Parte XVII

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Con Diego ya habíamos llegado al hotel, como el pesaje había sido algo intenso me metí a dar una ducha para relajarme y aparte aproveche, ya que Diego me había dicho de salir a comer así que ya me bañaria para estar limpia y maquillarme al salir. Aprovechariamos que nos iríamos mañana por la noche de nuevo a México.

—No me voy a cansar de decirte siempre lo mismo.—escuche la voz de Diego cuando salí del baño y sonreí automáticamente, por costumbre.

—¿El que?

—Que estas hermosa con cualquier cosa que te pongas, Sarah.—Me reí nerviosamente ante eso, el se había acercado a mi y puso sus dos manos en mis mejillas para hacercarme y darme un corto beso en los labios.

—Ya cállate.—escuche como el se río ahora—¿Nos vamos?

Pregunte y el asintió, iba a agarrar mi bolso pero el se adelanto y lo cargo por mi, salimos de la habitación y a llegar a la planta baja nos pedimos un taxi, al llegar ambos nos subimos a la parte de atrás. En cuatro minutos llegamos al lugar, le pagamos al taxista y bajamos de allí para entrar al restaurante, era uno bastante elegante, que suerte que me aviso por que iba a venir muy informal.

—¿En que piensas?—le pregunté, ya que se me quedó viendo, eso me ponía muy nerviosa de él.

—En lo hermosa que eres.

—Cállate pendejo.—dije, el sabía que me chiveaba muy fácil y sabía que lo hacía apropósito.

—¿Por qué no me callas con tus besos?

—Quisieras.

Estuvimos un rato hablando hasta que llego el mesero, ambos pedimos una paella valenciana para dos, ya que ninguno antes la había probado.

—¿Nosotros estamos saliendo de nuevo oficialmente...?—pregunte de la nada, nerviosa.

—Te lo iba a pedir hoy formalmente, pero te me adelantaste.—se rio nerviosamente.

—Entonces déjame el honor a mi.

—Las damas primero.

—Diego Balsa, te quiero un chingo y la neta me gustas demasiado, se que tuvimos un problemilla de por medio, pero aun eso para mi no es suficiente como para separarnos de tal modo—dije nerviosa y vi como el sonreía—Ya mejor termino con esa mamada—reimos—¿Podría llegar yo a ser tu novia?

—Así no era, te tenias que arrodillar.

—Cabron, no te voy a pedir matrimonio.—ambos reímos por lo que había dicho.

—Acepto, mi tilina.

—Arruinaste el momento.—rodé los ojos y el solo me vio con su típica sonrisa que me encantaba.

—Que bonitos ojos tienes.

—Yyyy, me quieres chupar el pene—dije y nos reímos, puse mis manos en la mesa y el hizo lo mismo, estirando las suyas hacia las mías para unirlas.

—¿A poco y tienes?

—Era mi secreto, pero no más mentiras.

—Inga tu, doble premio.

—Eres un tonto.

—Y aun así te gusto—hablo, yo solo me reí nerviosamente y mire para un costado.

Comenzamos a comer cuando llego la comida y hablar de nuestra vida tanto privada como pública, había pausado el álbum y todas las colaboraciones que tenía y eso era frustrante, el me dijo que le cuente un poco y le hice caso. Al terminar de comer pagamos y salimos de aquel lugar, el me había dicho de ir a caminar sin rumbo alguno, pero estaba demasiado agotada y quería dormir, así que volvimos al hotel.

—Tu duermes en el sofá.

—A chinga, ¿ahora que hice?

—Me engañaste con el Juan.

—¿Es por que le conteste un mensaje en nuestra cita?

—Si—mentí y el sonrió, se abalanzó con cuidado hacia mi y me tiro a la cama, yo estaba riendo por aquello—Bájateee—pedí entre risas alargando la "e".

—No, estoy cómodo.

—Tengo que cambiarme y tu también.—recordé y el bufo, apartándose de arriba mio, yo me levante de la cama para ir a buscar algo, pero vi un buzo de Diego y lo agarre, al igual que un short mio.

Mientras Diego se cambiaba en el dormitorio yo estaba cambiandome en el baño, se me había echo un poco costumbre ponerme sus buzos, en mi casa tenía dos. La gente obviamente a veces lo notaba, pero yo no leía los comentarios, no le daba importancia. Al salir ahora yo fui la que se abalanzó arriba de Diego, con cuidado ya que me senté en su regazo, el tenia su espalda recostada en el respaldo de la cama y al sentir como me senté arriba de él dejo su móvil para poner sus dos manos en mi cintura.

—¿Qué?

—Te quiero.—le dije con una sonrisa, para luego agarrar sus dos mejillas con mis manos y darle un beso.

—¿Y esa muestra de cariño tan repentina?

—No pos, si quieres no lo hago más—me hice la enojada y me acosté al lado de él, sin taparme y dándole la espalda, pero al poco tiempo sentí como el me tapaba y me abrazaba por detrás.

—Yo también te quiero, Sarah.

—No, ya no quiero nada.

—Tu te lo pierdes.

—Voy a hacerte 5 canciones puteandote.—me di la vuelta para mirarlo, nuestras narices estaban rozando.

—Si no me demuestran amor así, no quiero nada.—me reí levemente por aquello.

—Extraño 2023, aun no puedo creer que estemos en 2024.

—Yo también lo extraño, paso rápido el tiempo.

—En el tiempo que estuvimos separados, me di cuenta de algo.

—¿Qué no puedes vivir sin mí?

—No, eso no.—vi como el estaba sonriendo, yo llevé una mano a su mejilla y comencé a mover mi pulgar en círculos— No es nada, olvídalo.—le di un beso en los labios.

—¿Segura?

—Si, es que no me se explicar.

—¿Quieres ver algo en la tele?—negué con mi cabeza.

—Tengo sueño, mañana tengo que ir a entrenar de nuevo, es agotador.—sentí como el me acercaba más para quedar recostada en su pecho, obviamente no me negué y al ratico me empezó a hacer mimos.

—Falta poco para que seas la ganadora, se que vas a poder.

—Ojalá y si, diego...—dije por último y quedamos ambos en silencio. A los minutos me dormí, pero aún podía sentir como Diego seguía haciéndome mimos.

Si me dieran la opción de estar con él así para siempre, creo que ya sabía la respuesta, amaba estar con él. El era la paz en todo el caos que existía en mi mundo y eso me encantaba, el me entendía.

———

Este capítulo fue más sentimental, por que yo ando sentimental (Llore escribiéndolo), ojalá tener un amor como el de ellos dos, la forma en la que han demostrado amor hacia mi es creándose inseguridades y metiéndome los cuernos. 😹😹😹 (es llanto)

Algo contigo   ||   Barcagamer X T/NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora