Joaquín es una chico de 23 años que se ve obligada a cazsarse con un chico para que su familia no pierda la empresa en la que tanto han trabajado su abuelo y su padre y el se ve obligado a contraer matrimonio como un contrato para asegurar la empres...
Ayer fue el peor día de mi vida, pero por muy malo que haya sido, debo admitir que dormí muy bien pero no quiero levantarme, la cama es muy cómoda y cálida, observo la habitación es amplia y bonita, la decoración es asombrosa, los muebles antiguos le dan un toque especial. Cierro los ojos y respiro lentamente, debo prepararme mentalmente para mantener una actitud positiva y tolerar los malos comentarios e insultos de emilio. Me levanto con pereza y voy al armario a escoger lo que usaré este día. Decido usar ropa cómoda, después de todo no voy a salir ¿verdad?, me dirijo al servicio para tomar una ducha, recargar mi energía y llenarme de paz. Lo necesito. Estoy listo y decidido, de ahora en adelante viviré positivamente, no dejaré que emilio me joda la vida todo el año. Arreglo mi cama y bajo las escaleras con toda la actitud, pero no contaba con perderme un poco, después de recorrer gran parte de la casa, encontré el comedor, me acerco y veo a don gruñón sentado a la cabeza.
-Buenos días- Saludo siendo totalmente ignorando.
Esperé unos segundos más, quizá esté viendo algo importante en su móvil, pero nunca respondió el saludo. Vamos, Joaquín amor y paz. Me digo a mi mismo para darme ánimo. Vuelvo a sonreír y decido sentarme a lado de emilio, supongo que ahora es mi lugar ¿no?.
-Buenos días hijo, ¿quieres que te traiga el desayuno?- Dice nana saliendo de la cocina.
-¿Qué crees que estás haciendo?- Dice mi "esposo" mirándome mal.
-¿Desayunar?- Mi sonrisa se va.
-Es una broma, ¿no?
-Acaso... ¿me ves reír?- Amor y paz Joaquín, me recuerdo a mi mismo.
-¿Qué no te quedo claro que tu eres sólo un empleado más?, tú no desayunas aquí, tu lugar está en la cocina con los demás empleados- Nunca nadie me habló así, algo dentro de mi se estrujo y dije adiós a la paz y autocontrol.
-¡EMILIO!- Gritó nana, parece molesta.
-No te preocupes nana, iré a tomar el desayuno con ustedes, no quiero estar soportando la cara de perro de este hombre - Me levanto con la frente en alto, no dejaré que él me vea mal por su culpa.
Camino a la cocina sin mirar atrás. Juro que lo intenté, pero es demasiado y si él no pone de su parte todo será más difícil. Levanto la mirada y veo a un chico sentado en un banquillo frente a la barra que está en el centro de la cocina.
-Hola, disculpa, ¿quién eres?- Observo al chico curiosamente.
-Oh, Joven Joaquín, el es mi nieto Luis, vino de visita esta semana- Dice nana detrás de mí.
-Mucho gusto señor- Hace una torpe reverencia que me hace reír un poco.
-No me digas señor, me haces sentir viejo y sólo tengo 23
-Lo lamento.
-Solo dime Joaquín, ¿de acuerdo?
-Claro-Sonríe mostrando sus dientes perfectamente blancos.
-Vamos Joaquín, siéntate que ya te sirvo- Asentí y me senté al lado de su nieto.
Tomamos el desayuno tranquilamente, fue lo mejor desde que llegué, no hablamos nada pero de cierta forma lo agradecí, no quería hablar después de lo que Jungkook dijo. Antes de salir de la cocina tomé una manzana, estaba por subir a mi habitación pero preferí ver televisión en la sala, me senté en el sillón más grande con él control en la mano, me puse "cómodo" y comencé a cambiar los canales prestando especial atención a los dibujos animados. Me encuentro en una decisión difícil, ¿Hora de aventura o Bob Esponja?, Es lo peor que me ha pasado, ¿Cómo podría decidir por uno?, a pesar de mi gran dilema y todo el trabajo que me costó escoger, no pude ver nada. Emilio me arrebató el control y apagó el aparato, ¡pero si es idiota!.
-¡Oye!, ¿qué te pasa?, ¿por qué hiciste eso? Lo miré enojado.
-¡Lo hice porque es mi casa y ya me cansé de repetirte que sólo eres un empleado!
Me apuntó con su sucio dedo, idiota. Ponte a limpiar o a barrer en lugar de perder el tiempo viendo televisión
- Me vale una hectárea de verga si no podemos estar en paz, si no coopera yo tampoco.
-¿Sabes qué?, ¡jodete imbécil!, ya estoy harto, quise tratar de sobrellevar esto de la mejor manera y que está maldita situación pase rápido, pero tu lo haces más difícil con tus malditos insultos y como sólo quieres estar jodiendome mejor me largo - Caminé lo más rápido que pude hasta las escaleras, el comenzó a seguirme.
-¡Detente!, ¿cómo te atreves a dejarme con la palabra en la boca?
-¡Lo hice porque me da la gana estúpido!- Entré a mi habitación cerrando la puerta con fuerza y asegurándola, no lo dejaré entrar ni loco.
-¡Abre la puta puerta!- Gritó golpeando fuerte, ¿piensa tirarla a patadas?.
-¡No quiero!, lárgate de una buena vez.
Dejó de golpear mi puerta y a los segundos escuché que otra puerta ser azotada. Se enojó y mucho realmente me asusto su reacción, no conozco a emilio, si sigo provocandolo no sé como termine todo esto, pero tampoco voy a permitir que me trate así, estaré jugando con fuego pero no puedo hacer nada si él sigue con esa actitud y si él quiere joder mi vida yo también puedo hacerlo, no hay vuelta atrás.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
