Donovan

3.

DESCANSO

Tan pronto la competencia dio inicio yo sabía quién ganaría, el merengue comenzó a sonar y ellas a moverse al ritmo de este, todas confiadas, cuando la música cambio repentinamente a una salsa vi a muchas retirarse, pero ella seguía moviéndose al ritmo de está como si el cambio brusco no le hubiera afectado en lo más mínimo, pusieron un reggaetón y nadie salió, pero cuando cambiaron a un trap otras más abandonaron y al llegar el belly dance solo dos quedaron en pie; Estefany y Nora, aunque tefy no se movía nada mal no se podía comparar a Nora quien hacía que su cuerpo vibrara justo cuando la música lo hacía, todos la observaban perdiéndose en sus movimientos lentos y sensuales justo cuando debían serlos.

Ese día, ese día todo cambio, la encontré en una habitación y deje que el deseo me gobernara por completo ansiaba saber si ella podría moverse conmigo dentro de sí, anhelaba poseerla desde la primera vez que la vi bailar, desde la primera vez que me hablo.

La tome del cabello quizás fui brusco, pero no podía dejar pasar por alto el cómo le bailaba a Iñaqui esta simplemente sonrió poniéndose de espaldas, pegándose por completo a mi cuerpo, sé que siente lo duro que me tiene porque comienza a moverse en un vaivén que amenaza por enloquecerme

- Donovan... Donovan – Abro los ojos para que una mirada aceitunada me descoloque por un momento – Soy Leisy – ella suele cambiar su apariencia a diario y hoy es la viva imagen de una rubia despampanante

- ¿Cuánto he dormido?

- Una semana señor, los médicos comenzaban a preocuparse por el hecho de que usted no despertaba, Franco contacto a sus padres

- ¿A mis padres? – parpadeo un par de veces para que mis ojos se acostumbre a la luz, llevo mis dedos a mis ojos y los froto

- Si, sus padres, señor deténgase – me dice Leisy al notar que me he sentado en la camilla y que me he empezado a quitar todos los artilugios que tenía conectados a mis brazos

- Estoy bien Leisy

- No me preocupo por usted, el señor Franco fue muy claro si lo dejaba hacer una de sus locuras me desinstalara – comienzo a reírme como loco

- No dejare que eso pase Leisy, te lo prometo

- Disculpe mi atrevimiento, pero no confió en sus promesas – una nueva carcajada inunda la fría habitación del hospital, Franco entra y su rostro muestra claramente lo poco que ha dormido en esta última semana

- ¿Puedes explicarme como un joven de 28 años de edad tiene un infarto?

- ¿Me dio un infarto?

- Eso no importa ahora, debemos cuidarte

- ¿Cuidarme? ¿Quiénes?

- Tus padres, Chleo y yo

- No quiero que mis padres vengan, ya desperté, no necesito que nadie me cuide

- No seas terco Ángelo ¿Qué pretendes demostrar?

- Nada solo no quiero que cuando la torre caiga mis padres estén en medio del desastre

- Leisy desactívate – La voz de Franco es clara y amenazadora

- Leisy jamás diría ni una palabra

- No confió en personas mucho menos en máquinas ¿De qué desastres hablas? ¿Qué fue lo que hicisteis ahora? – Leisy ha desaparecido por completo tan pronto recibió la orden, Franco cerro con pestillo la puerta de la habitación y la mirada que ahora tiene puesta sobre mi es una de total seriedad