Capítulo 12: Una pequeña pista.

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-Ah mierda Super, ¿Pues qué comiste? -Dijo el chico mientras veía a su gatito todo deprimido aullando que le dolía su estómago inflamado.

Sus clases acabaron y pensaba dormir un rato antes de irse al concierto de hoy, pero resultó que llegando a la casa empezó a escullar a su cuyo desesperado de atención y, cuando subió a ver que le pasaba a Wonder, vio a su hermoso gatito negro todo malito vomitando por algo que había comido en algún momento que salió de caza. Sin pensarlo se llevó a ambos animales al veterinario, donde ahorita estaban esperando para pasar.

- ¿Tweek Tweak? -Habló el médico haciendo que el rubio se levantará rápido sin soltar a su gatito mientras su cuyito estaba en la bolsita de su camisa viendo a su dueño todo asustado.

Pasarón a consulta y efectivamente el gatito había comido una lagartija que le cayó mal y tuvieron que hacer un lavado de pancita, dejando al pobre moribundo, cosa que alertaba más a Tweek, debía cuidar de sus animalitos. Saliendo de la consulta una llamada alertó su teléfono, genial, más problemas.

- ¿Bueno? -Era su madre por lo que su mayor miedo se estaba volviendo realidad, que lo necesitarán.

-Tweek necesito que vengas a la cafetería acabando tu tarea para ayudarnos al cierre, tu padre espera una mesa de mucha gente por una celebración. -Tweek quería morirse y justo hoy tenían concierto en la madrugada en un bar de Denver, era una situación asquerosa.

No podía decirle que no a su madre, por lo que colgando con ella rápidamente sacó su teléfono y empezó a escribirle a sus amigos, esperando que uno pudiera hacerse cargo de sus animalitos. 

Estaba jodido, sus amigos no podían hacerse cargo de sus animales

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Estaba jodido, sus amigos no podían hacerse cargo de sus animales... ¿ahora que haría? Craig paso de un momento a otro por su cabeza, era su mejor opción, pero ¿Cómo coños le haría para convencerlo?

No lo pensó mucho y decidió llamarlo mientras tomaba un taxi para ir a la casa de Pip, ahí estaba su moto y su ropa para no delatar su identidad. Por fortuna el chico contestó rápido.

- ¿Bueno? -La voz nasal de Craig le hizo temblar, sonaba increíble desde llamada.

-Hola Feldspar soy T... Kweet, soy Kweet. -Casi la cagaba por los nervios ya estaba arriba del taxi y le decía silenciado el teléfono a donde ir.

-Hola cariño, ¿Qué paso? -A Tweek casi le da algo al escuchar esa palabra, ya se lo había escrito en mensajes de texto, pero escucharla salir de la boca de Craig era como una fantasía echa verdad, demasiado buena para ser verdad.

-Ho... hola si, lo que pasa es que mi gato se puso malo por comer una estúpida lagartija. -Tweek veía feo al gato, pero este estaba más atento al cuyito que se movía en la bolsa de la camisa del rubio. -Tengo que ir a un lugar antes de ir al concierto y necesito que alguien los cuide... ¿podrías ayudarme? ¡Solo serían un par de horas!

Se escuchó un silencio por un breve momento haciendo temblar a Tweek ¿y si no podía?

-Claro, pero estoy a dos horas de Denver... -Tweek suspiró, si tenía contemplando eso.

Al ritmo de la melodíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora