TaeHyung siempre creyó que su torpeza era sinónimo de mala suerte, llegando al extremo de alejarse del mundo y siendo acompañado por su mejor amigo. Pero su vida cambia cuando a él llega en forma de regalo un collar y con él su suerte cambia.
‣Shi...
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E
l tan preciado fin de semana había llegado, TaeHyung dormía plácido en su cama abrazando una almohada, pero para Félix ya era bastante tarde y tenía hambre; debía levantar a su humano holgazán, de un salto sube a la cama detallando el dormir de su dueño. Su humano era peor que el gato de la señora de Choi, ese par eran un desastre andante. Con ello en mente, Félix se acerca hasta poner sus afelpadas patas delanteras en la cabeza de su dueño terminado de desordenar de más su cabello castaño.
― Pero, ¡¿qué te pasa gato del demonio?! ―alega Tae exaltado al sentir las sutiles garras de su gato en su cuero cabelludo. Félix maúlla sentándose mirándole fijo a lo que el castaño lo imita para ver su reloj de pared―, ¡vaya, dormí de más! Lo siento, Félix, ¿has de tener hambre? Deja que tu dueño se lave la cara y en nada tendrás un rico plato de croquetas ―el gato se sentó fuera del cuarto de baño a esperarlo y miro como un desastre salía de la cama, ya era invierno, la estación favorita del castaño, amaba invernar como oso en su casa por eso llevaba puesto un gran pijama afelpada de oso y unas pantuflas de conejito, era mejor esperar o su humano se olvidaría de su comida, pero mientras Félix aguardaba por su loco amo, Jimin viaja con su esposo al lugar llamado Shibumi.
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―Aun no entiendo, ¿cómo es que te hago caso siempre, mi bolita de arroz? ―Se cuestiona HoSeok a lo que Jimin le sonríe.
―Deja de quejarte, mejor mira, ¡ya llegamos! ―el paraje quedaba a las afueras de la ciudad, en medio del bosque, dándole un toque misterioso y mágico.
―Este sitio da miedo ―expresa HoSeok al bajar.
― ¿Qué dices, amor? ¡Sé, ve de cuentos de hadas! ―exclama con ánimos el pelinegro para dar brinquitos y abrir la puerta del local, al hacerlo una campanita suena y tal como lo había dicho Jimin el punto era de ensueño. Espanta pesadillas, libros, collares, pulseras, todo con colores llamativos, velitas aromáticas y lo mejor de todo decía en letras grandes “la elegancia de lo sencillo” ―. Esto es alucinante ―su aura infantil hace que la dueña del lugar sonría.
―Sabía que hoy vendría alguien con una vibra soñadora ―expresa ella, espantando a la joven pareja que salta en su sitio―, lo siento ―dice ella haciendo una reverencia.
―Tranquila, fue solo un sutil susto ―ella vuelve a sonreír y mira al pelirrojo.
―Es escéptico a este tipo de cosas, lo entiendo, no todos guardan a su niño interior ―HoSeok abre sus ojos sorprendidos y la mujer vuelve su vista a la persona que llevaría a cabo el plan del destino―. ¿En qué le puedo ayudar a un alma tan pura? ―Jimin se sonroja un poco y eso hace que su aura sea aún más brillante a los ojos de la mujer.
―Verá, mi mejor amigo, está por cumplir años y él siempre ha estado buscando un trébol de cuatro hojas para mejor su suerte y al leer la descripción del punto pensé que aquí lo encontraría ―los ojos de la mujer parecían a los del gato de Alicia.
―Claro que tengo el regalo perfecto para tu amigo ―expresa ella, llevándolo al lugar de los collares, en donde toma uno con una cadenita delgada, pero un medallón con un trébol de cuatro hojas y una pequeña piedra en forma de corazón de color verde que parecía una esmeralda.
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Es-es precioso ―ella asiente encantada―, es perfecto, TaeHyung lo amara ―al decir ese nombre, la piedra del centro del medallón da la idea de que hubiese tomado un tono púrpura para volver a ese verde esmeralda―. Hobi, ven, míralo! ―el pelirrojo se acerca cauteloso, para luego mirar el bonito collar.
― ¡Wow! Tae lo amara, amor ―la mujer sonríe satisfecha con su trabajo, pronto la vida de todos cambiaria.
―Te lo empaco, no tiene otro costo, solo el del collar ―Jimin asiente tomando también un par de pulseras de pareja que HoSeok no se niega en pagar―. Fue un placer atenderlos, el aura de los dos al estar unidos es aún más hermosa, cuiden de su amor, es muy puro y hermoso ―con ello la joven pareja abandona el lugar―. Ojalá que a donde llegues se te amé igual ―susurra el hada viendo el auto desaparecer.
―Fue una linda y mágica experiencia, ¿no crees? ―Pregunta el pelinegro a lo que HoSeok asiente.
―Y también un tanto misteriosa ―sí, pero Jimin estaba feliz del regalo elegido, para su mejor amigo.
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