All Smite_Cómo caen los poderosos (All Might Villano)

Capitulo 31 Reconciliación

Por primera vez en casi tres meses, Hisashi sintió que el agarre alrededor de su corazón se aliviaba ligeramente. Por primera vez en tres meses, volvió a sentir esperanza .

Inko había conseguido que Gran Torino y Nighteye revelaran cada pequeño secreto sucio que conocían sobre All Smite y la familia de villanos. Ni siquiera tuvo que usar su don al final, los dos villanos habían sido tan intimidados por la diosa de su esposa. 

Si Hisashi hubiera sido quien interrogara a los villanos, dudaba que le hubieran dado algo más que su silencio y desprecio. 

Pero Inko, su bendita, feroz y protectora ángel de su esposa, había hecho lo que él nunca podría hacer.

En lugar de buscar ciegamente a su hijo desaparecido, tenía una pista. Y pronto, un plan. Rescataría a Izuku, tendría a su hijo de nuevo en sus brazos y luego se arrodillaría y le pediría perdón por no haberlo protegido. Y luego haría lo mismo con todos ellos. Tomura. Inko, los hermanos de Touya, todos aquellos a quienes alguna vez le había fallado. 

Él arreglaría esto. 

Yoichi no ganaría esta vez. No pudo. Hisashi no pensó que su corazón sobreviviría.

Sin embargo, no dejó que sus sentimientos se mostraran, permaneciendo erguido e impasible en la sala de conferencias de la agencia. Para evitar sospechas, se había ordenado a todos los miembros del equipo que continuaran sus patrullas como de costumbre antes de presentarse en la agencia. De esa manera, incluso si todavía tuvieran un topo entre ellos, sus acciones no parecerían fuera de lo común. Pero se vio incapaz de concentrarse en su escritorio y esperó en la sala de conferencias, preparándose para la reunión.

Una mano tocó su brazo y él se fundió en el suave tacto de su esposa. "¿Cuándo estarán todos aquí?" -Preguntó Inko. Tenía rímel corrido debajo de los ojos, el único signo de su angustia por el interrogatorio. Él le apretó la mano y ella se apoyó en su hombro, ambos tomando todo el consuelo que pudieron en este momento de calma antes de la tormenta.

Hisashi miró su reloj. "Al menos otra hora. Potencialmente más".

"¿Y los villanos?" Su voz se endureció.

"Han sido transferidos discretamente a una prisión privada en absoluto secreto y Twice ha creado dobles de Toga para tomar sus identidades. Es solo una solución temporal. Toga solo puede fingir hasta cierto punto, solo tiene cierta sangre y sus dobles pueden "No sufrirá mucho daño. Pero al menos debería engañar a algunas personas y, mientras tanto, mantenerla a salvo".

"Es decir, para que esto funcione, tendremos que ser rápidos y eficientes", supuso Inko. 

"Sí", asintió solemnemente, apretando su mano con fuerza. "Esta será nuestra última oportunidad".

De lo contrario, Yoichi se llevaría a su hijo o provocaría algún desastre horrible que eclipsaría el bombardeo de Hosu. No podía permitir que su legado y su papel fueran de fracaso, como hermano, padre y héroe.

"Ya veo", la mano de Inko se apretó alrededor de su brazo. "Si ese es el caso, ¿puedo hablar contigo en privado, querida? Quiero mostrarte algo".

"No estás herido, ¿verdad?" preguntó, mirándola con preocupación. Los villanos no habían hecho ningún movimiento contra ella (Hisashi se habría asegurado de que conocieran la definición de dolor si le hubieran puesto un dedo encima), pero sabía que el interrogatorio había sido estresante para ella. No estaba en la naturaleza de Inko hacer amenazas como las que hizo en esa habitación. 

"No, nada de eso", le ofreció una débil sonrisa y tiró de él. Fuera de la sala de conferencias, lo llevó por los pasillos de la agencia antes de detenerse frente a la puerta de un armario y abrirla. El armario estaba oscuro y vacío, con una única telaraña colgando en la esquina superior. Era un armario típico y sin uso, pero Inko lo había traído aquí.