Acomodada en la parte de atrás del vehículo, me dejaba llevar por el suave vaivén que producía el auto con sus movimientos. Las vibraciones de la carretera se transmitían a través del asiento, creando una sinfonía peculiar que resonaba en mi espalda.
Mis ojos cautivados se aferraban aquella vista espectacular de afuera, árboles pasaban frente a mí con numerosas grandes casas que se veían bien arregladas por sus dueños.
Al llegar, mis padres estacionaron el vehículo frente a nuestro nuevo hogar.
-¡Ya llegamos familia! -Comentaba mi padre emocionado.
-Cambia esa carita Claire -Mi madre volteaba para verme -No es necesario que te alegres demasiado -Decía irónicamente al ver que me encontraba totalmente seria.
Bajamos del vehículo, me adentré a la casa mientras mis padres estaban abajo para ir con el conductor del camión de mudanza que estuvieron atrás de nosotros en todo el camino.
Al abrir la puerta de lo que sería mi nuevo hogar otra vez..., me percaté de lo espaciosa que era, la casa estaba impregnada con el eco de lo que solía ser, con paso dubitativo, me aventuré por los pasillos largos y desconocidos que albergaban esta casa, subí las escaleras hasta caminar un par de pasos para toparme con lo que sería mi nueva habitación.
Giré el pomo y empujé la puerta suavemente, la luz del sol se filtraba por la ventana, me acerqué a ella y la abrí cuidadosamente. El aire fresco llenaba mis pulmones con tanta tranquilidad.
Desde arriba veía a mis padres coordinando con los hombres de las mudanza, seguía mirándolos hasta que sentí una respiración atrás de mi cuello, me empezaba a dar escalofríos por todo mi cuerpo, por lo que me dí vuelta rápidamente para ver si había alguien detrás mío, pero no había absolutamente nadie en la habitación.
Extrañada, decidí bajar para ayudar a mis padres, no dejaría que guardaran todo ellos solos aunque odiara la idea de mudarme de nuevo a un lugar donde no quería, pero sus trabajos son más importantes que formar amistades en un solo sitio...
-Deja esto es la cocina -Comentaba mi padre mientras estabamos desempacando las cajas hace como cuatro horas atrás.
-Vale, papá -Tomaba los platos que me pasaba.
Los iba dejando ordenados en un mueble hecho de madera, se veía muy fina para ser sincera.
Mi madre terminaba de colocar el último clavo para poner un cuadro de nosotros, era el más grande que teníamos, era lo que nos representaba y la más llamativa a la hora de que algún visitante entrara por la puerta y lo primero que viése fuése el cuadro colgado en la gran pared de la sala de estar.
-Ya está -Baja el martillo y se dirigía a guardarlo junto con las demás herramientas -¿Ya terminaste de ordenar la cocina? -Preguntaba la madre a su hija.
-Si, mamá, he puesto los últimos platos que quedaban en la caja.
-Vale, ¿Dónde está tu padre ahora?
-En el garage guardando las cajas vacías que dejamos por allí.
La madre se dirigía al garage, dejando sola a Claire. Ella fue hacía la cocina para colocar el agua a hervir, ya faltaba poco para la hora del té.
La chica observó por aquella ventana que se encontraba allí y observó como el sol descendía lentamente en el horizonte, los padres se iban acercando para ayudar a su hija a colocar los utilensilios y alimentos para luego dejarlos en la mesa del comedor.
-Te quedaron muy buenos -Decía el padre al darle un gran mordisco al pan tostado que venía con unos pedazos de carne mechada junto con mantequilla encima, después de media hora de preparación y de haberse sentado todos a comer en el comedor.
-Muy buenos -Afirmaba su madre mientras se terminaba de comer de su pan.
-Gracias -Dijo orgullosa, sus padres le habían enseñado a cocinar desde pequeña, por lo que sus platillos eran deliciosos, en especial en los almuerzos.
Luego de que lavara todos los platos y utensilios que ocuparon hace poco, los dejó secando para dirigirse a la sala de estar.
Vieron una pelicula juntos, su padre se durmió en medio de la pelicula mientras la madre con la hija reían al verlo, ya a lo último comenzó a roncar el hombre. Al finalizar la pelicula, la madre despertó a su esposo y lo ayudó a dirigirse a su habitación de ambos.
Claire apagó la televisión y se fue a su cuarto para dormir.
En el silencio nocturno, la muchacha descansaba serenamente, ajena al suave crujir de la puerta del armario que se abría sigilosamente, un hombre emergía de la penumbra del armario con movimientos tan delicados como un susurro de la brisa nocturna.
Su figura esbelta se recortaba de la tenue luz de la luna que se filtraba por la ventana de la habitación, permaneció allí como un espectro con los ojos fijos en la joven dormida frente suyo.
Sin emitir sonido alguno, sus ojos reflejaban una extraña combinación de fascinación y asombro. Observaba cada detalle de su rostro y cuerpo mientras ella se encontraba envuelta en sueños. El tiempo pareciera congelarse en ese momento, donde la paz y la intriga se entrelazaban en el aire del cuarto. La contemplaba por largas e incontables horas, quieto, sin hacer movimiento alguno dentro de la habitación mientras se encontraba apoyado en la pared sin quitar su mirada de ella.
No había intrusión, simplemente la presencia de aquel hombre misterioso que había aparecido de la nada en el oscuro armario.
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Detrás de la pared
Teen FictionEn las sombras de una casa, guarda más secretos de los que sus nuevos residentes podrían imaginar. Un hombre oculto tras las paredes desencadena una peligrosa obsesión por aquella chica. Las paredes guardan más que solo recuerdos, guardan secretos...