Cap 9

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Él sonrió.
Jk: Bueno, novia parece ser una palabra demasiado poco profunda para decir lo que siento por ti. Estas dos últimas semanas han sido como si controlaras mi respiración. Cuando te vi con Roon, mi
pecho se tensó, y se hizo difícil respirar. Pero entonces te veía sonreír o reír, y pude respirar profundamente otra vez.
No era extraño que este tipo escribiera canciones. Mis ojos ardían, y me gustó el hecho de que siempre pareciera tener todas las ganas de llorar con él.
Tn: Vaya
Le susurré a falta de mejores palabras.
Tn: Entonces, ¿Significa que gané? ¿Me harás el honor de acompañarme a mi casa como invitada, en lugar de como ayuda contratada?
Sonreí.
Tn: Mientras esté fuera de mis horas.
Él suspiró en derrota.
Jk: Voy a tomar lo que pueda conseguir.
Tomó mi mano y me llevó a la casa. No estaba segura de cómo iba a manejarme frente a su madre o su padre. ¿Cómo iban a reaccionar cuando se enteraran de que estaba saliendo con la ayudante? Pero, de nuevo, dudé si por lo menos sabían que trabajaba aquí. A excepción de la única vez que serví a Jk, nunca había estado cerca de ninguno de sus padres.
Jk me apretó la mano.
Jk: Espera aquí, déjame agarrar mi celular y que K traiga nuestro coche por el frente.
Asentí con la cabeza y lo vi alejarse al armario de los abrigos y abrirlo. Él metió la mano y sacó la chaqueta de cuero negro que recordaba haber visto llevar en una foto reciente de una revista.
Jk: Su carro la espera, mi señora.
Me acerqué a él y metí la mano en su brazo extendido.
Tn: Siempre tan caballeroso.
Jk: Todo lo que sea necesario para hacer sonreír a la dama.
Una vez en casa, me acosté en la cama, mirando al techo y preguntándome cómo podía empacar toda una vida en dos cortos meses.
No sería suficiente para mantener el interés de Jk. Pero lo amaba lo suficiente como para disfrutar de la breve ventana de tiempo que tendríamos juntos. Cuando el verano terminara y él se fuera, tendría a mi madre y al nuevo bebé para preocuparme. Si me lanzaba a mantener mi promedio de calificaciones de 4.0, la escuela podría ser una salida para
mantener mi mente alejada del dolor. Pero, de nuevo, nunca podría volver
a respirar una vez que se alejara de mí.
aminé dentro de la cocina la siguiente mañana y colgué mi mochila en el gancho antes de echar un vistazo hacia donde sabía que la Sra. Eun estaría trabajando en el desayuno.
Tn: Buenos días, Sra. Eun, vendré a ayudarle tan pronto como me cambie.
La Sra. Eun me miró y luego miró hacia la mesa con el ceño fruncido. Seguí su mirada. Recostado en una de las sillas, luciendo ridículamente sexy para ser las siete de la mañana, estaba sentado Jk.
Me dio una sonrisa torcida, y mi corazón entró en estado de frenesí.
Tn: Hola
Dije sin sonar afectada por su presencia. Sabía que él había dicho que estaría por la cocina con más frecuencia, pero no sabía que significaba tan temprano en la mañana.
Tn: ¿Qué? ¿Por qué estás aquí?
Alzó sus cejas y me sonrió.
Jk: Yo pensaba que eso habría sido obvio.
Sabía que me estaba sonrojando. Me volví hacia la Sra. Eun y luego hacia él. Me di cuenta que ella no estaba feliz con su presencia, y supe que esto podría causar problemas.
Jk: Está bien. Ella no está enojada contigo. Está enojada conmigo. Tú pasaste a ser quien ella está protegiendo.
Tn: Yo, um, necesito ir a cambiarme. Estaré aquí pronto
Dije, con la esperanza de que el ceño fruncido de la Sra. Eun no fuera para mí.
Caminé hacia el cuarto de lavado. Mi corazón latía de la frustración de mis sentimientos encontrados. Saber que Jk quería verme me hacía extremadamente feliz, pero tampoco quería enojar a la Sra. Eun.
Jk susurró algo que sonaba como que estaba a la defensiva. Necesitaba
darme prisa. No quería dejarlo solo con la Sra. Eun. Lo cual parecía tonto,
dado que ella trabaja para él.
Jk: No voy a hacerle daño. Sé que ella es especial y traté de mantenerme alejado, pero cuando estoy con ella no me siento tan frío y solo.
Me quedé inmóvil en la puerta.
La Sra. Eun se dio vuelta y apuntó hacia Jk con una cuchara de madera.
E: Yo lo entiendo. Sin embargo, esa chica tiene demasiado sobre sus hombros para una niña de su edad, y, bueno, no puedes evitarlo, pero le vas a romper el corazón cuando te vayas.
Su susurro no era tan silencioso. Se volvió para mover la olla y sacudió la cabeza.
E: Solo no quiero que la lastimes.
Jk no respondió de inmediato. Finalmente, dijo en un susurro
Jk: Estoy tratando de averiguar cómo voy a evitar hacerle daño. Lastimarla es
la última cosa que quiero hacer.
Esperé un minuto más, y luego entré en la cocina.
Tn: Bueno, Sra. Eun.  ¿Dónde empiezo?
La Sra. Mary me dio dos platos.
E: Ve y disfruta tu desayuno con el Sr. Jk
Me volví hacia él mientras caminaba a mi lado.
Jk: No discutas, por favor —susurró, tomó los platos de mis manos y fue de nuevo hacia la mesa.
Miré sin poder hacer nada a la Sra. Eun. Ella me sonrió y me dio dos largos vasos con jugo de naranja.
E: Sólo come con el chico antes de que empiece a rogar y se avergüence a si mismo
Dijo lo suficientemente alto como para que Jk la escuchara.
Él colocó los platos con una sonrisa.
Jk: Es la verdad y tú lo sabes
No pude evitar sonreír. Tomé los vasos y fui hacia la mesa. Jk corrió la silla para mí y me senté. Él se sentó a mi lado, metió su mano bajo la mesa y tomó la mía.
Jk: Gracias por desayunar conmigo.
Le sonreí y asentí. No creí que decir “con gusto” sonara bien. Yo debería ser quien le agradeciera.
Tenía tanta hambre, y el desayuno de hoy sabía mucho mejor del que normalmente tomaba después de que los señores terminaban el suyo.
Tomé un trozo de tocino y lo mastiqué, pero el peso de la mirada de Jk me hacía sentir incómoda.
Tragué y le susurré, no queriendo que la Sra. Eun me escuchara.
Tn: No voy a ser capaz de comer si me estás mirando.
Sonrió.
Jk: Lo siento, es sólo que es algo que no había visto antes.
Fruncí el ceño, no muy segura de lo que quería decir.
Tn: ¿Nunca habías visto a una chica comer? —pregunté, confundida.
Él se rió.
Jk: Bueno, ahora que lo mencionas, no, no he visto a muchos comer. Por lo general no pueden comer frente a mí, o ellos sólo no lo hacen por regla. Pero lo que quería decir es que nunca te había visto a ti comer, y es lindo. No quería mirar. Lo siento.
Me recordó a aquel niño pequeño de nuevo, tratando de escapar de
un castigo, y no pude evitar sonreír.
Tn: Está bien, pero ya me viste, así que
deja de mirarme y come tu desayuno antes de que se enfríe.
El sonrió y miró hacia su propia comida.
La puerta de la cocina se abrió, y Roon entró silbando.
R: Buenos días, Sra. Eun, ¿Me tiene algo bueno para comer?
La Sra. Eun le lanzó una advertencia silenciosa que claramente le decía que se comportara, y Roon frunció el ceño y se volvió hacia nosotros. Jk se inclinó en su silla y tomó un trago de su jugo.
R: Ah, buenos días, Tn, Sr. Jeon.
Jk asintió con la cabeza hacia Roon, y la mirada de Roon no se quedó. Sólo fue hacia el cuarto de lavado para cambiarse. Suspiré de alivio
porque él no había dicho nada estúpido. Jk se inclinó hacia mí.
Jk: Nada que él pueda decir hará que lo despida, a menos que sea en tu contra.
Deja de preocuparte. Sé que está enojado conmigo, y una parte de mí no lo culpa, pero la otra parte sólo está aliviada de que tú me quieres.
El lugar en mi corazón, donde Jk tomó residencia, creció. Le sonreí.
Tn: Gracias.
Se encogió de hombros y se inclinó de nuevo.
Jk: No tienes nada que agradecerme, pero con gusto.
El resto del desayuno transcurrió sin problemas, y Jk me llevó aparte antes de que fuera a ayudar a limpiar lo del desayuno.
Jk: Trataré de mantenerme alejado de ti, si puedo, mientras trabajas.
Pero tan pronto como hayas terminado, vendré por ti.
Una sonrisa tonta se posó en mi rostro, y yo asentí. Tomó mi mano y
la besó antes de girarse para salir.
Me forcé a mi misma a empujar mis pensamientos sobre Jk a un
lado, para poder concentrarme en el resto del día. Varias veces, una cálida
sensación de hormigueo me recorría, y mi corazón se aceleraba sabiendo
que él me miraba. El final de mi día de trabajo no pudo llegar más pronto.
En cuanto caminé fuera del cuarto de lavado, después de cambiar mi
uniforme por ropa, una mano me tomó por el brazo.
Jk: Ven conmigo
Susurró Jk, y lo dejé guiarme por escaleras que nunca había usado y, a través de varias puertas y pasillos, que no sabía que existían. Finalmente, estábamos en la puerta de su cuarto. Recordaba claramente la última vez que estuve allí, pero caminar hacia dentro, de su mano, hizo que todo fuera diferente. Este era el lugar donde él dormía y escribía canciones. Algo dentro de mí, sabía que cada momento que me
acercaba a él, hacía mucho más difícil tener que dejarlo ir. Dio un paso
hacia adentro, y cerró la puerta, girándose para sonreírme.
Jk: Quería que vieras mi cuarto. Bueno, creo que debería decir que quería que vieras mi cuarto conmigo.
Llamaron a la puerta, y Tae entró. Me vio y se detuvo.
V: Uh, lo siento. No sabía que tenías compañía.
Jk se volvió y le sonrió a su hermano.
Jk: Está bien. Puedes entrar.
Tae entró y cerró la puerta detrás de él.
Jk: Traje a Tn aquí para tocar para ella uno de sus números favoritos de mi repertorio, y vengo a darme cuenta que ella no tiene un favorito. No le gusto para nada.
Tae miró a Jk detrás de mí, luego aclaró su voz y se levantó.
V: Um, bueno, creo que ya me voy. Tengo que estar en otro lugar. Nos vemos, Tn.
Tn: Bueno, adiós.
Jk: Sí, nos vemos.
Volví mi atención hacia Jk después de la salida precipitada de su hermano.
Tn: ¿Por qué lo hiciste irse?
Jk fingió inocencia.
Jk: No tengo idea de lo que estás diciendo. Tú lo escuchaste, tiene que estar en otro lugar.
Me reí.
Tn: Claro que sí.
Jk me sonrió, caminó hacia un cofre alto y abrió un cajón.
Jk: Si te doy algo mío, ¿Lo aceptarías si yo de verdad quisiera que lo tuvieras?
No estaba segura de cómo responderle. Tn: Um, creo que depende de qué es lo que quieres darme.
Sacó un teléfono inteligente de último modelo y lo trajo.
Jk: Quiero que tengas esto. Es mío bueno era ahora es tuyo para que podamos hablar, y puedes escuchar mi música o la música que desees escuchar
Tomé el teléfono de sus manos.
Tn: Gracias.
Jk: Si no quieres escucharme, está bien.
Metió la mano en el cajón
Jk: Oh, y aquí hay unos audífonos. Te conseguiré unos de último modelo.
Tn: Está bien.
Se veía tan emocionado de ser capaz de darme algo, que no quería estropearlo. Me gustaba verlo actuar como un niño pequeño. Mis entrañas se ablandaban durante los momentos en que él se abría lo suficiente para mostrarme su lado vulnerable.
Tn: Te escucharé mientras voy a dormir por las noches
Le aseguré al niño pequeño, quien parecía ansioso por su regalo.
Cerró sus ojos con fuerza.
Jk: No sabes lo bien que me hace sentir el
pensar en eso, pero ahora voy a tener dificultades al dormir por las noches
sabiendo que estoy cantándote al oído.
Abrió sus ojos para mirarme, vi algo allí que sólo había llegado a desear. Eso, o mi corazón estaba mintiéndome.

Brisa MarinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora