Parte XXII

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Sarah Garza Alonso

Maratón 2/3

Había llegado a casa, le pedí a Diego que por favor por hoy me deje sola, quería pensar y el por suerte lo respeto. ¿Había arruinado nuestra cita por mi culpa? Soy horrible como pareja. Me sentía bastante mal y quería desconectar de todos, fui al balcón de mi habitación y saque un cigarro para fumar lo mientras pensaba, ¿Por que dijo lo de Carola? Si el es solo un amigo, expulse el humo del cigarro que tenia en mi boca, me sentía mal, Diego era alguien especial para mi y el echo de que se enoje conmigo ya me hacía mierda, me estaba dando un ataque de ansiedad aquello y lo estaba tratando de regular con el cigarro, fumar se había vuelto mi escapatoria y lo amaba, era mi lugar seguro. El tan solo pensar que el estaba enojado conmigo me quitaba el apetito, no había comido nada en todo el día y ahora tenía menos hambre que antes, quería ahogarme en este instante, me sentía tan mal por aquello, pensar que la causante de eso era yo me hacía sentir más mal. Ahora mismo desearía estar con él abrazada viendo una película, una de Marvel que tanto amabamos de ver juntos, si tan solo no hubieramos salido capaz y esto no habria de haber pasado, en cierta parte el tenia razón, nunca le decía lo que sentía y cuanto lo quería, cuanto me gustaba estar con él. Solte un bufido cuando escuche que alguien me llamaba, ¿acaso no me podían dejar tranquila?

—¿Bueno?—pregunte, había contestado sin mirar el nombre.

—Wey, ¿estas con Diego?—era Abi, sonaba preocupada.

—No, ¿Paso algo? El se acaba de ir, tuvimos una especie de discusión.

—Mierda Sarah, no se que paso mientras estabas en España, pero acabo de ver una entrevista de Quevedo y dijo que la canción que saco hace poco, la de Columbia la hizo de indirecta para vos, es mejor que no entres en ninguna red social.—no hable, me había quedado pasmada— Sarah, si quieres voy a tu casa...

—No, no vengas—pedí, en una suplica casi— voy a decirle la verdad, lo que en verdad pasó. No lo dejaría así, no puedo perderle Abi.—escuche su suspiro y colgué su llamada, sin más que decir.

¿Algo más? Por favor que el no piense que paso eso mientras estábamos separa... Nunca habíamos terminado, mierda. No lo dude más y llame a un Uber, lo espere afuera y cuando llego le dije la dirección, fueron unos 10 minutos de temor, al llegar le agradecí como pude al taxista y le di el dinero correspondido, baje y abrí la puerta, estaba Vane en la cocina, ellos se habían mudado ya, pero hoy decidieron venir a pasar la noche.

—Sarah...—hablo, yo le sonreí como pude—Esta en su habitación, pero..—escuche como ella soltó un suspiro cuando no la deje terminar y le agradecí asintiendo, fui rápido para la habitación de Diego.

—Amor...—dije y el estaba en su celular, tenia una lágrima por su mejilla—te juro que no es verdad, por favor...

—¿Por qué viniste?

—Dame la oportunidad de explicarte, por favor..—sentía mi voz temblorosa— Tu sabes que jamas lo haría, amor..

—¿Ahora me llamas amor? Lo haces cuando te conviene—dijo el de mala gana, mirando hacia otro lado.

—Si me beso, en la fiesta de la casa de Vegetta, si lo hizo.—dije rápido, si no me daba el permiso de decirle, lo haría sin su permiso.

—Sarah, de verdad cállate.—me destrozo el corazón que me hablara así, nunca lo había echo, jamás— Vete de mi casa.

—No, no lo voy a hacer...—dije limpiando las lágrimas de mis mejillas— Diego, por favor...—pedí casi rogando, el no dijo nada y miró para otro lado.

—Pensé que llegarías a ser diferente, pero me equivoque.—Y eso me rompió el corazón, sentí como se rompía pedazos a pedazos, salí de su habitación y estaba apunto de salir de la casa, hasta que apareció Hasvik.

—Yo te llevo en mi carro, vamos.—ordeno y como pude le sonreí.—¿Es... Verdad?—me pregunto cuando ambos subimos al carro, el arranco a manejar.

—Mierda! No, no! Yo jamas, jamas haría algo así—dije llorando— Y menos a el Hasvik, yo lo amo y soy consciente de que nunca se lo digo, pero de verdad lo amo y jamas le haría eso, uno no engañaria a la persona que más ama.

—Hay un video, Sarah.

—¿No me crees?—pregunte casi indignada, el más que nadie me conocía— ¿Sabes que Hasvik? Jódete, pensé que eramos amigos, para el auto.

—No, te voy a llevar—digo, mierda.

—Paralo! No necesito que me lleves, mierda.—pedí de nuevo, el me miró y me dijo algo que al segundo deje de escuchar.

En tan solo ese un minuto que paso, estallamos contra un auto, hace unos segundo no había ninguno, pero ahora si. Había sido bastante fuerte el choque, sentí como el carro bajaba en la carretera y daba como tres vueltas, hasta que me quede inconsciente. Veía todo blanco, pero sentía dolor, mucho dolor. Escuché las sirenas llegar al lugar, aun no veía nada y me daba miedo, pero ahora no sentía dolor, sentía que mi cuerpo se relagaba y mi alma salía de mi cuerpo, descansaba. Después de aquello, no sentí nada más.

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Otro más corto, pero no quiere decir que el menos interesante y por las dudas, no pago terapias! Salu2s. 💋🫵

Algo contigo   ||   Barcagamer X T/NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora