Aunque ninguna quisiese ir teníamos que hacerlo así que nos dirijamos hacia la casa de Sebastián dónde empezaríamos a hacer el trabajo <aunque aún nos faltaba encontrar a nuestro cuarto integrante>. Le indique a Eden que hiciera sonar el timbre para que alguien nos abriera la puerta. Retrocedí unos pasos para poder observar la casa por fuera ya que era muy bonita, era como esas casas vintage, tenía tres pisos y muchas ventanas.
-Buenas tardes, ¿Puedo ayudarlas con algo? -Amablemente una mujer alta, Blanca y de pelo rizado, que se veía más joven que mi mamá habló.
-Disculpe, ¿Aquí vive Sebastián? -Ella sonrió.
-Si, es mi hijo, así que si. Que maleducada soy. Por favor pasen adelante. -Nos guío hasta la sala. ¿Acaso toda la casa era igual de irreal. -Siéntense, ahora lo llamo, están en su casa. -Nos ofreció también si queríamos algo de tomar y aceptamos un vaso de agua. En pocos minutos me había agradado mucho.
Ambas agradecimos, yo siempre he dicho que depende la casa y el tipo de vaso asi sabe el agua y si, tengo razón. Está agua sabía bastante bien.
Tenían una casa muy bonita, bastante grande, de hecho era bastante grande para solo dos personas, ya que allí solo vivía él y su mamá. En unas platicas atrás me contó que su papá murió en un accidente automovilístico cuando el apenas tenía siete años.
-Niñas buenas tardes -bromeo mientras bajaba las escaleras con su mamá por detrás. -Vamos arriba, la señal de internet llega mejor allí.
Su mamá lo interrumpió. -Cariño, en media hora tengo una cita con un paciente así que me voy a la clínica. Te amo. -La mujer tomó su bolso y sus llaves y se acercó a él.-Cualquier cosa me llamas ¿Ok?
Asintió. -Está bien mamá, ten cuidado. Yo también te amo -Se despidió besando la mejilla de su madre y la abrazo.
-Nos vemos niñas, suerte en su trabajo. -Nosotras también nos despedimos de ella. Salió de la casa y se escuchó como se encendía el motor del auto mientras que nosotros entrabamos a la gigantesca habitación de Sebastián.
-Son muy tiernos.
-¿Quienes? -cuestiono Sebastián
-Tú y tu mamá, se ve que tienen una relación muy bonita. -Agregó sentándose en la cama mientras yo solo escuchaba.
-Si, la mayor parte del tiempo, el 97% del tiempo, para ser exactos.
-¿Y el otro 3%? -Pregunté metiéndome a la conversación.
-Normalmente es cuando no le hago caso y paso semanas sin ordenar mi cuarto. -Finalizo y ambos reímos.
-¿De que trabaja? ¿Es doctora? -Justo quería preguntar lo mismo.
-No, algo así pero no, es Psicóloga. Normalmente no se mantiene en casa porque siempre hay alguien con problemas.
-¿No te molesta? -Preguntó ahora.
-No, tengo más tiempo para escuchar música solo.
- ¿Te gusta Melanie Martinez? -Creo que lo estábamos entrevistando demasiado. Mientras, Eden se entretuvo viendo unos cuadros de fotos que él tenía en una mesita.
-Obvio, a quien no. -Asentí.
-Eso me recuerda a que mi hermano tiene novia. -Cuando hablo con alguien que me agrada digo cosas que tal vez no le interesa, que ni siquiera vienen al caso, y sin que me hayan preguntado algo relacionado.
-¿Ya te la presentó? -Preguntó ahora él emocionado. Al parecer si le interesó un poco.
Eden rápido volteo a vernos, pero hacer eso fue una mala idea porque tiro al suelo una de las fotos de Sebastián. -¡Lo siento! ¡Lo siento! -chilló Eden dándose cuenta de lo que había hecho.
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°Casi cierto°
Mistero / ThrillerCreo que maté a alguien... ¿Lo bueno? Todo. ¿Lo malo? Ya se fue. Si nadie se entera no contará como que haya pasado. Si los secretos no duran para siempre, espero que por lo menos dure hasta que yo muera.