capitulo 17

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Dos, dos largos días y esa imagen en mi cabeza no se borra y tampoco creo lograrlo, su mirada llena de odio sigue atormentándome, yo simplemente no me lo explico. Estos dos días él no ha salido de su habitación, nana me lo dijo, además no lo he visto. He hablado con Diego y mi mamá, les he dicho que estoy bien, me duele mentirles pero si les digo lo que ha pasado, probablemente suceda algo no muy bueno, no sé de que sería capaz Diego, desde lo que pasó con mi hermano nos hemos vuelto más cercanos (cosa que agradezco) y sé que querría defenderme. Mientras miro por la ventana escucho que tocan la puerta

-Adelante

-Joaquin, cariño, pensé que seguías durmiendo- Dice nana sonriente entrando a mi habitación.

-No ya no, ¿Qué pasa nana

-Sé que quizá dirás qué no, pero... Emilio me pidió que te dijera que te ducharas y alistaras para la fiesta de su mamá.

-No pensaba ir pero el papá de Emilio se tomó la molestia de venir hasta aquí, así que no pienso hacerles una grosería, además ellos no me han hecho nada- Desvío la mirada aún afligido.

-Joaquin créeme, él en verdad está arrepentido-Trata de reconfortarme pero no es posible.-No te lo tomes a mal pero no quiero hablar del tema.

-Lo entiendo, cualquier cosa que necesites me avisas, me retiro

-Esta bien nana, gracias-Esperé a que se cerrara la puerta.

De inmediato me acerqué a la ventana, mientras veía a través de ella, pude ver a Emilio subiendo a su auto, ¿porqué me odia?, ¿porqué en sus ojos lo único que puedo ver es odio?, no lo entiendo.

Muevo mi cabeza de un lado a otro para olvidarme de eso. Tomo mis cosas para entrar a la ducha, dejó mis pantuflas en la puerta del baño y camino hasta la regadera dejo que el agua fluya mientras siento el suelo frío en mis pies, entro al agua y me dejo llevar por la sensación relajante, se siente bien pero debo darme prisa, lavo mi cabello y mi cuerpo dejando que el agua se lleve los restos de espuma, salgo de la regadera quedando frente al espejo, limpio el vapor de él viendo mi reflejo y digo "Se fuerte Joaquin ", me envuelvo en la bata y salgo de baño deslizando mis pies mojados en las pantuflas. Aún no sé que ponerme, entro al closet buscando algo que se vea bien, pero vuelven a tocar la puerta, antes de que diga algo nana entra.

-Joaquin, Emilio te manda esto-Salgo del closet y veo una bolsa en mi cama, nana ya no está.

Me acerco para ver que es y al abrirla veo un elegante traje dentro, losaco y comienzo a vestirme, me veo en el espejo y no puedo evitar sonreír, al parecer tiene buen gusto. Mientras acomodo mi atuendo, por tercera vez en poco tiempo llaman a la puerta.

-Adelante nana.

-¿Tan viejo me veo?- Dice Soobin riendo.

-¡Oh!, lo siento pensé que era nana-También comencé a reírme.

-No te preocupes, sólo venía a decirte que Emilio ya está listo y te está esperando abajo.

-Gracias enseguida bajo-Asiente desde la puerta dando un paso atrás para irse.

-Por cierto, estas muy guapo - Me regala un guiño y sale de mi habitación cerrando la puerta.

Eso fue vergonzoso, seguramente mis mejillas estan rojas cual tomate sonrió y me pongo un poco de perfume para enseguida salir de mi habitación, tomo el pomo de la puerta y al momento de girarlo suena mi celular en mi bolsillo, número desconocido?.

-Hola?

- Joaquin, ¿Cómo estas?

-Oh, hola Diego, no reconocí tu número - Fui feliz al escuchar a mi amigo.

Contrato de Amor (Emiliaco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora