Tweek no era alguien especial dentro de la universidad, apenas un pobre estudiante promedio de 17 años que aún no sabía qué hacer con su vida y como vivirla, además de trabajar en la cafetería de sus padres y tocar en una banda el piano no era nadie extraordinario y si a eso le contabas sus Tics y temblores, bueno, un blanco fácil del bullying.
Pero aun así chicos como él merecían tener la oportunidad de poder estar ahí donde él, viendo el partido de su universidad mientras babeaba imaginariamente por el chico más guapo de su mundo.
- ¿Qué hacemos aquí? -Preguntaba uno de sus únicos 3 mejores amigos, Pip.
-Venimos a darle ánimos a Kenny y Barbs. -Dijo como si nada Tweek, sabiendo que era una mentira que ni ellos creían.
-Tweek, ellos ni saben quiénes somos. -Contestó Butters rodando los ojos, pero haciendo que los tres hicieran un puchero decaído, odiaban vivir así.
Tweek y sus dos mejores amigos, Leopold Stoch y Pip Pirrup, eran parte de una banda llamado "Girasoles", sin embargo, ambos vocalistas, Kevin McCormick y Barbará Stevens no sabían sus verdaderas identidades de los chicos, pues ellos eran de los chicos populares y ambos vocalistas pensaban que sus demás integrantes eran de la universidad de Denver.
Kweet, Marjorine and Phillip son los integrantes de aquella banda; un chico guapo e inalcanzable; una chica trans extrovertida y un británico rockero eran los alter egos de aquellos amigos que un día tocando en un bar conocieron a esos dos rubios que terminaron convenciéndolos de formar esa banda.
-El que no sepan que s-somos nosotros no significa que no-no podamos venir a apoyarlos. -Tweek les sonreía a sus amigos, Kenny era jugador de americano y Barbs era una porrista.
- ¿Seguro que no es por él? -Butters le esbozó una sonrisa a su mejor amigo el cual inmediatamente se puso rojo de la vergüenza de ser atrapado.
-Jajajaja ¡Ack!, ¿Qui-quién él? -Respondía nervioso el rubio.
Pip y Butters se le quedaron viendo y después a la cancha, donde ambos señalaron a un jugador en particular, conocido comúnmente como "La bestia Tucker".
Craig Tucker, alias la bestia era el crush de Tweek. El chico era alto, de ojos verdes con el pelo negro azabache y de las personas más serias de la universidad, un alfa en cualquier sentido, un sueño para cualquier mujer y hombre gay, como su caso.
Tweek era el admirador secreto de Craig, aunque este tan poco sabía de su existencia, no era de ese círculo de amigos ni soñando, por lo que lo único que podía hacer en esos momentos era admirarlo desde las ultimas gradas, soñando que algún día el chico le hiciera caso de la nada.
Demasiado cliché.
-No está lejos de tu alcance. -Intentaba animar Pip. -Solo debes hablarle...
-Tú podrías hablarle también a "El diablo" pero igual te entra el nervio. -Contestó rápidamente Butters con una sonrisa, sus dos amigos estaban obsesionados por personas que ni siquiera sabían que existían. -Mínimo yo sé que el chico que me gusta es un bueno para nada.
-Oh, vamos Leo, si McCormick se muere por ti. -Y era cierto, el rubio siempre intentaba coquetear con Marjorine, lo cual siempre terminaba en un rechazo absoluto y no es que a Butters no le gustará, pero entendía que Marjorine era una persona y Leo otra.
-Se muere por Marjorine, sin el disfraz y mi personalidad brusca fingida, sabemos que no le gustaría Butters, demasiado inocente para él. -Leo no era estúpido, y no es que no quisiera acostarse con él como Marjorine, si no que sabía que no la amaba y no estaba dispuesto a dejar sufrir su corazón, suficiente daño tenía ya de como vivía ese infierno en casa de sus padres.
Nadie dijo nada más, el juego siguió como antes y cuando este acabó, fueron los chicos de los primeros en irse, no tenían la intención de ser vistos por algunos jugadores como Cartman, por ejemplo.
-Nos vemos en la noche en casa de Pip. -Les avisaba más que preguntar Tweek a sus amigos los cuales asintieron. -Debo ir a trabajar.
Tweek llegó a su casa solo a cambiarse para irse a trabajar, agradeciendo al cielo llegar a tiempo para que sus padres no lo regañaran y lo hicieran trabajar horas extras, quería ir al club nocturno hoy a tocar un par de canciones, todos habían confirmado.
El chico trabajo duro todas las 5 horas que duraba su jornada para que justo a las 8 sus padres lo dejarán irse corriendo como alma que llevaba el diablo a la casa de Pip, ya que al ser huérfano vivía en la salida del pueblo haciéndolo gran lugar para cambiarse y no ser reconocidos por nadie.
-Hola Kweet. -Se burlaba Phillip ya con su disfraz de rockero que consistía en el pecho descubierto, un paliacate negro en la frente y unos jeans negros ajustados con un chaleco de cuero negro. - ¿Viste a Butters en el camino?
Tweek negó mientras se quitaba la camisa y se cambiaba a aquella blusa rota blanca sin mangas y unos jeans negros parecidos a los Phillip, aunque estos tenían brillantina y sus queridas botas negras de cadenas.
Cuando el rubio se maquillaba se volvió a ir tocar la puerta, donde ya Marjorine había llegado vestida y corriendo.
-Mis padres no querían tomarse el té con el somnífero, pero ya quedo. -Si algún día los padres de la chica se enteraban de donde acababa todas las noches, estaría muerta. La chica iba de falta roja, con un paliacate atado a su cabello postizo y un maquillaje de noche con un top negro con rosa que la hacía ver roceramente linda.
-Lo sabemos, hay que irnos, es tarde y Trent se va enojar que no estemos tocando a la hora. -Kweet agarró su casco y al salir había dos hermosas motos esperándolos afuera. - ¿Quieres venirte conmigo Marjorine?
La chica asintió mientras Phillip se trepaba a la otra y juntos, recorriendo la hermosa carretera por unos 20 minutos, lograron llegar a su destino, un viejo bar de mala muerte donde las mejores bandas se presentaban, como girasoles.
El bar era de un chico de su edad que había pasado tiempo en la cárcel y saliendo, decidió crear el mejor bar del mundo, del cual los chicos eran los principales bateristas y era con ese bar que tenían la oportunidad de ser visibles ante otros sitios.
Al llegar, ya sus dos amigos vocalistas los esperaban, sin embargo, algo que dejó helados a los rubios fue ver al equipo de porristas y el de futbol americano también ahí, eso no era normal pues se suponía que nadie "sabía" lo de sus escapadas.
-Mierda, ¿Qué hacen ellos aquí? -Marjorine era la primera que quería caer en un colapso al ver a que sus amigos vocalistas lo saludaban desde que se estacionaban.
- ¡Chicos! -Fue Kenny el primero en acercarse apenas vio las motos estacionarse, ya las conocía. - ¡Listos para tocar!
-Siempre. -Habló confiado Kweet, aunque en el fondo de moría de los nervios al ver la mirada de Tucker sobre la de él, de hecho, la mirada de todos sobre las de él. - ¿Quiénes son?
-Oh, amigos nuestros, se enterarán y vinieron apoyarnos, es la 1 etapa del concurso de bandas del norte ¡debemos ganar! -Era cierto, ese club era el primero de varios a los cuales debían ir a tocar, para que, al final de mes se decidiera un ganador indiscutible que tendría la posibilidad de grabar un disco.
La verdad Tweek no creía que fueran capaces de tanto, pero esto les emocionaba mucho a todos los demás integrantes del equipo, por lo que solo suspiró asintiendo, esto iba a ser incomodo si en toda la gira los iban a acompañar esos chicos, además de que aún no tenían plan para poder hacer que Butters saliera a todos los bares, ya que unos estaban muy lejos y Trent había invertido en ellos a pesar de que nadie se lo pidió.
-Vengan, los presento. -Kenny agarró a Phillip y a él para presentar, ya que Marjorine fue atrapada por Barbie. -Ellos son Stan Marsh, Token Black, Kyle Broflovsky, Eric Cartman, Clyde Donovan y Craig Tucker... amigos, ellos son Marjorine, Kweet y Phillip, los demás integrantes de la banda.
Todos saludaron como si nada, pero desde ese momento, la pacifica vida de Tweek estaba en las cuerdas flojas.
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Al ritmo de la melodía
FanfictionEste fanfic es el remake de "Al ritmo de la canción" que escribí antes. Tweek, Leo y Pip son tres mejores amigos invisibles en su escuela que, sin querer tienen una doble vida con una banda junto a dos de los chicos más populares de su mismo institu...