JungKook miraba dormir a su amado, hace una semana se habían enterado de que esperaban a su primer hijo, pronto se casarían y todo no podía ir mejor. Su madre Cheonsa al ver que había vuelto de la muerte al estar con su humano le había permitido convertirse en un humano totalmente para que viviera con su paraje hasta que el padre tiempo se los llevara, le fue difícil decir adiós a su principito, más la dicha de la llegada de otra bendición a sus vidas consolaba de alguna manera a las madres del rubio. Seis meses habían transcurrido luego de aquel incidente y su amor parecía crecer cada día más.
―Buen día, hermoso ―susurro cuando esos lindos ojos avellana le miraron―, que desea desayunar el cielo de mi vida ―TaeHyung sonrió ruborizado.
―Buen día, amor. Has amanecido un tanto lisonjero, ¿no?
―Pero cómo no, si eres el amor de mi vida, mi prometido bueno ya casi esposito y el padre gestante de nuestros hijos ―el castaño negó, divertido―. Te amo ―los mofletes del castaño se pintaron de un rosa más fuerte―, te amo como nunca amararé a alguien en esta vida y creo que así serán en mis otras vidas.
Suspirando, TaeHyung le responde―: Pues somos dos tontos muy enamorados, porque yo también te amo y lo haré en todas mis otras vidas.
Su boda fue algo sencillo en aquel lugar que los unió, Shibumi. Jimin entregó a su mejor amigo, mientras las madres del rubio lo acompañaban con su pequeña hermana de dos meses de nacida. Ambos vestían de blanco y los anillos fueron un regalo del hada suprema, cosas que los dos agradecían. El restaurante era toda una novedad al tener una temática ambiental natural con toques algo mágicos, mientras TaeHyung dejó su trabajo para ayudar a su esposo con la contabilidad del negocio familiar. Su suegra Indha se volvió en su cómplice y mejor amiga, es por ello que entre los dos organizan una sorpresa para el rubio.
― ¿Crees qué le gusté? ―pregunta el castaño a lo que su suegra le sonríe.
―Todo lo que tú le haces o dices a mi hijo le encanta —Tae baja su rostro sonrojado sobando su pancita de cinco meses―, él solo tiene ojitos y halagos para ti, Tete ―y era verdad, su esposo se la pasaba alabándolo y llenándolo de mimos al igual que sus hijos mascota.
―Usted sabe que yo también lo amo mucho.
―Lo sé cariño ―dijo ella apretándole una mejillita sonrojada―, mejor llámale así le das la buena noticia―. Mientras él hacía la llamada, ella desaparecía para volver a su mundo, con su hija y esposa.
TaeHyung jugaba con su medallón, el cual volvió a tener ese peculiar color verde, es la piedrita de forma de corazón que tenía en el centro, estaba nervioso, mucho, a decir verdad.
―Estoy en casa… ―suelta el rubio mirando encantado la decoración de la casa― … ¿Y esto? ―Pregunta a lo que Tae le sonríe―. Olvide algo, ¿nuestro aniversario?, no hace solo dos meses, nos casamos, ¿es el cumpleaños de alguien? ―TaeHyung suelta a reír.
―Nada de eso, amor, mejor ven, prepare algo para los dos ―el rubio asiente tomando la mano que era extendida a él, entrelazando sus dedos para acercar a su esposo y dejar un sonoro beso en sus labios.
―Me dirás que celebramos, cielo mío ―Tae niega sonriéndole divertido.
―Espera hasta el final, gatito curioso ―el rubio hace un mohín y deja que su esposo lo arrastre hasta el comedor donde disfrutan de una buena cena entre besos y una plática agradable.
― ¿Ahora si me dirás por qué todo esto? ―Pregunta el rubio alzando la copa con vino que sostiene en una de sus manos.
―Recuerdas que nos enteramos de que estaba en embarazo con solo dos semanas, ¿no? ―JungKook asiente sin entender―. En ese entonces nos mostraron una linda manchita que sería el fruto de nuestro amor ―el rubio sonrió dejando de lado la copa―. Hoy fui con tu madre Indha a la consulta, ya que tú estabas un tanto ocupado por el evento que se realizaría en la tarde.
―Quería iré ―dice el rubio con un puchero que TaeHyung besa.
―La cosa es… mejor míralo por ti mismo ―le entrega un sobre el cual es abierto por un emocionado JungKook. Al hacerlo sus ojos se aguan y mira a su hermoso esposo.
―Son…son tres ―Tae asiente con sus ojitos llenos de lágrimas―, tres pedacitos en mi cielo, tres estrellitas que adornan mi lindo cielo personal ―TaeHyung deja que los brazos del rubio lo envuelvan en un amoroso abrazo―. Te amo, mi cielo, te amo demasiado a los cuatro.
―Y nosotros a ti, Kookie.
No es cuestión de mala o buena suerte, es cuestión de descubrir tus talentos y aprender a vivir con tus tropiezos. La vida no es un cuento de hadas, más la podemos vivir si dejamos de lado aquello que nos amarga, amarnos es tan primordial cómo el recibir amor de aquellos que lo hacen de corazón. Así como TaeHyung aprendió a reconocer su despistado ser y asimiló a no valerse de la suerte, sino del éxito de sus caídas, al igual que su elevar al levantarse.
ᖴɩᥒ
Que decirles, que estoy completamente agradecida con ustedes por su amor y apoyo.
Mil gracias por darme esta oportunidad de ser parte de sus vidas. Los amó con todo mi corazón.
Espero hayan disfrutado de la lectura.
Besos con amor ˆ3ˆ ˆ3ˆ ˆ3ˆ
Marce 💙
ESTÁS LEYENDO
ꕤ Sᖾɩᑲᥙຕɩ ꕤ ƘƬ ꕤ
FantasyTaeHyung siempre creyó que su torpeza era sinónimo de mala suerte, llegando al extremo de alejarse del mundo y siendo acompañado por su mejor amigo. Pero su vida cambia cuando a él llega en forma de regalo un collar y con él su suerte cambia. ‣Shi...