La mejor tarde

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• Narra Enma •

Salimos de clase murmullando acerca del comunicado de la directora.

–¿Que creéis que habrá organizado el instituto? –Pregunté mirando a mis amigos con curiosidad.

–Un paseo por el centro comercial –dijo Alexy entusiasmado. Tras decir eso Rosalya mostró una sonrisa de oreja a oreja.

–Siiii, será geniaaal. –Armin y yo vimos su entusiasmo e intercambiamos una mirada.

–Eso es una bobada, no creo que el instituto organice eso, además si se va a tratar de un acontecimiento fuera del instituto, prefiero no acudir.
Miré a Armin poniendo mi mano en su hombro dándole toquecitos. A Armin no le gusta nada estar en la calle, yo sin embargo, si me gusta pero tampoco es que me apetezca salir tooodos los días, asi que, por una parte si le entiendo.

–¿Y por qué no? Es el mejor plan que se puede hacer.

–Chicos, estáis exagerando, no creo que el instituto organice eso, es algo que podemos hacer habitualmente.

Rosalya y Alexy rodaron los ojos y nos fuimos al recreo. Nos pusimos a almorzar, hablando de nuestras cosas, riéndonos de situaciones que hemos vivido en el pasado y demás.

–Oye Enma, me he descargado un nuevo juego para el pc, y me gustaría que lo vieras, ¿te parece bien venirte a mi casa esta tarde? –Miré a Armin muy curiosa por saber el nombre del juego.

–Si claro, no hay problema

–Yo me tengo que ir a casa de Kentin para hacer nuestro trabajo de Historia, así que váis a estar solitos. –Alexy nos hizo una sonrisa burlona a Armin y a mi.

–Alex, no me busques las cosquillas, que sabes que me encuentras. –Armin le fulmina con la mirada a su gemelo, y este se cerró la boca como si fuera una cremallera.

Un par de horas después, salimos del instituto.

–Enma, ¿te parece bien venirte sobre las seis y media o así?

–Claro, allí estaré. –Le mostré una sonrisa a mi mejor amigo.

–Bien, pero sé puntual, que te veo llegar dos horas tarde. –Me saca la lengua en tono de burla.

–Ja ja ja, muy gracioso.

Cada uno se fue a su casa. Llegué, comí, estudié un poco y me fijé en la hora. Quedaba una hora para las seis y media, iba bastante bien de tiempo. Abrí mi armario para vestirme, y me puse una camiseta negra de tirantas, unos pantalones ajustados negros rotos por las rodillas y unas vans negras. Me arreglé el pelo, me eché colonia y salí de mi casa.

Al rato, llegué a casa de los gemelitos y llamé a la puerta.

Me abrió Alexy y me miró de arriba a abajo. –Vaya, que guapa, ¿de qué me sonarán esos pantalones? –Mueve las cejas rápidamente.

Me reí tras escuchar su pregunta. –Me la compraste tú, dices que me va a servir para ligar.

–Y justo te la pones para venir a nuestra casa, mía y de Armin.

–Ya basta Alexy, le dí un leve empujoncillo echándole para atrás. El peliazul se rió y se echó a un lado para dejarme pasar, cuando entré, Armin salió de su cueva para recibirme y también me miró de arriba a abajo.

–Vaya, definitivamente el negro te queda genial, nunca me cansaré de decirlo.

–Gracias Armin.

–Bueeeeno, yo os dejo SOLITOS, que me tengo que ir. –Alexy se dirigió a la puerta mientras que Armin y yo pusimos nuestros ojos en blanco y nos miramos. –Y no hagáis cosas raras. –Sale por la puerta riéndose y yo me he puesto roja como un pimiento, al igual que Armin.

El chico de al lado ( Armin X Sucrette ) 1° TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora