sir Criston.— saludó Alicent con una pequeña sonrisa apenas visualizo al hombre.
—Buenos días, lady Alicent.— correspondió el caballero de la misma forma.— siempre tan puntual.— la elogio con cautela, pues realmente ella era muy dedicada con los cuidados del pequeño príncipe.
—No me gusta hacer esperar a Baelon.— respondió entre pequeñas risas. Además, creía fielmente que una buena crianza se fomentaba con los horarios y constancia, así había leído en uno de los libros. Como también, darles mucho amor por supuesto.
