Pov Joaquín
Una semana encerrado, esto es increíble, no he salido ni a tomar un poco de aire, tampoco he visto a mis papás ni a Diego, ¿Cómo podría con el marido que me cargo?, me sorprende no haber quedado loco por estar aquí 24/7, literal estaba a nada de comenzar con alucinaciones pero no todo es malo, al menos con nana y Soobin puedo platicar y hacer que el tiempo se fuera volando, lo que más me sorprendió es saber que Soobin no es menor de edad, en realidad tiene 21 y sólo viene en sus tiempos libres para ayudar a su abuela, a decir verdad eso me parece muy interesante, podría decir que durante estos días nos volvimos cercanos. Justo ahora nos encontramos los tres tomando un café, pero el timbre nos interrumpe, nana se levanta apresurada para ver de quien se trata, mientras yo me quedo con Soobin en la cocina, lo veo un poco nervioso y me siento curioso.
-¿Te pasa algo Soobin?- Dejo mi taza de lado para prestarle atención.
-La verdad... ¿te puedo preguntar algo?
-Claro pregunta lo que quieras.
-¿Porqué tu y emilio no parecen esposos?
-¡Woow!, si que tardaste en darte cuenta, verás que él y yo estamos casados por un contrato, se hizo de esta manera para poder salvar la empresa que mi abuelo y mi papá levantaron con mucho esfuerzo - Sonreí con nostalgia al recordar como eran antes las cosas.
-Pero... ¿eso que tiene que ver con tu matrimonio?
-El papá de Emilio es el que está ayudándome con la empresa y es por eso que tuve que casarme con ese amargado, es como una garantía, en cuanto la empresa sea lo que era antes, podremos pagarle al señor Osorio.
-Es complicado, demasiado- Bebió de su café tratando de comprender lo que acababa de decirle.
-Lo es, te conté porque te tengo confianza, por favor no le digas a nadie.
-No te preocupes, lo prometo.
Soobin y yo seguíamos platicando de cosas sin importancia, nana nos hizo compañía
un rato después, pero yo me sentía un poco aburrido, me levanté y agradecí por el café, quería ir a mi habitación a buscar mi teléfono para llamar a Diego, necesitaba saber si todo estaba en orden, así que estaba decidido a subir a mi habitación pero me detuve cuando escuche a emilio y su papá hablar en la sala, sé que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas pero no pude evitarlo, entonces me acerqué un poco para escuchar mejor.-Bueno como sabes el cumpleaños de tu mamá es en dos días y tienen que ir.
-¿Quiénes?
-Tu esposo y tú, ¿quién más?
-Estas loco, no voy a llevarlo, no quiero que me vean en público con el, no soporto que nos pidan muestras de cariño cuando no siento nada por el
-Pues no me interesa y lo sabes, así que los dos van y la vas a presentar como lo que es, TU esposo, ¿escuchaste?, los quiero puntualmente, tu abuelo también estará ahí, él no sabe que te casaste por contrato espero que no lo arruines.
Vaya ahora entiendo porque emilio mi hermano, cerré los ojos unos segundos y al abrirlos salieron lágrimas de ellos, sin querer estaba llorando, ¿Qué le pasa a ese animal?, una cosa es que me insulte y otra muy diferente es que se ponga violento. Me quedé en mi habitación un largo rato, tratando de contener mi llanto, había sido una semana tranquila hasta hoy. Golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos, debe ser nana, me levanté de la cama y fui a abrir la puerta, me sorprendí demasiado al ver a emilio.
-Q-Qué, ¿qué quieres? Se acercó un poco más y apestaba a alcohol.
_¿Qué quiero?, quiero que te largues de mi vida, te odio, te odio como no tienes una idea, me das asco, te aborrezco, vete, vete, ¡vete!- Se acerco a pasos torpes, tomó mi mandíbula con fuerza, no podía moverme.
-M-me las-timas emilio, su-suéltame.
-No digas mi nombre con tu asquerosa boca, nadie te dio el derecho- Miró fijamente mis ojos y sin poder evitarlo comencé a llorar.
Mi corazón estaba acelerado y tenía miedo, en sus ojos pude ver todo el odio que me tiene, el asco que le da verme, pero yo solo quería que me soltara, de verdad duele, no sé que es lo que puede hacerme, emilio me está dando miedo, entonces pasa, me empuja contra el tocador, mi cuerpo duele y suplico que no me haya cortado en alguna parte, escuché a nana y de inmediato sentí alivió, tarde unos segundos en reaccionar pero cuando lo hice vi la mano de emilio frente a mí, a nada de golpearme, una vez más me quede en shock por lo que estuvo a punto de pasar, él... él estaba a punto de golpearme. Al parecer emilio también se dio cuenta de la estupidez que estaba por cometer gracias a nana, de no ser por ella justo ahora estaría siendo golpeado, nana me tomo del brazo y me sacó de la habitación, yo todavía seguía en shock, no escuchaba nada y en mi mente seguía la imagen de emilio a punto de golpearme. Nana me llevo a otra habitación, me ayudó a sentarme en la cama.
-joaquin- Acaricio mi cara para que pudiera prestarle atención.
-Él... él me-me, nana él me...
-Tranquilo Joaquín, él bebió de más, no sería capaz de hacerlo, lo conozco Joaquín.
-¿Qué hubiera pasado?, nana de no ser por ti él me habría golpeado.
-Ya pasó, no pienses en eso, por ahora toma una ducha yo te traeré algo de ropa.
Tomé un baño como me dijo nana, no tenía cortes pero sí algunos moretones, cuando salí encontré únicamente mi ropa sobre la cama, me la puse y enseguida me metí a la cama, repitiendo una y otra vez cada segundo de lo que sucedió hace unos momentos, jamás creí verme en una situación así, ¿él sería capaz de golpearme?, ¿tanto me odia y aborrece para hacerlo?. Cierro los ojos decidido a dormir, no necesito pensar en ello, no debí seguir haciéndolo, entonces me dejó llevar por el sueño y cansancio para al fin quedarme dormido.
Continuara
Fin del capítulo
FELIZ NAVIDAD CHIC@S L@S QUIERO MUCHO ❤️😘
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Contrato de Amor (Emiliaco)
FantasyJoaquín es una chico de 23 años que se ve obligada a cazsarse con un chico para que su familia no pierda la empresa en la que tanto han trabajado su abuelo y su padre y el se ve obligado a contraer matrimonio como un contrato para asegurar la empres...