Multijugos/// Parte 4 De Harry Potter Y Siete Años De Caos.

Capítulo 8 : El descenso

¡GRIETA!

—¡FRED! ¡¿DÓNDE ESTÁ FRED?!—Harry comenzó a gritar en el momento en que aterrizó en su sala de estar y miró alrededor del espacio vacío.

A Harry no le importaba lo que Snape dijera, si Fred estaba herido entonces regresaría y mataría a cada mortífago que encontrara.

—¡Aquí arriba!—Alguien gritó desde las escaleras, sonaba como Theo.

Harry subió corriendo las escaleras e irrumpió en su habitación, sin prestar mucha atención a sus amigos acurrucados en un pequeño sofá en la sala de estar que Theo diseñó para la parte delantera de su dormitorio. En lugar de eso, se centró en el pelirrojo alto y desgarbado en la cama de Harry.

—Hola cariño—sonrió Fred—¿Estabas preocupado por mí?

Harry sintió que un gran peso se quitaba de sus hombros mientras se lanzaba hacia la cama y se arrodillaba junto a ella.

—Es m-mi culpa, lo siento— tartamudeó, mirando a Fred y esperando que lo entendiera—No era mi intención que sucediera. Pensé que estabas a salvo. Lo siento.

Alguien detrás de Harry puso su mano sobre su hombro y él se puso de pie de un salto, se dio la vuelta y les puso el cuchillo en la garganta antes de parpadear y darse cuenta de quién era.

—Mierda, Cissa.

—Lenguaje cariño, hay damas presentes—dijo Cissa suavemente, bajando suavemente el brazo de Harry con un ligero toque en su muñeca—No quise asustarte, simplemente quería decirte que el señor Weasley está bien. Sólo quedó atónito. Tiene una conmoción cerebral leve, pero nada que no pueda ser tratado tan pronto como Severus llegue a casa y me conceda acceso a sus pociones.

No importaba lo que dijera Cissa. Snape tendría que revisar a Fred cuando llegara aquí. Snape había curado a Harry muchas veces, Cissa no. Le agradaba, pero no confiaba en ella cuando se trataba de curarse como lo hacía con Snape.

Harry miró alrededor de la habitación rápidamente y vio que Theo, Hermione, Susan, Draco, George y Ron eran las únicas personas que quedaban en la habitación.

—¿Dónde están todos los demás?—preguntó rápidamente—¿Lue? ¿Neville? ¿Johnny y Hannah?

—Los llevé a casa—dijo Cissa—Pensé que sus padres se sentirían aliviados de tener a sus hijos a su lado cuando se supiera la noticia del ataque de esta noche.

Harry asintió brevemente. Theo, como Harry, no tenía padres. El papá de George y Ron ya estaba en el campamento junto con la tía de Susan. Y los padres de Hermione eran muggles.

Harry miró alrededor de su habitación nuevamente rápida y cuidadosamente para asegurarse de que no hubiera nadie más antes de volverse hacia Fred.

—Tú- ¿Estás bien?—preguntó vacilante.

—Fresco como la lluvia—Fred le sonrió y le tendió la mano. Harry lo agarró vacilantemente y Fred entrelazó sus dedos y apretó suavemente.

—Deberías haberte ido—dijo Harry con voz ronca—Te dije que te fueras.

—¿Y dejar que te diviertas tú solo?—Fred chasqueó la lengua—De ninguna manera. No te iba a dejar atrás.

Tu culpa, susurró una voz desagradable en su cabeza.

—Fuera—dijo Harry por encima del hombro a sus amigos que esperaban.

—Tendremos una maldita conversación más tarde, Harry James—gruñó Susan antes de cerrar la puerta de golpe cuando todos se fueron.