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(__) sentía cómo su estómago se revolvía cada vez que intentaba levantarse de la camilla de la enfermería

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(__) sentía cómo su estómago se revolvía cada vez que intentaba levantarse de la camilla de la enfermería. Parecía notablemente débil a los ojos de la Melusina.

—Es mejor que no te levantes de la camilla, no pareces estar en el mejor estado. La mastitis parece haber empeorado hasta convertirse en septicemia —habló con preocupación la Melusina.

En los últimos días, había experimentado fiebre y náuseas constantes.

—¿Septicemia? —preguntó confundida (__).

—Es una infección grave. Tendré que hablar con el gran duque para que te trasladen de urgencia al hospital de Fontaine y puedan tratar la infección a tiempo. Lamentablemente, aquí no tenemos los recursos necesarios para abordar una infección de ese grado —explicó con impotencia. Mientras tanto, (__), suspiró consternada.

La Melusina salió del área de enfermería, dejándola sola. Sudaba profusamente debido a la fiebre, sintiendo sus pechos hinchados y ardiendo.

Pasaron varios minutos antes de que escuchara varias pisadas acercándose. Divisó al azabache, cuyo rostro reflejaba una clara expresión de preocupación. Habían pasado varios días desde su última reunión. La apariencia frágil de (__), delgada y fatigada, era evidente.

Asi es como fueron pasando los dias. La mejora en la salud de (__), gracias al tratamiento adecuado, fue notable. Neuvillette la visitó con frecuencia para verificar su estado. Finalmente, llegó el día de su alta y el gran duque la acompañó de regreso al fuerte de Merópide.

—Espero que hayas disfrutado de tu estadía fuera del confinamiento —bromeó Wriothesley.

—No creo que estar al borde de la muerte sea algo disfrutable, señor duque —contradijo (__), caminando al mismo paso que él, aunque le resultaba difícil debido a su estatura y a los pasos más cortos.

—Tal vez estás experimentando el castigo más cercano a tu crimen —puntualizó Wriothesley, haciendo que (__) se encogiera de hombros.

—Si seré ejecutada dentro de poco, ¿podré ver por última vez a mis hijos? —preguntó (__), su voz reflejaba calma, pero también desesperación.

(__) se sentía frustrada por su situación, sabía que no pintaba bien lo que estaba por suceder.

—Eso lo decidiré yo. En mis manos está tu destino. Si el duque desea a alguien muerto, no necesita justificaciones para ello —declaró firmemente Wriothesley.

—Ya veo —suspiró (__), consciente de que había sido inculpada de un crimen que no había cometido. Sabía que aquellos detrás de la acusación no descansarían hasta que fuera ejecutada. A pesar de que varios planes para evitar su muerte pasaban por su mente, no sabía si serían aceptados.

(__) había ajustado su atuendo bajo la gélida mirada de Wriothesley, su respiración agitada denotaba su nerviosismo palpable

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(__) había ajustado su atuendo bajo la gélida mirada de Wriothesley, su respiración agitada denotaba su nerviosismo palpable.

—¿Todavía no has recibido noticias de tu esposo? —preguntó con un deje de burla, provocando un fruncimiento de ceño disgustado en (__). Aquella interrogante se había convertido en una constante molestia por parte del azabache últimamente.

A pesar de todo, (__) conservaba la esperanza de que aún le importaba. Habían compartido muchos momentos desde la infancia hasta la adolescencia, y quería creer que sus votos matrimoniales no habían sido en vano. No permitiría que sus hijos quedaran desamparados; dos de ellos aún dependían de ella y necesitarían de su esposo en el futuro.

—Por favor, no hablemos de él, me hace sentir despreciable—imploró (__).

—¿No es más despreciable dejar a tu esposa desamparada? —respondió Wriothesley con frialdad, tomando delicadamente el mentón de (__).

—En estos momentos, lo único que me importa es quién se quedará al cuidado de mis hijos. No quiero que crezcan en la Casa de la Hoguera como yo, no es el mejor lugar para su crianza —resopló (__).

—Podrías comenzar cooperando y diciéndome qué hacen en la Casa de la Hoguera. Tu esposo también está relacionado con los Fatui directamente, así que cualquier información que tengas sería útil —sugirió Wriothesley, mientras (__), fruncía los labios en señal de inconformidad.

—No tengo información que les interese. Aunque es cierto que tengo vínculos con los Fatui por haber crecido en ese orfanato y que mi esposo esté involucrado, se los he dicho muchas veces. Incluso pueden solicitar información a la sota —manifestó su disgusto. Era frustrante ser culpada por algo que no había hecho.

—¿Realmente crees que confiaremos en Arlecchino? —inquirió Wriothesley.

—Solo hay tres heraldos confiables, entre ellos está Madre. Aunque sus acciones no son del todo buenas, ella sería capaz de traicionar a los Fatui y a la zarina si pusieran en riesgo a los niños de la Casa de la Hoguera —respondió (__), recordando cómo Arlecchino se había enfadado con Lyney por haberle pedido un engaño para proteger a su gemela.

—Ella también los usa para sus operaciones, no puede ser muy confiable si utiliza a ustedes para cumplir sus metas —argumentó Wriothesley.

—Fontaine está constantemente en peligro debido a la profecía. La sota quiere la Gnosis para detener su avance. Creo que te has dado cuenta de que no queda mucho tiempo, ¿no es así? —añadió (__), mordaz. No era tonta y estaba al tanto de lo que sucedía a su alrededor.

El sonido del mar empezaba a cambiar, y las perturbaciones se hacían más evidentes. No era necesario ser muy astuto para darse cuenta de ello.

—De eso debería encargarse la Arconte, en ella debemos confiar, así como en su señoría, Neuvillette —vociferó Wriothesley.

—Confío en que ellos encontrarán una solución. Pero los Fatui quieren la Gnosis para su beneficio y para ir contra Celestia. Tenerlos arriba representa un constante peligro. Las visiones solo sirven para mantener a raya a los humanos y vigilarlos —declaró (__), con seguridad, recordando conversaciones pasadas con su esposo y acompañando algunas reuniones como observadora, aunque solía prestar poca atención.

—Wow, entonces ya estás empezando a cooperar. Sigue así y podremos llegar a un acuerdo, si es necesario, sobre tu condena —mencionó Wriothesley antes de empezar a besar a (__), pasando sus manos a la espalda de la menor y acostándola de nuevo sobre el escritorio con delicadeza.

 Sigue así y podremos llegar a un acuerdo, si es necesario, sobre tu condena —mencionó Wriothesley antes de empezar a besar a (__), pasando sus manos a la espalda de la menor y acostándola de nuevo sobre el escritorio con delicadeza

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Familia [Neuvillette, Wriothesley x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora