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― ¡¿Quién demonios eres y qué haces en mi habitación?! ―Era lo que le gritaba con temor un castaño que lo miraba desde el piso, contuvo el sonreír para ayudarlo a desenredar su pie que era apresado entre las mantas―

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¡¿Quién demonios eres y qué haces en mi habitación?! ―Era lo que le gritaba con temor un castaño que lo miraba desde el piso, contuvo el sonreír para ayudarlo a desenredar su pie que era apresado entre las mantas―. ¡¿Quién eres, cómo entraste a mi casa?! ―Grita de nuevo el castaño encogiéndose en el suelo.

JungKook se agachó enfrente de este que se encogió aún más en su sitio―. No me temas, soy tu trébol guardián ―y entonces los ojos de TaeHyung viajaron al medallón que colgaba en el pecho del hermoso chico. Sus ojos eran como los de la piedra que tenía el medallón en forma de corazón, verdes.

― ¡¿Cómo?! ―Cuestiona a lo que JungKook le sonrió dejando embobado al castaño.

―Ven siéntate en tu cama, te hará daño estar en el piso frío ―más TaeHyung negó apresando con fuerza sus piernas, JungKook suspiro que más esperaba, él era un desconocido y estaba invadiendo su espacio privado―. Te contaré todo, ¿sí?, pero vamos siéntate en tu cama ―Tae volvió negar―, bien, soy el guardián de este trébol ―tomó entre sus manos el medallón o bueno la réplica exacta del que Jimin le había regalado―. Hace muchos años te sueño; sin embargo, no sabía cómo llegar a ti, lo logre gracias a una de mis madres, yo estoy aquí para acompañarte, protegerte y mejorar tu vivir, como también cumplir lo que más anhelas para tu vida, ya luego de ello me iré para nunca más volver ―eso lo susurro con un deje nostálgico el cual TaeHyung captó, por primera vez captaba algo que no fuera sus tropiezos y aquello hizo qué su pecho doliera.

― ¿O sea, eres mi collar? ―JungKook sonrió.

―Algo así. Mi nombre es Jeon JungKook, tu guardián trébol ―extendió su mano derecha esperando la contraria, la cual tardó un poco, pero al hacer contacto ambos sintieron aquella descarga de electricidad que invadió sus cuerpos.

―TaeHyung, Kim TaeHyung y es un placer conocerte, JungKook ―sus ojos se encontraron y sus corazones parecían locos, desbocados, desconociendo que con solo estar uno frente al otro ya nunca más podrían volver a estar lejos sin sufrir alguna consecuencia.

― ¿Entonces tu mundo es mágico, como en los cuentos de hada y eso? ―Pregunta TaeHyung mirando de reojo al rubio que parecía todo un experto chef en su cocina.

―Sí, luces de colores, hadas con alas vistosas y eso ―el castaño asintió a pesar de que el rubio no lo viera.

― ¿Todos son tréboles guardianes? ―Vuelve a preguntar a lo que JungKook sonríe de nuevo.

―No todos, algunos solo velan por el bienestar de nuestro pueblo, otros son los encargados de producir los alimentos y estamos nosotros los guardianes ―el castaño asiente―. Es igual al mundo humano, solo que nosotros sí vivimos en paz ―con ellos deja un plato de tamagoyaki (rollos de huevos y vegetales) un vaso con zumo de naranja, pan tostado y chocolate―. Sé que no toleras el café, y bueno, quería retribuir en algo el haberte asustado ―las mejillas de TaeHyung se ruborizan y baja su rostro, nunca nadie lo había atendido de esa manera, se sentía halagado y un tanto nervioso, aún más con esos lindos orbes verdes mirándole.

―Gracias ―dice probando su desayuno y cerrando sus ojos al sentir el delicioso sabor―, ¡vaya esto esta... delicioso! ―JungKook sonríe encantado sentándose al frente de este para desayunar con él―. ¿Qué pasa si el guardián no cumple con su propósito? ―Cuestionó el castaño a lo que JungKook suspira.

―Se le es eximido su título como guardián y es enviado a formar parte de los recolectores ―TaeHyung hace un puchero―, ¿por qué lo preguntas? ―JungKook le mira y TaeHyung suspira.

―Solo curiosidad, además no sé qué es lo que más anhelo ―el rubio suspira, él sí sabía que era aquello que anhelaba su humano, más él no quería que se lo pidiera, él quería que su anhelo fuese el quedarse juntos para siempre.

―No te preocupes por eso ahora, mejor termina tu desayuno, tienes que ir al supermercado, ¿no? ―El castaño asiente desayunando con calma y mirando de vez en cuando al lindo chico frente suyo.

― ¿Jung-JungKook, me quieres acompañar al supermercado? ―Pregunta el castaño con timidez, recibiendo un asentimiento del contrario que tenía a un mimoso gato entre sus brazos―. Pero tú... tu ropa ―el rubio sonríe.

―Soy un ser mágico ―le guiña un ojo―, deja me cambio en tu habitación ―y con un solo tronar de dedos en el closet del castaño apareció una cantidad de ropa para el rubio. Al salir TaeHyung quedo boquiabierto, pues el lindo chico estaba vestido con unos botines color beis, unos jeans blancos y un saco de lana blanco con una camisa del mismo color, viéndose totalmente angelical―. ¡Listo! ―Exclama encantado al ver las mejillas rojizas de su humano.

―Bien, salgamos ―índica el castaño girándose a toda prisa, ya había pasado bastantes vergüenzas esa misma mañana.









―Bien, salgamos ―índica el castaño girándose a toda prisa, ya había pasado bastantes vergüenzas esa misma mañana

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ꕤ Sᖾɩᑲᥙຕɩ ꕤ ƘƬ ꕤDonde viven las historias. Descúbrelo ahora