Otro día más. Otro dónde TaeHyung sale a toda prisa de su casa para no llegar tarde a trabajar; cómo siempre culpaba a su gato por no dejarlo dormir al buscar su atención por medio del juego, más era una excusa a causa de una maratón de su serie favorita hasta altas horas de la noche. TaeHyung no media su tiempo, como tampoco dimensionaba su espacio, todo giraba en una gran incógnita mágica, surreal, que a él lo odiaba y denominaba en su extraordinaria mente mala suerte.
Corriendo logró entrar al tren acomodando su saco mal puesto y su corbata a medio poner, más bien parecía que saliera de una batalla que de su propia casa. Se acomodó en una de las sillas vacías suspirando por su gran maratón. "Un día de estos terminaré muerto" se cuestionó, negando con su cabeza y cerrando los ojos al percatarse que su almuerzo se había quedado empacado en la barra de la cocina, "¡diablos, otro día sin comer!", suspiró haciendo un puchero que nadie valoraría en ese plagado tren de bullicio y olores.
Ya en la oficina su amigo, como siempre le ánima―. Tranquilo, mi despistado, Tete, para eso está tu Jimin, ¡para convidarte de su rica comida! ―exclama su pelinegro y único mejor amigo a la hora del almuerzo―, ¿mejor cuéntame que te hizo olvidar tu comida? ―Cuestionó sonriendo a lo que el lindo castaño hace un puchero de infarto―. Si no estuviera casado, te comería a besos ―Jimin aprieta un moflete sonrojado de su amigo que sonríe avergonzado.
―Primero fue Félix, al parecer está enamorado de la vecina, no deja de maullarle hasta tenerla a su alcance, ya luego me quede viendo mi serie ―hablo bajito a lo que Jimin niega.
― ¿Cuándo aprenderás, Tete? ―vuelve anegar―, pero me tienes a mí, mi hermoso esposo preparo una delicia de almuerzo para que traiga.
TaeHyung baja su rostro algo decaído―. Que suerte tienes ―suelta y el pelinegro alzó una ceja―, ya quisiera yo tener a alguien que haga eso por mí, que me quiera y me acepte con mi mala suerte y todo. Desde que mi madre murió siento que el universo conspira en mi contra.
―No es eso, Tete, es solo que tú eres un despistado de primera, ya verás que tu vida mejorara en el momento en que menos te lo pienses ―habla de manera rápida Jimin, odiaba ver triste a su Tete.
TaeHyung asenté, sonriendo a lo dicho por su amigo, para luego disfrutar del rico almuerzo que Jung HoSeok le había preparado a su adorado esposo. Ambos trabajaban en una compañía como contadores, no era el super trabajo, pero para el castaño, un logro alcanzado al graduarse. Antes de salir ese día de su jornada laboral, el jefe de TaeHyung un gordo insoportable, le sonríe para entregarle una carpeta llena de documentos.
―Lo necesito para mañana a las nueve de la mañana, Kim ―el pequeño castaño asiente sin refutar algo y el gordo de su jefe se retira a descansar.
―Viejo infeliz― murmura y Jimin asoma su cabeza.
― ¿No me digas, trabajo extra a última hora? ―TaeHyung se deja caer en su silla para asentir―hablaré con mi jefe, el señor Chan se está pasando contigo.
―No, Jiminnie deja las cosas así, ¡ya luego me echan y que será de mi vida sin este trabajo! ―Exclama para ponerse de una a trabajar―. Es un balance que tengo adelantado, algo me decía que ese gordo me lo pediría, luego ―buscó en sus carpetas hasta encontrar el trabajo adelantado―, mira, es solo finiquitar estos porcentajes y listo ―Jimin le sonríe dándole unas palmaditas en su cabeza.
―Eres brillante, mi Tete ―y es que lo era, TaeHyung era un chico muy listo, noble y de un corazón muy puro, simplemente con el defecto de ser un torpe en algunas cosas de su vida―, te esperaré y le diré a mi amor, que te llevemos a casa, no te dejaré solito en las calles de esta ciudad. ―TaeHyung amaba a su mejor amigo, ¿qué sería de su vida sin él? Se conocieron al terminar su preparatoria y juntos entraron a la misma carrera, desde ese momento se hicieron inseparables, hasta que Jimin le presentó al que es su esposo. Al terminar el balance juntos salieron de aquel edificio para dirigirse a la casa del castaño.
―Nos vemos mañana, Minie, y mil gracias HoSeok hyung ―el pelirrojo hace un mohín negando y despidiéndose del castaño que entra a su casa.
―Sabes, TaeHyung está por cumplir años y desde que lo conozco dice que quiere un trébol de cuatro hojas para cambiar su suerte ―comenta el pelinegro y su esposo lo mira de reojo―, hace poco encontré por internet un lugar bastante exótico, se llama "Shibumi" según la reseña se encuentra de todo en ese sitio, me podrías llevar este fin de semana, queda a solo dos horas de aquí ―HoSeok suspira.
―Si con ello quedas tranquilo, por supuesto que te llevaré ―los ojitos de Jimin se iluminaron.
― ¡Por eso y más te amo, Hobi! ―exclama dejando un beso en la mejilla contraria―, sé que con ello mi mejor amigo se sentirá mejor.
Más nadie sabía que aquel sitio le traería más que un cambio al pequeño castaño despistado.
Jung HoSeok
Park Jimin
El matrimonio Jung-Park
Marce💙
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ꕤ Sᖾɩᑲᥙຕɩ ꕤ ƘƬ ꕤ
FantasyTaeHyung siempre creyó que su torpeza era sinónimo de mala suerte, llegando al extremo de alejarse del mundo y siendo acompañado por su mejor amigo. Pero su vida cambia cuando a él llega en forma de regalo un collar y con él su suerte cambia. ‣Shi...