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Luego de aquel hermoso fin de año la vida del castaño había cambiado para bien, ya no más llegar tarde al trabajo, su almuerzo nunca faltaba, es más, el gordo de su feje había sido despedido por unas movidas chuecas y ahora estaba a cargo de una s...

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Luego de aquel hermoso fin de año la vida del castaño había cambiado para bien, ya no más llegar tarde al trabajo, su almuerzo nunca faltaba, es más, el gordo de su feje había sido despedido por unas movidas chuecas y ahora estaba a cargo de una señora que lo adoraba, en sí, su vida era de ensueños. Sin embargo, él anhelaba encontrar a ese alguien que lo acompañara, así como Jimin encontró a su esposo―. Otro fin de semana solos tú y yo Félix ―el minino encantado subió al regazo de su dueño y dejo que este lo abrazara y llenará de mimos―, sabes bebé, creo que adoptaremos otra mascota, así la casa no te siente tan sola ―el gato le miró y luego a aquella aura dorada que acompañaba a su dueño. “Si supieras” pensó el minino al ver el rostro de aquella aura dorada que lo mimaba mientras su amo dormía y apreciaba al castaño en medio de su descanso velando sus noches, esa aura le guiño un ojo y luego coloco un dedo en sus labios susurrando un “¡shhh!”, que solo él escuchó―. Mejor pondré una película y traeré chocolate caliente para llamar el sueño, mañana es nuestro día de ir al supermercado ―Con ello el castaño lo descarga en la cama y sale de la habitación sin poner sus pantuflas resbalando en las escaleras, pero sorpresivamente no cayendo como de costumbre y como siempre no se percataba de que cada que algo le iba a ocurrir la piedra del collar cambiaba de color, sonrió por su buena suerte para entrar a la cocina sirviendo una gran taza de chocolate caliente y malvaviscos para subir a su habitación entreteniéndose con alguna comedia romántica.

Una hora después, TaeHyung lloraba y sonreía por la pareja de la película―. Yo quiero un amor así ―Félix al verlo llorar llegó a su lado ronroneando para que lo viese a él―, sé que me amas, también te amo, mi gatito ―más el minino miraba la cara de preocupación del aura dorada que no apartaba sus ojos verdes de su dueño.

‹Félix guárdame este secreto, ¡sí! › ―el minino ladeo su cabeza mirando al ser luminoso―, ‹tú y yo cuidaremos de nuestro TaeHyung› ―el gato maulló llamando la atención de su dueño—. ‹Pronto te mimaré más, gatito› ―Félix, ronroneo, amaba que aquella aura dorada lo mimara, además que protegía a su adorado y despistado dueño.

Otra hora bastó para que TaeHyung cayera dormido, depositando su collar con cuidado en la mesita a su costado. Félix se acomodó entre sus brazos hasta escuchar como este suspiraba despacio, pero los ojos azules del hermoso gato se abrieron al ver como la habitación se iluminaba y del collar emergía una figura humana, esa era el aura dorada que lo mimaba. Era un chico alto, de cabello dorado y ojos verdes, como la piedra del collar idéntico al que llevaba el puesto en su pecho.

―Hola, Félix ―el gato abandono los brazos de su dueño para llegar hasta donde estaba ese ser mágico que lo hacía sentir bien―, te dije que estaría pronto a tu lado para mimarte ―las manos del chico atraparan al gato que ronroneaba contento al sentir las caricias entre sus orejas y bajo su cuello―. Verás Félix, yo no pertenezco a este mundo ―el gato le miró con obviedad―, si también escucho tus pensamientos, gatito, cascarrabias―, Félix, siseo―. Bien, mejor prosigo con mi presentación, soy JungKook el trébol protector de tu dueño, en mi mundo todos tenemos un propósito, más mi misión se había retrasado, pensé que nunca llegaría a mí, más él empezó a aparecer hace ya cuatro años en mis sueños, ame su alma pura, pero no sabía cómo llegar a él, hasta que una de mis madres ofreció su ayuda, es por eso que hoy estoy aquí, para quedarme el tiempo que TaeHyung lo desee―. Los bonitos ojos verdes se apartaron de Félix para mirar al hermoso castaño que dormía plácido en la cama―. Es como un niño, ¿no crees, Félix? ―más el gato opinaba que era un niño desastroso―, no pienses así de nuestro, TaeHyung, él es solo un bebé despistado, pero con un corazón que vale oro―. El gato no denegó aquello, pues su amo expuso su vida con tal de salvarlo, así que sí, era todo un ángel en la tierra.

Las horas pasaron y mientras JungKook admiraba a su linda alma pura, sus ojos se cerraron y viajo a su mundo siendo recibido por una de sus madres, el hada verde. Indha lo abrazó con fuerza, dejando múltiples besos en el rostro de su hijo―. Ya, mamá, solo ha pasado dos semanas ―a lo que ella negó.

―Recuerda que en nuestro mundo eso equivale a más de un mes ―el rubio asintió haciendo un mohín―, ¿todo bien con tu alma? ―Pregunta a lo que el chico sonríe.

―Es un loquillo, pero lo amo así, mamá. ¿Madre ya lo sabe? ―El hada verde asiente no muy feliz―. ¿Qué pasa mamá?

―Tu madre está muy enojada, dice que como heredero no debiste ir con un humano, que debes volver en cuanto cumplas con el mayor deseo de tu alma pura ―aquello hizo suspirar al rubio―. Sé que tu sentir es diferente, amor, pero si tu humano no siente lo mismo, debes volver a tu mundo para hacerte cargo del reino ―JungKook asintió. Sabía de sus obligaciones, más anhelaba que ese humano de alma pura y corazón de oro lo amara también, deseaba quedarse a su lado y cuidarlo.

―Espero lograr que me ame, mamá ―ella le sonrió, entonces un grito hizo que el subconsciente del rubio recibiera una alerta―, creo TaeHyung ya despertó ―y con ello los ojos verdes de JungKook se abren en el mundo humano mirando como su lindo humano cae de la cama gritando.

¡¿Quién demonios eres y qué haces en mi habitación?!









Marce💙

ꕤ Sᖾɩᑲᥙຕɩ ꕤ ƘƬ ꕤDonde viven las historias. Descúbrelo ahora