Empecé con esto a los diez años.
Vaya que es una manera de arruinar la niñez.
"Tia, que te ves muy gorda."
"Has intentado hacer ejercicio."
"Ese vestido no te favorece."
"Menuda ilusa, si crees que puedes ser modelo viéndote así."
"Estás muy fea."
"Cuando crezcas no creo que tengas chance de adelgazar si sigues así."
Cómo cualquier otro trauma o problema, siempre hay adultos que influyen mucho en esto.
Cada vez que me veía al espejo, aún que se escuchase muy tonto, me compraba con una chica que por irónico eran diez años más grandes que yo.
Muchos pueden decirme que era mi culpa, que yo me dejaba manipular. Pero, ¿Cómo puede reaccionar una niña ante múltiples comparaciones con chicas mucho mayores y por lógica más desarrolladas de que ella?
En mi caso siempre fue así, mi mamá, por su lado, con el material para ser modelo, todo lo que un hombre, e incluso una mujer puede llegar a codiciar ¿Mas perfecta? Imposible, y yo que era su hija resulte siendo todo lo contrario.
Nunca le tuve envidia a Eden... Pero me jodia que las personas siempre me caracterizaban por ser la "gorda tierna" y que a mi amiga la llegasen a confundir con que era la "hija de mi madre", solo por tener un lindo físico. Se que mi madre siempre trató a Eden cómo su hija porque ella no tenía e sa figura materna desde el día que nació y que su Mamá la abandonó y que ella no tenía la culpa, pero dolía.
Y vaya que si, esto me trajo muchas consecuencias luego.
No es un tema que me guste mucho tocar, siento que me escucho patética. La primera y última vez que trate de hablarlo fue con una maestra, quien resultó arruinandome aún más.
¿Qué me dijo?
Y cito: "Cariño, es que tú también, si eras gorda y fea, ¿Que esperabas? Que te alagaran? Obvio no, también tenías que reconocer tu lugar. Y si querías que te vieran linda mínimo hubieras intentado cambiar tu físico".
Después de esas alentadoras palabras decidí no contar más esto, era un poco inútil. Además no es como que fuera un problema serio, o algo a lo que se le tendría que dar importancia.
Me imagino que es algo por lo que todos pasan. Algunos días eran desiguales, en el desayuno no era nada y luego para el almuerzo, era un atracón inmenso. Habían veces que conseguía no comer más que una galleta y un vaso de agua diario durante una semana. Para después comer como cerdo. Otros días no comía nada durante demasiados días
"No todas las personas tienen problemas alimenticios, pero no quiere decir que no sean importantes".
Mientras miles de voces rodaban por mi cabeza trate de concentrarme solo en una, en la única voz que necesitaba oír.
—¿Hola? ¿Estás allí? —Pregunto aquel chico mientras ladeaba su cabeza dedicándome una sonrisa lánguida.
Moví mi cabeza tratando de concentrarme. —Hola... ¿Que haces por aquí?- Pregunté por inercia.
—El padre de Eden nos ha invitado, y vaya que se me apetecen unos buenos fideos. - Me sonrió de nuevo.
—Victor siempre cocina bien. —Menti mientras reía.
Asintió. —Espero que así sea.
Rapido sin avisar comencé a subir directo a mi habitación, cerré la puerta con llave y me senté en la orilla de mi cama.
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°Casi cierto°
Mystery / ThrillerCreo que maté a alguien... ¿Lo bueno? Todo. ¿Lo malo? Ya se fue. Si nadie se entera no contará como que haya pasado. Si los secretos no duran para siempre, espero que por lo menos dure hasta que yo muera.