—y entonces ¿dónde está ese tal abismo de las sombras? -preguntó Zéphiruz mientras atravesaban un claro en el bosque.
—bueno, el mapa dice que está donde el cielo toca el agua, pero no se que signifique -respondió Raisa
—tal vez sea una montaña, sugirió Circe
—las montañas no tienen agua -rio Gladius —debe ser un lugar alto, y que tenga agua
—podría ser...¿una cascada? -preguntó Caelan
—¡eso es! ¡una cascada! Pero...¿dónde podrá estar? -dijo Circe pensativa
—no tengo idea. Estoy muy seguro de que no hay un río muy grande por aquí -respondió Gladius mientras esquivaba la raíz de un árbol
—tendremos que seguir caminando hasta que encontremos algo -sugirió Caelan
Todos asintieron y continuaron el camino.
Las horas pasaron y el sol comenzaba a calentarlos cada vez más. Pronto tuvieron que resguardarse a la sombra de un samán.
"creo que podría intentar preguntarle a la barita" -pensó Raisa
—¿en qué piensas? -le preguntó Circe
—en que podría intentar preguntarle a la barita donde está el abismo de las sombras -respondió la niña, transformando sus pensamientos en palabras
—esa es buena idea. Trata de intentarlo -respondió Gladius.
—muy bien, aquí voy -dijo Raisa sacando la barita reparada de su mochila.
La miró intensamente y trató de relajarse. Visualizó la cascada y suplicó mentalmente que le mostrara donde estaba.
De pronto, su cerebro se vio sometido ante una fuerza extraña. Llevada por sus pensamientos y por aquella fuerza que la dominó súbitamente, dijo con voz solemne
—está al oeste, en la desembocadura del Jala Omuhle
—pues al oeste iremos -respondió Caelan tocándole el hombro a su amiga.
La fuerza extraña se retiró de el cerebro de Raisa y la niña miró a sus compañeros
—no vuelvan a hacer que haga eso, por favor. La que habló no era yo, y no me gustó que la barita entrara en mi -protestó Raisa
—lo sentimos mucho. No sabía que la barita haría eso. Aunque si le ves el lado positivo, creo que Morlok nunca se dio cuenta de que su barita podía hablarle, o ya estaría en Amberwin -respondió Gladius.
—cierto, pero aun así no me gustó -dijo la niña mirándose las manos
—vasta de charla, o nos vamos a tardar aquí hasta la noche -dijo Zéphiruz adelantándose al resto.
Todos avanzaron hacia el oeste y a medida que se acercaban al río, el aire se hacía más fresco y húmedo.
—¡miren! ¡ahí está! -exclamó Circe al ver el río.
Delante de ellos, tan alta como el cielo mismo, se alzaba una caudalosa cascada que flanqueaba la desembocadura del río como una puerta infinita.
El viento dejaba fluir el rocío de la inmensa cascada y el cielo parecíateñirse de un rojo pálido a medida que se acercaban a ella.
—¿cómo vamos a cruzar? -preguntó Zéphiruz
—no se preocupen por eso -dijo la inconfundible voz de Esteban, el ogro
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FAERI. LIBRO 1: UN VIAJE A LO DESCONOCIDO
FantasyRaisa es una niña muy curiosa y para sus nueve años, es muy inteligente. Cada año, realiza un viaje de campamento con su familia. Pero esta vez, no solo descubrirá que los hobbits son reales, si no que vivirá grandes aventuras junto a sus nuevos ami...