Familia [Neuvillette, Wriothesley x Lectora]

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[Final Neuvillette]

(__) acunaba con ternura a las dos pequeñas recién nacidas. El parto había sido arduo, pero la dicha que sentía era inconmensurable. Por fin podía estrechar entre sus brazos a sus dos hijas, quienes habían heredado el tono de cabello de Neuvillette y los ojos característicos de los descendientes de Khaenri'ah.

No cabía duda de que las pequeñas eran hijas del juez de Fontaine. Su semejanza con su progenitor era innegable.

—Qué criaturas tan hermosas —comentó Collei al entrar en la habitación. Habían permitido a la joven madre descansar tras las extenuantes horas del alumbramiento, pero la curiosidad de Collei era incontenible.

No podía evitar preguntarse cómo lucirían las pequeñas, especialmente después de haber oído rumores sobre la ausencia de un padre.

—Hola, Collei. Te presento a Elayne y Risette —saludó (__) mientras le mostraba a las dos pequeñas—. ¿Podrías, por favor, tomarnos una fotografía con mi daguerrotipo?

La joven de cabellos verdes asintió y tomó el ingenioso artefacto fotográfico. Capturó varias imágenes de la nueva madre con sus hijas, así como algunas de las pequeñas para el álbum de recuerdos de (__). Después de todo, Collei había observado que (__) poseía numerosas fotografías de Bastian en sus primeros meses. Estaba convencida de que habría acumulado aún más, de no ser por las vicisitudes que había enfrentado en menos de un año.

—Muchísimas gracias, Collei. ¿Podrías hacerme el favor de entregar una carta por mí? —inquirió con tono anhelante.

—¿Una carta? —preguntó Collei con cierta perplejidad y sorpresa.

—Es para el padre de las gemelas. Nunca respondió a mis misivas anteriores, pero deseo informarle sobre el nacimiento de las pequeñas —explicó (__) con un dejo de vergüenza, mientras acunaba a las recién nacidas entre sus brazos.

Ansiaba obtener alguna respuesta de Neuvillette. Todo había concluido de manera abrupta entre ellos, y ella se había visto obligada a partir sin mirar atrás, presionada por las circunstancias.

Numerosos pensamientos habían cruzado su mente antes de abandonar Fontaine. Estuvo a punto de revelar la verdad cuando se disponía a abordar el Ferribús que la conduciría al desierto de Sumeru, pero optó por la cobardía y guardó silencio.

Quizás, si hubiera revelado su embarazo, todo se habría complicado aún más, y se habría visto obligada a admitir que había jugado con los sentimientos de dos hombres simultáneamente.

—Creía que desconocías la identidad del padre —musitó Collei con asombro. Después de todo, la mayoría suponía que alguien en el Fuerte Merópide se había aprovechado de ella.

(__) dejó escapar una risa amarga. En cierto modo, Collei había acertado. Realmente, (__) no estaba segura si sus hijas eran del Gran Duque o de Su Señoría, el Gran Juez.