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De vuelta 

La luz comienza a filtrarse y darme de lleno en el rostro, trato de darme vuelta, pero un peso sobre mi pecho me lo impide, lo primero que pienso es

<<Mierda, me volví a coger a otra desconocida sin saber si dejé mi descendencia en ella>>

Pero entonces los recuerdos vuelven como flashes a mí, es mi anhelada Nora quién ahora duerme plácidamente sobre mi pecho.

- Estamos totalmente a mano – dice con una voz ronca

- No, eso no es cierto – sonrió cuando levanta su vista a mi cara, lleva una hermosa expresión de cogida a la perfección

- ¿Qué insinúas? – levanta su ceja izquierda

- Quedamos 5 a 3 – le digo y esta pone un puchero

- Jamás me imagine que pudieras mejorar en la cama, que me pusieras las piernas a temblar hasta ya no poder más, ni que pudieras tener mejor resistencia que yo en esto – se levanta dejando que la sabana caiga de su cuerpo, regalándome una vista perfecta de su cuerpo - ¿Vendrás? – dice con una sonrisa juguetona al entrar al baño.

Las cerámicas en color negro de las paredes y el suelo nos saludan radiantes por reflejar a la perfección la luz blanca que las baña, el sonido de la bañera llenándose inunda el lugar, la visualizo desnuda recostada a la lava manos mientras se cepilla los dientes, llego hasta ella colocándome a su espalda.

- Estas erecto – dice con una media sonrisa en sus labios

- El frio de la mañana – digo restándole importancia.

La agarró de los hombros para girarla hacia mí y luego llevarla a la regadera, es hora de asearse un poco antes de continuar con nuestro reencuentro. Abro la ducha para que el agua tibia comience a mojar su cuerpo, cada gota que resbala por este me enciende, es como estar dentro de mi propia película erótica.

Tomo el jabón en gel que se encuentra en la repisa flotante dentro del espacio de la ducha, coloco un poco en mis manos y lo reparto equitativamente entre ellas para comenzar a pasarlas por su cuerpo, de inmediato lo primero que llenan mis manos son sus senos.

- Puedo hacerlo sola – exige, sonrió, le doy la vuelta de golpe y la hago poner sus manos en la pared y que abra las piernas, intenta decir algo, pero llevo mi mano a sus labios para que entienda que la prefiero callada.

Comienzo a esparcir el jabón por todo su cuerpo, cuidadoso de que cada centímetro de su piel quede totalmente limpio, cuando mis manos llegan a sus glúteos ella ríe al no poderme resistir y darle un azote.

- Estoy sensible – chilla cuando mis dedos comienzan a dibujar trazos sobre su sexo para asearla.

Cuando he terminado y asegurado de que todo está totalmente limpio, tomo de la repisa un lubricante que siempre pido mantengan en esta habitación, coloco un poco sobre sus nalgas y cierro la llave de la ducha ella intenta darse vuelta, pero no se lo permito, coloco un poco de lubricante sobre mis dedos y los llevo a su ano.

- No serás el primero – comenta con malicia

- Tienes mala memoria – digo mientras introduzco uno de mis dedos en su ano, el espacio es totalmente estrecho y apretado, poco a poco sus músculos dejan de estar tensos – Fuimos nuestros primeros en muchos, fuiste mi primer culo, y mi pene fue el primero que tu culo se comió, si otros vinieron después, no es de mi incumbencia – introduzco un segundo dedo, como parte de la preparación, ella gruñe, claro que me importa todos los que a ella ha invitado a su cama, pero a esta mujer es mejor no demostrarle sentimientos o sabrás que jamás dejarás de estar jodido por ella.

DonovanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora